El ex titular de la PGR consideró que la delincuencia organizada había ganado terreno dentro de las instituciones gracias a la corrupción entre policías y autoridades de los tres órdenes gubernamentales involucrados con el narcotráfico y bandas delictivas; independientemente de que a las corporaciones policíacas seguían ingresando sujetos identificados con la imagen cultural que la sociedad mexicana tenía de los policías. Ni duda cabe: la gente supone que se trata de sujetos prepotentes, corruptos, agresivos, de escasa escolaridad, encubridores de delincuentes, con pistola al cinto, cinturón piteado y mentando madres. ¿Algún parecido con la realidad o mera coincidencia?
2.- Lozano Gracia subrayó, además, que una de las más significativas causas de la inseguridad a nivel nacional, la cual yacía como herencia maldita de los gobiernos priístas para la sociedad mexicana allá y entonces (recuerden que estábamos en mayo del año 2000), era el haber justificado en todas las corporaciones una supuesta eficiencia con corrupción, lo cual tuvo un costo demasiado elevado pues provocó el resquebrajamiento de relaciones entre la sociedad y los respectivos servidores públicos. En un principio la ciudadanía empezó a perderle respeto a la autoridad representada por los policías y después se siguió con todos los funcionarios y políticos. Altamente preocupante es que a más de dos sexenios de distancia la situación sigue igual, amenazando con empeorar. Ni el ya citado Sergio Estrada Cajigal, ni su relevo (también panista) Marco Antonio Adame Castillo resolvieron la problemática. ¿Qué pasó? Para nadie es un secreto que durante aquellas administraciones afloraron las redes de connivencia entre altos jefes policíacos, tolerados por sus superiores, con el crimen organizado. Abundan los testimonios al respecto en las hemerotecas.
3.- En esta ocasión quiero retomar parte de una investigación que guardo en mi archivo personal, realizada y difundida el 30 de noviembre de 2008 por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). Se tituló “La policía que queremos”, en la cual el ombudsman capitalino plasmó un diagnóstico sobre la cotidianeidad de la policía en la ciudad más grande del mundo y que, allá y entonces, en el contexto de los primeros 100 días de la “Alianza por la legalidad, la justicia y la seguridad”, había sido declarada como la más insegura de todo el país, mientras la más segura era Mérida. Aunque la investigación data de 2008, tiene plena vigencia hoy y se adapta a cualquier corporación en los tres órdenes de gobierno. ¿Cuáles eran los más graves problemas de la policía capitalina? Corrupción, condiciones de trabajo, cercanía con la ciudadanía y capacitación. Dentro de la corrupción, los efectivos policíacos reconocieron que existía el problema, pero responsabilizaron, en primer lugar, a sus jefes, a quienes se les debía entregar determinadas cantidades de dinero, todos los días. Asimismo, reconocieron la implicación de la ciudadanía, que acepta el otorgamiento de dádivas a los servidores públicos para evitarse molestias., Etcétera. Todo lo anterior, infortunadamente para los morelenses, se repite en nuestra entidad, donde el flamante comisionado estatal de Seguridad Pública, Alberto Capella Ibarra, declaró ayer con relación a la policía municipal de Huitzilac, hoy adherida al Mando Unico: es una corporación perezosa y temerosa. Yo diría que si Capella le rasca, brotará el pus. Y si no, al tiempo.
4.- Cambiemos de frecuencia. El Congreso local ya se prepara para meterle mano al nuevo órgano electoral morelense, resultante de la creación del Instituto Nacional de Elecciones (INE) y la reforma electoral que está por detallarse en el Congreso de la Unión. En días pasados el Poder Ejecutivo anunció que ya alista una iniciativa que será enviada al Congreso, y a través del secretario de Gobierno, Jorge Messeguer, emitió consideraciones en cuanto a que el órgano renovado será básicamente el mismo, pero con dos consejeros más, pues la nueva estructura contempla siete. Y es ahí donde radica el quid de la cuestión, pues izquierdistas y oposicionistas no ven con los mismos ojos al actual presidente del todavía Instituto Estatal Electoral, Jesús Meza Tello. Por lo tanto esperan aprovechar esta oportunidad para lograr una nueva conformación que ofrezca un mejor reparto de posiciones y a la vez condiciones de equidad en los comicios locales que ya no se ven tan lejanos. Veremos si esta nueva disputa consolida los puntos de coincidencia entre las diversas bancadas parlamentarias o ahonda las diferencias. Lo que sí es un hecho es el involucramiento directo del Consejo General del INE. No todo será miel sobre hojuelas para nuestros ínclitos legisladores locales.
5.- Cuando en las escuelas los alumnos retornen del periodo vacacional de Semana Mayor, el mes de abril habrá avanzado tanto que está a punto de terminar y el ciclo escolar entrará prácticamente en su parte final; padres, alumnos y maestros se ocuparán de hablar de exámenes finales, ceremonias de graduación y nuevas vacaciones. Mientras, el dinero gubernamental para pagar los gastos de mantenimiento y erradicar las cuotas escolares seguirá sin llegar. Estos recursos fueron aprobados desde la legislatura pasada y no se ha encontrado la forma de hacer una entrega eficiente de los mismos a las escuelas, por más que hay pronunciamientos de los diputados en forma de exhortos a las autoridades de Educación y por más que éstas se manifiestan enteramente dispuestas a hacerlo. De acuerdo con el IEBEM, actualmente el dinero está atorado porque las escuelas pequeñas temen a que el manejo de los recursos les genere complicaciones –lo ven como un enredo- y es en los planteles de mayor matrícula a donde se espera que en mayo comience a llegar el dinero. A ver.
6.- Desde el interior del PRD hay quienes ven con sorna la conversión del diputado Joaquín Carpintero Salazar en solaztequista. Es evidente –dicen- que llega al PRD con el ánimo de sumar votos a la bancada y con la promesa, a cambio, de que su nombre figurará en las listas de candidatos perredistas para el 2015. Pero no lo ven como uno de los suyos, sino como arribista. Y esperan que sus ansias de ser candidato se frustren por el propio bien del perredismo, que ahora que ha logrado llegar al poder no puede comenzar por hacer a un lado a quienes se la han jugado con el proyecto, para poner en su lugar a simpatizantes de ocasión. Ya veremos.