No hicieron ningún ejercicio prospectivo porque en 1897 las condiciones eran muy distintas a las actuales. William Pritchard y Eugenio J. Cañas crearon entonces los tranvías de mulitas de Cuernavaca, sin suponer que más de un siglo después las autoridades estarían a merced de los prestadores del servicio. La operación de esos tranvías se interrumpió en varias ocasiones por la Revolución, reanudándose hasta 1928 con regularidad. Empero, desaparecieron por la competencia que ya existía desde 1920 con automóviles Ford (de pedales), cuyo recorrido era el mismo de los tranvías. También funcionaban las carretelas o calandrias en dicho derrotero. Los primeros “permisionarios” fueron Mauricio Galindo, Jesús Gómez, Cayetano Torres y Juan Gándara, según explica Valentín López González en su libro “Cuernavaca: visión retrospectiva de una ciudad"”.
2.- Años después, Miguel Arozarena, Juan Viveros, Francisco Alvarez y la familia Rubí establecieron en 1921 el primer sitio de automóviles de alquiler. Eduardo Flores operó en 1929 el primer servicio colectivo con una camioneta de ocho pasajeros marca Ford, de pedales, y tenía un recorrido hacia la antigua estación del ferrocarril. En 1931 el señor Marcelo Rodríguez puso en funcionamiento varias camionetas del Zócalo a Chapultepec, que era un atractivo turístico. Crisóforo Ocampo, Fernando Alba y Eduardo Mendoza establecieron, en 1940, rutas hacia Buena Vista, El Salto, Acapantzingo y otras colonias. La empresa se llamaba Circunvalación y en 1953 se asoció con una nueva línea organizada por los hermanos Rubí. El mismo año se fundó otra para dar servicio a toda la ciudad, extendiéndose hacia Jiutepec y Atlacomulco. A principios de 1960 las líneas habían crecido notablemente, al ritmo de Cuernavaca y su zona suburbana. Operaban como sindicatos patronales. Recordamos como importantes permisionarios a los señores Agustín Pedraza, Ezequiel Ocampo Uribe, Gildardo Legorreta Solórzano, Ramón Lara, Luis González y otros. En Cuautla sucedía lo mismo. Juan Peña Chávez era de los permisionarios más destacados.
3.- A principios de 1970 las líneas camioneras de Cuernavaca eran Chapultepec, Emiliano Zapata y Urbanos de Morelos, pero en 1976 llegó a Morelos Jesús Escudero. Accionista mayoritario de Flecha Roja, detectó la posibilidad de establecerse primero en Cuernavaca y después ampliarse al resto de la entidad con servicio local de pasajeros. Apoyado por Rubén Figueroa, presidente de la Alianza de Transportistas de la República Mexicana y quien gobernó a Guerrero en 1974, pero también por el entonces gobernador Armando León Bejarano, Escudero promovió una fusión con los sindicatos patronales existentes creándose sociedades mercantiles. Así nacieron Ómnibus de Morelos y Delfines. Se mantuvieron las denominaciones de Chapultepec y Emiliano Zapata, pero todos los permisionarios que habían proporcionado el servicio durante las tres décadas anteriores fueron nulificados. Surgió entonces el “pulpo camionero” y la Alianza de Transportistas del Estado con Enrique Ramos Cepeda como presidente. Este último se mantiene a la fecha como uno de los principales líderes. Mañana seguimos con esta historia, frente a las movilizaciones transporteriles que se han iniciado en torno al proyecto de nueva Ley de Movilidad y Transporte de Morelos, la cual contempla, entre otras cosas, el surgimiento del “Morebús”.
4.- Los diputados priístas están temerosos de que la dirigencia nacional los llame a cuentas y les obligue a ajustar su actuación a los intereses del partido cuyas siglas representan. El coordinador de la bancada, Juan Carlos Rivera, muestra su debilidad en el Congreso con asuntos como la comparecencia del comisionado de seguridad, pero está ansioso por mostrar al público que goza de una buena relación con el nuevo dirigente priísta, Rodolfo Becerril Straffon. Los elogios de la bancada al ex senador surgen por todos lados y así nos encontramos, por ejemplo, con una Matías Nazario que califica a Becerril Straffon como ecuánime, talentoso y conocedor, entre otras linduras, y a un Isaac Pimentel que asegura que el nuevo primer priísta de Morelos es “un político de trayectoria que dirigirá el rumbo del partido con trabajo, unidad, proyección y un profundo respeto a todas las corrientes de nuestro instituto político”. Es indudable que Becerril, con su experiencia como senador, diputado federal y local y su preparación académica, es un cuadro de lujo para los priístas. Pero debe tener mucho cuidado ante la melosidad excesiva de sus correligionarios de la bancada tricolor adscrita al Congreso morelense. Es evidente que los ínclitos legisladores del PRI no conocen a Becerril Straffon, quien no se cuece al primer hervor.
5.- En la semana que concluye el tema de la inseguridad pública ocupó de nuevo un sitio importante en la atención de la clase política y de la opinión pública local. No se trató, como podría suponerse, de que Morelos fuera arrastrado por la vorágine informativa derivada del caso Ayotzinapa, sino que fueron asuntos propios los que hicieron que los diputados se ocuparan de la incidencia delictiva y los abusos policiales. Si el Congreso es la principal caja de resonancia de la entidad, es preocupante que una vez más la inseguridad gane espacios entre los asuntos que ocupan a los políticos, porque ello puede representar que la problemática es tal que, a pesar de su indolencia tradicional, no pueden ignorarla. Lo mismo la panista Erika Cortés que el priísta Matías Nazario o el perredista Juan Ángel Flores, todos se han pronunciado con relación a asuntos delictivos, de violencia o para la prevención de los mismos, lo que permite establecer que la preocupación ciudadana por la inseguridad, que choca con el ánimo festivo de algunas autoridades que desestiman el tema, está encontrando eco entre los representantes populares… en tiempos preelectorales.
6.- Los diputados locales están presionando al auditor Superior de Fiscalización para que entregue resultados de la auditoría especial que le ordenaron realizar al crédito por dos mil 806 millones de pesos autorizado al gobierno graquista. Luis Manuel González Velázquez anuncio que se recurrió al amparo de la justicia federal porque le está siendo negada información por parte de la administración estatal y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. En tanto, la secretaria de Hacienda afirma que no hay tal negativa oficial y sólo se ha solicitado una prórroga para entregar los informes requeridos, que incluyen los rubros a que se ha destinado el dinero y en particular lo relativo a la construcción de una nueva sede para el Congreso. Lo cierto es que el tema sigue causando disenso entre Legislativo y Ejecutivo y contribuye a calentar el ambiente de cara a la negociación presupuestal que ambos poderes deberán realizar en las próximas semanas.
Punto y Aparte
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Historia del transporte (I)
Becerril y los legisladores |
1.- Los primeros empresarios morelenses vinculados al servicio público de pasajeros jamás vislumbraron que algún día el sector sería dominado por los intereses económicos y políticos.
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