Aunque se refiere a la problemática latente en Cuernavaca me parece que el escenario se repite en otros puntos de la entidad. Transcribo: “Todos nos preguntamos, ¿cuál es el verdadero problema de la seguridad pública en nuestro Estado? Simplemente la falta de compromiso, desde el secretario de Seguridad Pública hasta su subsecretario operativo, directores regionales, jefes de sectores, jefes de área y jefes de turno. ¿Por qué? Porque no hay patrullaje. Las bitácoras se encuentran alteradas por policías; en esos registros se plasma lo que se hace en toda la guardia pero, a juzgar por lo que todos vemos, no se está haciendo nada. Si tú analizas el patrullaje en Cuernavaca es desordenado. Tal patrullaje debe ser coordinado, en carrusel de cinco a ocho patrullas en zonas designadas al azar, pero sobre todo en las de mayor índice delictivo. Y digo al azar para que no se filtre la información, ya que no hay policía confiable. Cada unidad debe ir con chofer y por lo menos cuatro escoltas, esto con el objetivo primordial de exponer ante la ciudadanía lo que significa ‘presencia’. Esto sirve para inhibir a la delincuencia. Asimismo, se le debe proyectar a la ciudadanía que hay operativos ‘organizados’; y en tercer lugar, todos los operativos deben salir planeados desde el secretario o directores, sin dar a conocer el circuito a nadie”.
2.- Continúa el abogado De Santiago Kido: “Al llevar a cabo el operativo carrusel, las patrullas restantes cierran el circuito para proteger las áreas de donde se solicitaron patrullas, además de estar alertas a situaciones de auxilio y riesgo. Este operativo carrusel debe ser implementado día y noche, siendo supervisado por el mismo secretario de Seguridad Pública, quien así dejaría de asistir a eventos que no aportan nada, para dedicarse a supervisar personalmente la ubicación de cada patrulla y sus elementos. Es el secretario quien, teóricamente, supervisa a su subsecretario operativo, directores regionales, jefes de sectores, jefes de área y jefes de turno. Y estos a su vez supervisan a los policías rasos, quienes son los que deben patrullar. Actualmente, la policía ha dejado de funcionar eficazmente por la falta de respeto de los elementos a sus superiores, y éstos cayeron en el aro de la complicidad. Hay robo de gasolina; se cobra cuota por subir a una patrulla y no ser policía de pie tierra; se tiene en servicio a elementos policiacos de mala conducta en lugares estratégicos, cuando deben estar elementos de buena conducta; hay falta de recorridos; los policías se reportan en sus áreas aún y cuando no lo están y no hay arrestos. En concreto: NO HAY DISCIPLINA. La disciplina debe ser aplicada desde la cabeza hasta los pies. El resultado: los policías no responden ante las llamadas de auxilio por la falta de respaldo de sus superiores”. Hasta aquí el análisis de Ricardo de Santiago Kido, mismo que nos ilustra sobremanera sobre la realidad de nuestras corporaciones policiacas.
3.- Este lunes se cumplen 18 meses de la asunción del actual gobierno y el martes será la publicitada marcha en demanda de mayor seguridad. Con ello seguramente tendremos una semana de mucho movimiento en el ámbito político y social, con declaraciones a diestra y siniestra y los reflectores nacionales puestos sobre Morelos. Los diputados locales no pueden sustraerse a este tema ni lo han pretendido hacer, de tal suerte que se han dado declaraciones que reflejan la posición de cada bancada parlamentaria. Del lado de las izquierdas, el ex dirigente estatal del PRD, ex coordinador de la bancada del mismo partido y actual presidente del Congreso, Juan Ángel Flores Bustamante, sostiene que son válidos los pronunciamientos contra la inseguridad, pero sin ligar el tema con la permanencia de las actuales autoridades estatales. En tanto, priístas y panistas encabezados, respectivamente, por Isaac Pimentel Rivas y Javier Bolaños Aguilar, sostienen su crítica contra las condiciones delincuenciales, pero se han deslindado del propósito de participar en la marcha. A final de cuentas en el Congreso el asunto no pasa ni pasará de dimes y diretes.
4.- Quienes pretenden establecer una analogía entre la situación actual y las que, cada cual en su momento, condujeron a Jorge Carrillo Olea y Sergio Estrada Cajigal a juicio político, olvidan el papel central que en ello juega el Congreso, así como el hecho de que la actual legislatura, en la práctica, transcurre sin oposición. Las izquierdas se han mantenido unidas a través de las bancadas del PRD, PMC y PT, y han contado con el respaldo de Nueva Alianza y el PVEM, mientras que la oposición agrupada en el G-13 e integrada por PRI, PAN y PSD más el independiente Manuel Martínez Garrigós, ha resultado mera simulación a la hora de la verdad. Los ejemplos más claros son las aprobaciones de los presupuestos de 2013 y 2014, que fueron precedidas por muchas declaraciones alegres y posturas dizque firmes, y terminaron inexplicablemente votadas a favor por unanimidad. Así, con un grupo compacto a favor del régimen, sería ociosa cualquier solicitud de enjuiciamiento, en el caso de que alguien presumiera contar con elementos.
5.- Fuerte y quedito, por años muchas voces han asegurado que lo ocurrido en el pasado con Carrillo Olea y Estrada Cajigal fue por instrucciones presidenciales. El primero dejó el cargo porque así lo quiso Ernesto Zedillo y el segundo permaneció porque así lo quiso Vicente Fox. Maldita suerte la de Morelos y los morelenses que ha dependido siempre de decisiones ajenas, pero si ese fuera el caso habría que analizar cuáles son las señales que envía la Federación en cuanto a la relación que tiene la Presidencia y sus dependencias con la principal autoridad de nuestro estado. Y en ese contexto salta de inmediato el hecho de que apenas el 19 de marzo nos visitó el presidente Enrique Peña Nieto; que este mismo lunes estará aquí el zar antisecuestros Renato Sales Heredia; que el miércoles esperamos que venga el secretario de Educación. En el mismo contexto situamos la visita que el sábado hizo a Morelos Roberto Campa Cifrián, subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob federal (dícese que fue quien recomendó a Jesús Alberto Capella Ibarra para venir a Morelos en calidad, ahora, de Comisionado Estatal de Seguridad Pública). Entre otras cosas, Campa Cifrián indicó que como resultado de la estrategia de seguridad que se coordina entre los gobiernos federal y el de Morelos, los delitos de alto impacto, como el homicidio doloso y el robo, han ido a la baja en un 64 por ciento. He aquí el mensaje importante: “Necesitamos tener claro que en el tema de seguridad no hay espacio para el error, ni la disputa política”. Sopas.
6.- Finalizamos con el siguiente texto de un artículo difundido este fin de semana por Ignacio Suárez Huape, ex dirigente estatal perredista: “La marcha del 01 de abril refleja el hartazgo de la sociedad, lo cual es innegable (…) Poca autoridad moral tienen quienes desde el PRI y el PAN azuzan para exigir la salida del gobernador más leal a Enrique Peña Nieto. En sus gobiernos, panistas y priistas fueron socios activos y pasivos de la abierta complicidad de Carrillo, Estrada y Adame con el crimen organizado; mala, muy mala memoria tienen. Ellos pusieron su grano de arena para construir el escenario de horror que hoy vivimos en la entidad”. De nuevo: sopas.