Lo deseable es que esto no ocurra en Morelos, donde el temible Sinatrec amenaza con sentar sus reales. Durante una gira efectuada ayer en Jonacatepec por el gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu aparecieron alrededor de 200 supuestos afiliados al Sinatrec para exigirle al titular del Poder Ejecutivo que los tome en cuenta en la ejecución de obras, sobre todo las de gran magnitud. Recuerden ustedes que la CTM-Morelos y el Nuevo Grupo Sindical de la familia Hernández Bringas tienen actualmente asignados los contratos. Justo cuando el gobernador supervisaba la construcción de una planta tratadora de aguas residuales saltaron los del Sinatrec con actitudes agresivas. El subsecretario de Gobierno, Omar Darío de Lassé Cañas, dialogó con ellos y les propuso la integración de una comisión para analizar sus inconformidades la semana próxima, lo cual fue rechazado. Las huestes del Sinatrec amenazaron con intensificar sus protestas.
2.- Hace algunas semanas el secretario del Trabajo y Previsión Social de Morelos, José de Jesús Pérez Moreno, confirmó que el Sinatrec interpuso amparos ante un juzgado federal para ser reconocido por las autoridades laborales de nuestra entidad, pero lo mismo ha hecho en otras regiones del país a fin de conseguir “certeza jurídica” y someter a las instituciones de los tres órdenes de gobierno. Es una de sus tácticas de penetración. El Sinatrec tiene su sede en Toluca, Estado de México, pero posee delegaciones en otras partes de la entidad mexiquense. En la zona oriente de Morelos inauguró hace poco sus oficinas delegacionales, concretamente en el mero centro de Jonacatepec. Pero es en Toluca donde tiene sentados sus reales, dícese que con el apoyo del gobernador Eruviel Avila. El internet está infestado de conflictos donde aparece el Sinatrec. En los siguientes lugares dejó pésimo sabor de boca, así como antecedentes de violencia, amenazas, corrupción y pésimas obras ejecutadas: Querétaro, Atotonilco de Tula, Veracruz e Hidalgo. Sobre varios municipios del norte veracruzano (Tuxpan y Tamiahua, entre otras localidades) se recuerda a las huestes del Sinatrec dispuestas a todo. Infinidad de ocasiones quisieron sabotear proyectos (con contratos asignados a la CTM) utilizando a gente armada, no solo con machetes y palos, sino también portando pistolas y rifles de alto poder. Y lo mismo anhela repetir en nuestra entidad federativa. A ver.
3.- Cambiemos de frecuencia. En la columna anterior comenté que el foro sobre seguridad y participación ciudadana efectuado por la organización Causa Común -presidida por la activista María Elena Morera- en la sede de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos sería interpretado bajo la posición ideológica y partidista de cada quien. Así es la política y así sucedió: opinaron detractores y apologistas del actual régimen estatal. Desde luego de manera contraria, una de esas voces fue la del diputado panista Javier Bolaños Aguilar, quien durante el bienio que lleva transcurrido la 52 Legislatura se ha opuesto a todo lo que provenga desde ámbitos del Poder Ejecutivo. Sin embargo, siempre me ha parecido importante esperar y analizar los argumentos del ex secretario ejecutivo de la extinta Comisión Estatal de Agua y Medio Ambiente (Ceama), porque es quien realmente manda en el Congreso. Para nadie es un secreto que este aspirante a la alcaldía cuernavacense manipula con gran pericia a los principales actores de ese cuerpo colegiado. Lo mismo negocia decisiones mediante alianzas con el PRI que con el PRD.
4.- Sin embargo, el problema de Javier Bolaños es su amnesia. Cada vez que impugna cualquier información difundida –desde luego en sentido positivo- por el gobierno graquista en torno a la seguridad olvida que durante la gestión de Marco Adame Castillo (2006-2012) se implementó dos veces el operativo “Morelos Seguro” con la venia presidencial y la supuesta coordinación entre la Secretaría de la Defensa Nacional, autoridades federales e instituciones estatales. Entre otras cosas, el legislador blanquiazul ya no recuerda que Adame fue desplazado por el otrora poderoso comandante de la 24ª. Zona Militar, Leopoldo Díaz Pérez, quien llegó a tener un predominio comparable hoy con el de Alfredo Castillo, comisionado federal en Michoacán. Y en igual número de ocasiones dicha estrategia de seguridad pública fue un rotundo fracaso. No disminuyó la incidencia delictiva, pero sí abundaron los atropellos a la ciudadanía. Campeó el abuso de autoridad y el quebranto de garantías individuales por parte de elementos del Ejército y la Policía Federal, mientras la policía estatal y las municipales permanecieron infiltradas por bandas delincuenciales.
5.- Quién sabe durante cuánto tiempo, la demarcación Morelos de la Policía Federal estuvo infestada por agentes dedicados a la extorsión y el secuestro. Muchos provenían de otros estados dizque para reforzar el “Morelos Seguro”. Y a juzgar por las apariencias ya se olvidó el atentado a agentes de la DEA en Tres Marías y la extorsión a comerciantes asentados en el Paseo Cuauhnáhuac, ambos casos con el protagonismo de agentes federales. Ya se olvidó la fabricación de delincuentes en el bunker de la Federal ubicado en la misma avenida. Nadie recuerda las torturas a detenidos en instalaciones de la 24ª. Zona Militar. Y decepcionado observo que muy rápido se hizo a un lado el asesinato de Jethro Ramsés Sánchez Santana ocurrido en la sede del 21 Batallón de Infantería. Etcétera. Bolaños tampoco se acuerda de los colgados, ni de los desmembrados que un día sí y otro también aparecían por doquier, ni de la confabulación de altos jefes policíacos con el crimen organizado, lo cual también ocurrió en el sexenio estradista, al cual sirvió con gran eficacia. Conclusión: el diputado de marras es el menos indicado para opinar en materia de seguridad pública. No tiene calidad moral para hacerlo, aunque sí un estupendo discurso impugnativo y capacidad de liderazgo en el Congreso.
6.- Y precisamente capacidad de convocatoria está demostrando Erick Castro Ibarra, delegado de la Secretaría de Gobernación en Morelos y jojutlense de conocida raigambre priísta. Lleva varias semanas convocando a ruedas de prensa que han servido como marco a otros delegados (priístas) de dependencias federales para difundir el resultado de sus programas operativos anuales. Empero, tales apariciones públicas proyectan la idea de que desde el “sector central” se dio luz verde a Castro Ibarra para deslindarse de cualquier relación con el gobierno estatal y construir una estructura paralela de información. Es decir: ustedes por allá y nosotros acá. Juntos, pero no revueltos.