El 5 de mayo del presente año se tensó el idilio y terminó la “luna de miel” mostrados por el gobierno estatal y la UAEM desde el comienzo del actual sexenio. Ello ocurrió tras los arteros asesinatos del doctor Alejandro Chao Barona y su esposa Sara Rebolledo. El mismo día se reunió el Consejo Universitario en sesión extraordinaria, acordando la realización de una multitudinaria marcha el 7 de mayo. Desde mi particular punto de vista, esa ha sido la mayor movilización social en lo que va del sexenio graquista, organizada en el corto lapso de 24 horas.
2.- Y el 15 de mayo de 2014 se realizaron en el auditorio Emiliano Zapata de la UAEM los ahora célebres Diálogos Universitarios, dizque para contribuir a modificar la estrategia de seguridad pública implementada por Graco Ramírez. Es decir: al mandatario y a sus colaboradores se les culpaba infundadamente del doble homicidio. Para entonces los agravios eran de sobra conocidos, mismos que fueron exacerbados por la virulencia del secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén, expresada durante un desencuentro con el rector Vera teniendo como escenario el restaurante “El Faisán”. Dícese que el funcionario estatal golpeó la mesa y exigió al rector que frenara la manifestación del 7 de junio. Aquello fue atestiguado por Javier Sicilia, secretario de Extensión Universitaria de la UAEM, y el ex consejero electoral Mario Caballero, cuya función dentro del círculo de colaboradores de Alejandro Vera desconozco. Caballero, precisamente, fue quien pediría en los Diálogos Universitarios un minuto de silencio ante la ausencia de representantes del Poder Ejecutivo. Etcétera, etcétera.
3.- Aquel escenario, insisto, cambió ayer; espero que para bien de la comunidad universitaria. Sin embargo, me quedo con la imagen de un atribulado y voluble rector que, en su momento, asumió posiciones contradictorias. Quizás, al comienzo del conflicto de mayo, no supo qué hacer con la “papa” caliente representada por los homicidios, mismos que fueron aclarados, pues hoy los asesinos están sometidos a proceso penal. Alejandro era otro en la jornada de ayer. Por todo lo antes expuesto, deseo que aquel estado frenético no se repita en el señor rector, pues de lo contrario perderá lo que le queda de credibilidad rumbo a los comicios de 2015. Por si ustedes no lo saben, Alejandro Vera está considerado como prospecto a algún cargo de elección popular por el Partido Movimiento de Regeneración Nacional, mejor conocido por las siglas Morena. Algo de raja política habría que sacar luego de la multitudinaria manifestación y los mentados Diálogos Universitarios.
4.- El colofón de todo, amables lectores, es que tras los homicidios de Alejandro Chao y su esposa por un lado se colocó la comunidad universitaria bajo la indignada convocatoria de sus más altas autoridades; pero en el otro se ubicaron los sempiternos oportunistas, quienes aprovecharon con fines personales o preelectorales la fuerza de esa comunidad. Por cierto, la UAEM participará en los Diálogos por Morelos a realizarse el jueves de esta semana en el Centro de Convenciones de Xochitepec, mismos que se derivaron del doble homicidio y las otrora tensas relaciones del Poder Ejecutivo con la UAEM. Aquel escenario sirvió para cambiar actitudes. Y es que la política sigue siendo circunstancial.
5.- Insisto: atrás quedaron los días en que el perredismo se lo quería comer vivo y el secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén, fue evidenciado en su intento por tundirlo a golpes físicos, porque en lo político y en lo periodístico su propósito no quedó solo en intento. Ahora el rector Alejandro Vera se transformó en un ser querido por todos los izquierdistas al recibir en la Universidad al mandatario estatal y exaltar el compromiso de Graco con la UAEM, cristalizado particularmente en el terreno que más necesitaba –y necesita-, el financiero. La alabanza de Vera Jiménez corrió de boca en boca y su registro en audio fue multiplicado por los medios electrónicos, lo que hizo parecer que el evento de informe de la institución educativa perseguía más bien un interés de carácter político, matiz que justo le dieron los diputados perredistas en el Congreso local al avalar lo acontecido en el campus Chamilpa a través de la coordinadora de su bancada, Lucía Meza Guzmán, y del presidente de la mesa directiva, Juan Ángel Flores Bustamante. Habemus amigo, habrán dicho los perredistas, pensando quizás en que la nebulosidad del humo blanco puede permitirles, otra vez, sembrar política y pescar votos en los fértiles campos universitarios.
6.- Cambiemos de frecuencia. El artículo 147 de la Constitución Política local señala que el Congreso debe remitir a los ayuntamientos las reformas o adiciones que los propios diputados aprueben a la mismas, y en su fracción II indica que: “Si transcurriere un mes desde la fecha en que los Ayuntamientos hayan recibido el proyecto de reformas, sin que se hubiere recibido en el Congreso el resultado de la votación, se entenderá que aceptan la adición o reforma”. Eso es lo que se conoce como afirmativa ficta y el punto clave por el cual desde el Ejecutivo y el Legislativo se está rogando hoy a los ayuntamientos, en público y en privado, para que den curso a las reformas constitucionales que en materia política aprobaron los diputados el miércoles 11 de junio, durante la extraordinaria sesión ordinaria que tuvieron en el lujoso hotel Las Mañanitas –el pueblo paga-, nombrado como su segunda casa para poder mantenerse a salvo de la chusma que ese día bloqueó el recinto legislativo. A los alcaldes en público se les ruega, en privado se les presiona y amenaza, y quienes mueven los hilos de la política estatal recurren a prácticas propias del chantaje y el tráfico de influencias porque de no darse la aprobación de los cambios en materia político electoral para la fecha fatal (el 25 de junio), los comicios del año próximo podrían pasar a ser operados de lleno por el Instituto Nacional de Elecciones, y ello podría afectar los intereses, precisamente, de los santones de la política morelense.
7.- El coordinador de los priistas en el Congreso local, Isaac Pimentel Rivas, reconoció que su bancada espera destrabar la aprobación de créditos y refinanciamientos para ocho municipios gobernados por el tricolor, con base en el jaloneo por la aprobación de los ajustes constitucionales en los ayuntamientos, y entre esos municipios se encuentran Tlayacapan, Tetecala, Coatlán del Río, Temoac, Mazatepec, Zacualpan, Puente de Ixtla y Cuernavaca; en este último en teoría desde febrero se habían logrado acuerdos con el PRD para un refinanciamiento por 755 millones de pesos; en tanto, el PRD aprovecharía para impulsar los créditos de Cuautla y Jiutepec, aunque en este último caso destaca el hecho de que la alcaldesa ha entrado en pleitos con algunos legisladores por el crecimiento de su nómina y su gasto corriente, así como por las versiones que ya la ubican como candidata de Morena para 2015. A ver.
Punto y Aparte
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UAEM y Ejecutivo en paz
Reforma política y alcaldes
1.- El escenario cambió ayer de manera dramática. El gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu y el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez, simbolizaron que las relaciones del Ejecutivo con la institución (y viceversa) están a partir de un piñón. O “no hay fijón”, como dijo Fox cuando lo insultó el finado Hugo Chávez.
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