El dantesco hallazgo ocurrió en el domicilio particular de dicho matrimonio, sito sobre la calle Tabachín de la colonia Bellavista, en Cuernavaca. Hasta el momento de redactar la presente columna, la Fiscalía General del Estado sostenía como móvil del doble homicidio a un frustrado asalto. El o los perpetradores –quizás- pudieron ser detectados por el doctor Chao y su esposa, a quienes lapidaron. Al parecer hay ocho detenidos. Chao Barona tomó posesión como director de la Escuela de Trabajo Social en abril de 2013, pero desde hace muchos años (más de 36) destacó por sus aportaciones para mejorar la calidad académica y científica de la UAEM. También fue promotor del Consejo Popular de Salud Comunitaria, del Instituto Universitario para Ancianos en Comunidad, de la Red de Cooperación Interinstitucional región Centro-Sur del país y participante en la fundación de la Comisión de Bioética del Estado de Morelos, entre otros cargos. Es, pues, una pérdida irreparable.
2.- El gobernador de Morelos, Graco Ramírez Garrido Abreu, al referirse a los asesinatos, se comprometió a dar con los responsables y que se les aplique todo el rigor de la ley. Previo a la instalación de la Comisión Coordinadora Estatal para el Desarrollo Social, Graco pidió un minuto de silencio en memoria de quien también fuera integrante del Consejo Ciudadano de Desarrollo Social. “He hablado con el Fiscal. Se trata de una acción atípica, no es un acto delictivo ordinario, ya se está investigando”, puntualizó el mandatario. Indicó que “la consternación es mayor porque se trata de un gran amigo, en lo personal, también de Sara, su esposa”. Y comentó que el doctor Chao “estaba preocupado siempre de que la política social sirviera para fomentar la sociedad de derechos y construir ciudadanía; por evitar que sirva para la política clientelar que convierte a los ciudadanos en mercancía política”.
3.- Mientras esto se expresaba en Palacio de Gobierno, por otro lado, entre la comunidad universitaria de la UAEM, se convocaba a una marcha este día (7 de mayo), la cual partirá desde el acceso principal de la máxima casa de estudios rumbo al centro cuernavacense. Así las cosas, ante este homicidio de alto impacto quedaron atrás casi cuatro semanas de discursos y apoyos del gobierno peñista al Ejecutivo morelense. Aunque se han presentado otras muertes violentas durante el mismo lapso, ninguna había alterado el remanso aludido. La variable impredecible (o el infortunio) surgió a cuatro días de la caravana que algunos detractores de Graco Ramírez realizarán con destino a la Ciudad de México, donde atizarán el fuego en Palacio Nacional y el Senado de la República; escenario en el cual –faltaba más- se colocarán los oportunistas de siempre para sacar raja política. A ver.
4.- Y a río revuelto, ganancia de pescadores. Ahora resulta que Michoacán es un estado más seguro que Jalisco, el Estado de México, Tamaulipas y Morelos. ¿Saben ustedes quién afirmó lo anterior? El gobernador de aquella entidad, Fausto Vallejo Figueroa, quien destacó los avances en materia de seguridad en su conflictivo estado. “No es consuelo de muchos eh, sino simplemente cómo estábamos y medir cómo estamos ahora”, mencionó. Empero, ponderó el trabajo desplegado por el comisionado federal de seguridad y desarrollo para Michoacán, Alfredo Castillo, “quien está manejando en su totalidad el tema de la seguridad en Michoacán”. Finalmente, quien se ha sostenido con alfileres en la gubernatura aseveró que “sin ser omiso, soy copartícipe en esta responsabilidad”. ¿Cómo la ven estimados lectores?
5.- Cambiemos de frecuencia. Una máxima de la política señala que un partido se fortalece en la oposición y se debilita en el poder. Ese debilitamiento es paulatino y lo lleva a la derrota en algún momento, como al PAN le sucedió en Morelos al perder en apenas 12 años la gubernatura que ganó en 2000 gracias al “efecto Fox”, y como le ocurrió también a nivel federal en el mismo lapso. Eventualmente lo mismo le ocurrirá aquí al PRD, pero no en el corto plazo. Los perredistas tienen como su principal pendiente el de conquistar la Presidencia de la República y en Morelos hoy se muestran como un partido fuerte y en crecimiento, con la exhibición de músculo que hicieron el domingo.
6.- No fue casual que el líder estatal Abel Espín aludiera al de la unidad como el requerimiento principal de los perredistas para seguir avanzando, pero tampoco que la coordinadora de la bancada en el Congreso local, Lucía Meza, recordara que en Morelos la gubernatura se ganó como resultado del trabajo de muchos años y la suma de diversos grupos que aportaron su mejor esfuerzo, lo cual se explica revisando el origen de quienes componen actualmente el gabinete principal del gobierno morelense. Porque el PRD necesitará unidad para refrendar su supremacía estatal en 2015, para obtener la mayoría en el Congreso y el mayor número posible de presidencias municipales; pero esa unidad estará en riesgo al momento de la asignación de candidaturas, cuando los perredistas de viejo cuño reclamen tener mejor derecho que los neoperredistas, quienes se han subido al barco amparados por compromisos recientes y que podrían ser más cercanos a los afectos de quienes tomarán las decisiones. No será raro que en esos tiempos los acusen de faltos de democracia, al margen de los nombres de quienes resulten candidatos, como no fue raro que en su multitudinario evento del domingo les acusaran de acarreo. Son dolores de crecimiento o acaso vicios del poder.
7.- En los discursos perredistas por su festejo se reconoció a la inseguridad pública como problema grave, aderezados los comentarios con afirmaciones de que ahora sí va bien la estrategia para dotar de seguridad a los morelenses. Pero esos discursos sonaron discordes a la realidad apenas pocas horas después, cuando corrió la noticia del asesinato del investigador, catedrático y directivo universitario Alejandro Chao Barona y su esposa Sara. Hoy más que nunca la Fiscalía General de Morelos debe encontrar a los autores del doble homicidio. Urge la neutralización de nuevos frentes de guerra. Nomás falta que al dueño del circo le crezcan los enanos.