En lo personal me ha servido para comprender lo que aún sucede frente a la acción de los tres órdenes de gobierno y la implacable presencia del crimen organizado y la delincuencia común. Según infiero, es y será un asunto de nunca acabar. Por lo pronto hoy retomaré algunos textos de la espléndida investigación a fin de orientar a nuestros lectores sobre lo que a todos nos afecta.
2.- El doctor Guerrero sostenía en junio de 2011 que “la principal consecuencia de la dispersión geográfica de la violencia será que el combate a la delincuencia organizada se convertirá, fundamentalmente, en un problema de estados y municipios. Por una parte, las fuerzas armadas y la policía federal no tienen la capacidad para desplegarse y desempeñar actividades de seguridad pública en todo el territorio. Esto puede observarse en los operativos conjuntos, cada vez menos eficaces. El relativo éxito de los primeros operativos no ha podido replicarse tanto porque los recursos humanos y la capacidad de las fuerzas federales son limitados, como porque ahora enfrentarán con más frecuencia pequeñas células delictivas, sumamente elusivas, bien coordinadas, con un alto poder de fuego y arraigo en las localidades”.
3.- Agregó: “Dada la actual dinámica de fragmentación de la delincuencia organizada, este último punto es especialmente relevante: las pequeñas organizaciones que están generando violencia en un gran número de localidades del país (recuerden que el ensayo se escribió en junio de 2011) dejarán de ser gradualmente objetivos del gobierno federal. Las fuerzas armadas y la policía federal se concentrarán sólo en perseguir a las organizaciones mayores, que son las únicas que individualmente pueden representar una amenaza a la seguridad nacional (aunque colectivamente el gran número de pequeñas organizaciones representa también un desafío formidable a la seguridad pública del país)”.
4.- Y vaticinó la repercusión de la dispersión de la violencia en torno al discurso político: “Una segunda consecuencia de la dispersión geográfica de la violencia es de carácter político. Para sectores amplios de la sociedad, la violencia antes era un problema que parecía lejano. En la medida en la que la violencia ya no está concentrada sólo en algunas regiones, observaremos una creciente movilización social, y una presencia central del tema en las agendas partidistas y en el contexto electoral. Como las autoridades estatales y municipales serán las principales responsables de hacer frente al desafío que supone la dispersión de la violencia, la creciente demanda social posiblemente tenga el efecto positivo de propiciar avances efectivos en la profesionalización de las instituciones locales de seguridad, procuración de justicia y de carácter judicial; y de rescatar las cárceles estatales y municipales del control criminal”.
5.- Según se aprecia actualmente, el pronóstico del doctor Guerrero se cumplió. La fragmentación de los cárteles no se detuvo en la cúpula. Una vez alterado el statu quo que mantenía la jerarquía y la disciplina bajo el control de los grandes capos, los cárteles han continuado fragmentándose en organizaciones cada vez más pequeñas. Muchas de ellas ya no tienen la capacidad para seguir participando en el mercado internacional de tráfico de drogas. Pero, dada su experiencia en los negocios ilícitos y su alta capacidad para ejercer la violencia, estas organizaciones incursionaron en otras actividades ilegales. Delitos como la extorsión, el secuestro, el robo en instituciones bancarias, el robo de vehículos y los atracos con violencia aumentaron significativamente entre 2008 y 2013. Y este año (2014) han seguido al alza.
6.- De modo tal que las guerras entre cárteles ya no se circunscribieron a plazas estratégicas para el tráfico de drogas hacia Estados Unidos o a “enclaves” de producción y distribución en los que los narcotraficantes y sus familias tradicionalmente residen. En todas las localidades en las que la delincuencia organizada encontró condiciones propicias para asentarse (zonas urbanas con gobiernos locales débiles, redes de crimen menor y zonas de cultivos ilícitos), y en los que ya no hay predominio de un solo cártel, las organizaciones pequeñas siguen disputándose el control de una gran variedad de negocios ilícitos. Estas escisiones fueron el principal factor del aumento y la dispersión geográfica de la violencia a lo largo de 2012 y 2013. Infortunadamente para los morelenses, la debilidad o atrofia institucional todavía no se ha superado del todo. La ahora Fiscalía General de Justicia es un vivo ejemplo de lo anterior. Empero, recuerden ustedes el largo tiempo que transcurrió desde la entrega de la iniciativa para crear tal institución hasta la promulgación del decreto respectivo hace apenas unas semanas en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”. Además, es importante recordar que el H. Congreso del Estado le disminuyó recursos a la otrora Procuraduría General de Justicia, tal como lo hizo con la hoy extinta Secretaría de Seguridad Pública (hoy Comisión Estatal del ramo).
7.- La dispersión de la violencia y la fragmentación de cárteles se comprueba actualmente en Guanajuato. Aquella región del Bajío, otrora pacífica, se ha visto afectada de manera creciente por actos delictivos como robo o asalto en la calle, o en el transporte público, extorsión, robo total o parcial de vehículos, entre los principales. La pintoresca localidad de San Miguel de Allende padece una grave escalada de asaltos con violencia. Guanajuato resultó en 2013 la entidad del Bajío con el nivel más alto de personas afectadas por los delitos, con 28 mil 861 víctimas por cada 100 mil habitantes, lo cual rebasó el promedio nacional de 27 mil 337 víctimas en la misma tasa. En resumen: un territorio otrora considerado como libre de criminales ya no lo es tanto. Y en la misma situación se encuentra Puebla. Así las cosas, no estamos solos. Concluyo con lo siguiente: desde mi particular óptica estimo necesario invertir mucho más recursos en el ámbito de la investigación delictiva. Es decir: falta un profundo viraje en la Fiscalía General del Estado. Las presiones al gobierno federal, bajo el auspicio de algunos sectores políticos locales en el ánimo de que nombre a un comisionado como lo hizo en Michoacán, no van a prosperar, como tampoco un operativo con el Ejército al frente. Es insuficiente el personal. A ver.
Punto y Aparte
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Debilidad institucional (1)
Lo indicado para criminales
1.- Varias veces me he referido al ensayo del doctor Eduardo Guerrero Gutiérrez, experto en seguridad nacional y seguridad pública, titulado “La raíz de la violencia” y publicado por la revista “Nexos” en su edición de junio de 2011. Si ustedes, amables lectores, están interesados en comprender los factores que detonan la recurrente incidencia delictiva sobre ciertas regiones de nuestro país, como sucede en la zona centro (donde se encuentra Morelos), es importante que consulten el archivo histórico de “Nexos” y obtengan todo el ensayo.
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