El 14 de enero de 2009 escribí lo siguiente: “El secretario de Finanzas y Planeación del Estado, Alejandro Villarreal Gasca, lleva por lo menos dos años administrando la pobreza y pretendiendo sacar agua de las piedras, si es que todavía le quedan algunas. Una de sus principales misiones es pagar los platos rotos de la compleja estructura financiera nacional cuyas líneas programáticas son trazadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dependencia de la cual proviene más del 95 por ciento del Presupuesto de Egresos de cada entidad federativa. Con los operadores de la hacienda estatal se repite la historia de quien culpa al cartero por llevar malas noticias. Villarreal Gasca, informado respecto a los vaivenes de los precios internacionales de petróleo, así como del comportamiento de los más importantes agentes económicos norteamericanos, percibió desde mediados del año pasado (2008) que algo grave estaba sucediendo en torno a las finanzas públicas mexicanas. Las ministraciones o participaciones enviadas por la SHCP a Morelos no venían completas o simplemente no aparecían”.
2.- Añadí: “La semana pasada, una vez aprobado el Presupuesto de Egresos por el Congreso local, Villarreal Gasca lanzó la voz de alerta a todos los alcaldes bajo el siguiente tenor: eviten el despilfarro, ahorren y no se despachen con la cuchara grande (estas palabras fueron mías). El exhorto debió evitar la bancarrota que padecen actualmente la mayoría de ayuntamientos, cuyas autoridades no atendieron el llamado del secretario de Finanzas y Planeación. Al contrario: hay patéticos casos, como el del ayuntamiento de Temixco, donde el número de plazas creció, de aproximadamente 200 en el año 2006, a casi 550 existentes en la actualidad”. Noten ustedes que quien esto escribe utilizó allá y entonces la palabra bancarrota. La mayoría de municipios morelenses enfrentaba ya graves problemas de liquidez e insolvencia para sostener con eficacia los servicios públicos que le mandata el artículo 115 constitucional.
3.- Los 2 mil 418 municipios de México presentan una enorme heterogeneidad en su conformación política, económica y social, diversidad que se traduce en la existencia de distintos niveles de desarrollo y en variadas capacidades de gobierno y administración respecto a los habitantes de cada una de las localidades que los conforman. Las localidades muestran elementos poblacionales, económicos y normativos que los hacen muy diferentes entre sí, aun tratándose de municipios ubicados en una misma entidad federativa. No hace mucho, quizás una década atrás, la gran mayoría de los municipios del país tenían una participación bastante menor en la realización de obras e infraestructura de beneficio comunitario; la razón fundamental radica en la carencia de recursos financieros, ya que son ingresos derivados en su mayor parte de las participaciones fiscales, que apenas permiten solventar sus estructuras administrativas (obesas en casos concretos), así como otros gastos de operación como puede ser el alumbrado público.
4.- Esta situación conduce a que las funciones de los municipios se limiten, en parte importante, a proporcionar servicios de tipo administrativo (registro civil, licencias comerciales, permisos, etc.); en algunos casos realizan algunas obras públicas de mediana importancia. Desde hace varios años se ha postergado una profunda reforma constitucional en materia municipal. Sin embargo, la agenda legislativa existe, por lo menos en el Senado de la República, abarcando cuatro lineamientos fundamentales: 1) Estructura Financiera del Ayuntamiento y Coordinación Fiscal; 2) Integración Política del Ayuntamiento y Participación Ciudadana; 3) Organización y Gestión de la Administración Municipal, y 4) Competencias y Coordinación Intergubernamental. Pero mientras no lleguen las grandes transformaciones, los municipios mexicanos seguirán padeciendo penurias y riesgos, como ocurre en Morelos. La realidad financiera de la inmensa mayoría de ayuntamientos provocó que los municipios sean un blanco cómodo del crimen organizado.
5.- Cambiemos de frecuencia. Leí el texto de una iniciativa de la diputada Erika Hernández Gordillo sobre la toma de medidas legislativas para desalentar el abandono de que los familiares llegan a hacer objeto a los adultos mayores. Quizás es ingratitud innata del ser humano o se da sólo en algunos casos específicos, pero es destacable cómo proliferan los casos de gente mayor que sufre de ese abandono y que se encuentra prácticamente en estado de indefensión. El documento expone que los adultos mayores requieren de cuidados y atención específicos por el incremento del grado de vulnerabilidad, ello debido al inexorable paso de los años. Los adultos mayores en México -dice- enfrentan todos los días situaciones de desigualdad social, enfermedad, vulnerabilidad, malos tratos, inequidad y discriminación debido a su edad, además de que deben enfrentar las pocas o nulas oportunidades laborales a las que tienen acceso, aun y cuando todavía requieren seguir trabajando ya sea porque no cuentan con una pensión o porque las personas a las que les corresponde la obligación de atenderlos, simplemente no lo hacen o bien desaparecen.
6.- “Este es un tema que requiere la atención de todos nosotros, ya que las personas adultas que son víctimas de algún tipo de violencia, tienen una mayor prevalencia de presentar síndrome de estrés postraumático, crisis de ansiedad, fobias, pánico, trastornos por somatización y depresión. Además de lo anterior, éstas personas sienten afectada su integridad y se perciben como un grupo altamente vulnerable, experimentando un fuerte sentimiento de aislamiento frente ante estos hechos; y si a ello agregamos que no denuncian el maltrato, en un primer término porque no saben cómo hacerlo y en segundo lugar porque temen perder el apoyo económico que reciben de su familia o por vergüenza a que se conozca la situación que padecen”. El asunto llama a la reflexión y mientras diputados como Erika Hernández hacen la labor que les corresponde para ajustar el marco jurídico, en lo particular podemos preguntarnos si estamos cumpliendo la responsabilidad que tenemos con los adultos mayores de nuestra propia familia y, por supuesto, no debemos olvidar que vamos con ese destino, si bien nos va. Por cierto que los adultos mayores son un sector soslayado también por parte de algunas autoridades, por ejemplo en lo que hace al transporte colectivo. A ello me referiré en otra ocasión.
Punto y Aparte
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Municipios en precarismo
El abandono de personas
1.- Como en todo hay precedentes, la actual crisis financiera de los 33 municipios morelenses los tiene. El precarismo municipal no es nuevo, pero como ahora nunca se había presentado amenazando, inclusive, la gobernabilidad en determinadas regiones. Desglosemos.
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