En el siguiente mes de octubre, ya con la perredista Lucía Meza y el panista Javier Bolaños entronizados, respectivamente, en la Mesa Directiva y la Junta Política y de Gobierno, los diputados deberán encargarse de manera prioritaria de recibir, conocer, discutir y dictaminar la iniciativa del gobernador Graco Ramírez Garrido Abreu, referente a la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos del gobierno estatal para 2015, que según el propio artículo mencionado líneas arriba, deberán ser aprobados a más tardar el 15 de diciembre, fecha establecida también para clausurar el periodo de sesiones. A Meza Guzmán debe corresponderle desde ahora la organización de la sesión solemne del primero de septiembre, en la que los diputados serán anfitriones del mandatario estatal y de la titular del Poder Judicial, Nadia Luz María Lara Chávez.
2.- La principal responsabilidad de generar consensos a favor del paquete económico gubernamental le corresponderá a Lucía Meza como presidenta del Congreso y al coordinador de la bancada del PRD, Arturo Flores Solorio, por tratarse de una administración estatal perredista. Sin embargo, previo a ello se debe definir el acuerdo para la designación del presidente de la Comisión de Hacienda, Presupuesto y Cuenta Pública, pues luego de los jaloneos por la mesa directiva, que llevaron hasta un periodo extraordinario de sesiones y en los que la Comisión de Hacienda fue parte del paquete que se puso en juego, el priista José Manuel Agüero Tovar sostiene que le ha sido prometida la presidencia por parte de los perredistas, mientras que el panista Mario Arturo Arizmendi asegura que el acuerdo entre su partido y las izquierdas es el que debe prevalecer para mantenerlo a él en ese cargo.
3.- El viernes por la mañana se reunirán de nuevo los diputados priistas para discutir a quién eligen como su coordinador parlamentario, de entre los diputados Rosalina Mazari y Juan Carlos Rivera. La primera es apoyada por José Manuel Agüero y el lunes recibió prórroga para cabildear su nombramiento con el resto de sus compañeros, mientras que el segundo se ampara en un documento que el año pasado firmaron Isaac Pimentel, Matías Nazario, Antonio Rodríguez y él mismo, donde se establece el compromiso de convertirlo en coordinador de la bancada en el último año de la legislatura. En resumidas cuentas, ambos aspirantes a la coordinación tienen la misma posibilidad de obtener el nombramiento, pues el documento firmado en apoyo a uno de ellos no vale un cacahuate, si nos atenemos a la creencia general de que los diputados no tienen palabra. El caso es que el viernes los tricolores podrían definir a su nuevo pastor. A ver.
4.- Cambiemos de frecuencia y vayamos a los altibajos experimentados por la frágil seguridad pública morelense. Digo frágil porque la actual administración estatal recibió instituciones podridas, producto de 12 años de negligencia y omisiones. Apenas están siendo saneadas. Sobre el tema abundan los testimonios periodísticos en la materia. A las pruebas me remito. Simplemente este lunes trascendió que el Sistema de Administración y Enajenación de Bienes Asegurados (SAE) pondrá a remate la residencia otrora propiedad de Arturo Beltrán Leyva (“El Barbas”), el célebre jefe de uno de los más importantes grupos criminales dedicados al narcotráfico, la cual está situada en el fraccionamiento “Los Limoneros” de Ahuatepec y donde el 11 de diciembre de 2009 se realizó una “narcoposada” con la asistencia del mismo personaje, quien logró huir previo al arribo de marinos mexicanos. Sin embargo, no pudo hacer lo mismo el 15 del mismo mes y año cuando elementos de la Armada de México lo abatieron en un conocido condominio de la colonia Lomas de la Selva. Dícese que desde entonces hasta hoy Morelos se enfrenta al crimen desorganizado, aunque yo diría que también a una cada vez más evidente cultura de la violencia.
5.- Según Johan Galtung, sociólogo noruego experto en conflictos sociales, la violencia es como un iceberg. Es decir, la parte visible es mucho más pequeña que las inobservables. Así tipifica tres tipos de violencia: la violencia directa, la violencia estructural y la violencia cultural. La directa es visible y se concreta con comportamientos, respondiendo a actos de violencia. La estructural (“la peor”, dice Galtung) se centra en el conjunto de estructuras que impiden la satisfacción de las necesidades y se concreta en la negación de las mismas necesidades. Y la cultural, que crea un marco legitimador de la violencia y se concreta en actitudes. Surge entonces la inevitable pregunta: ¿Estamos inmersos en una cultura de violencia, entendiéndola como la respuesta violenta a los conflictos? En el caso concreto de los morelenses ¿la vemos como algo natural, normal e incluso como la única manera viable de hacer frente a los problemas y disputas que nos encontramos a diario? Desde mi particular punto de vista respondo con un rotundo sí. A lo largo de 41 años de carrera periodística he visto la evolución de la violencia en mi entidad natal. Diez gobernadores (tres en el sexenio de pesadilla 1994-2000) y ninguno ha podido controlar la violencia, mucho menos evitar la cultura de la violencia. Sin duda debo vincular todo lo antes dicho con recientes escaladas de agresiones directas a personas ejecutadas por criminales que están recurriendo (sobre todo) al robo con violencia para conseguir dinero, movilidad y armas.
6.- Para Lolita Bosch, escritora mexicano-catalana radicada en Barcelona (España), el narcotráfico, unas autoridades y unos políticos impunes y una corrupción desmedida son la causa de la violencia que azota a México. Para ella, “la violencia es histórica si se entiende como estrechamente vinculada con el Partido Revolucionario Institucional en el poder, y es estructural en el sentido de que ha corrompido todos los niveles de la sociedad.” Agrega, además, que la violencia está vinculada con la política, su amparo, su venta y su protección. Asegura que “al derrumbarse el régimen de control priísta, la violencia estalla en México igual que en Irak la violencia estalla al derrumbarse el control autoritario.” Cree que México siempre será violento y corrupto. Y lo compara con el sur de Italia, Albania y el continente africano. “Hay formas culturales residuales que no se modifican y producen sociedades de enfermos mentales que normalizan la patología”, concluyó. ¿Ustedes qué opinan, estimados lectores? Para mí no hay duda: en Morelos prevalece la cultura de la violencia. Y demasiada impunidad.
Punto y Aparte
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Forcejeo entre priistas
Cultura de la violencia
1.- De conformidad con el artículo 32 de la Constitución Política del Estado de Morelos, el Congreso deberá iniciar el primero de septiembre su primer periodo ordinario de sesiones correspondiente al tercer y último año de la actual legislatura.
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