Prueba de ello es que la mayoría ya se acercó a Matías Quiroz Medina, secretario de Gobierno, y a la secretaria de Hacienda del Estado, Adriana Flores Garza, para conseguir un anticipo de sus participaciones correspondientes a 2015, a fin de poder pagar los aguinaldos y liquidar algunos adeudos con proveedores. Todos continúan enfrentando laudos laborales ejecutoriados pero todavía no pagados. Etcétera, etcétera. Las penurias económicas son perceptibles por donde usted se pare. No hay obra pública significativa, sino simples pinceladas de las mismas, como para taparle el ojo al macho.
2.- Insisto: el escenario financiero de los ayuntamientos se repite a lo largo y ancho de Morelos. Hacia donde volteemos hay pobreza, así como la inequitativa distribución del ingreso, la proliferación de cinturones de miseria, desempleo, delincuencia común y organizada, etcétera. La precariedad municipal tiene una característica fundamental: la dependencia de todas las comunas del gobierno federal y el gobierno estatal, así como la falta de fondos para satisfacer las necesidades sociales en ese segmento que demagógicamente se denomina “la célula básica del sistema político mexicano”. Conforme nos aproximamos a la rendición del segundo informe de labores de nuestros presidentes municipales se comprueba la miseria. Para ilustrar lo anterior diré que la administración encabezada en Cuernavaca por Jorge Morales Barud ha logrado ingresos a través de las infracciones de tránsito. Todas las participaciones de impuestos las tiene comprometidas debido a los empréstitos adquiridos por Manuel Martínez Garrigós y Rogelio Sánchez Gatica (2009-2012). Junto con JMB los ediles enfrentan a diario desafíos enormes de desarrollo económico, de seguridad pública, de servicios, donde la brecha parece gigantesca.
3.- Por todos lados se perciben los rezagos y agravios sociales a nivel municipal. Pero el colmo es que no sólo se están quedando a la zaga los municipios, sino también la Federación y el gobierno estatal, de suyo empobrecido. Tal escenario revela la evidente descoordinación entre los tres niveles de gobierno. El escenario que viene hacia los comicios de 2015 es predecible. Los municipios experimentarán ingobernabilidad, porque no podrán cumplir sus compromisos básicos, como el pago de nóminas y servicios. A corto plazo, los alcaldes seguirán paralizados porque no tienen ni para el pago del servicio de limpia (algunos no tienen siquiera dónde tirar la basura). De acuerdo con información del gobierno estatal, el endeudamiento de los municipios asciende a 4 mil millones de pesos, lo que representa casi una tercera parte del total del presupuesto estatal. La deuda de los 33 municipios creció 546 por ciento durante el pasado trienio. Los pasivos recaen sobre dos principales rubros: préstamos con instituciones financieras y laudos laborales. En este último aspecto (los laudos), dichos pasivos serían mayores a los mil millones de pesos. Tan sólo en la región sur se tienen registrados alrededor de 700 juicios laborales en curso. Destacan, por su nivel de conflictividad, los ayuntamientos de Cuautla, Cuernavaca, Yautepec y Jojutla. Conclusión: la parte fundamental del decálogo peñista difundido la semana pasada busca impactar en la parte más debilitada de las instituciones nacionales: los ayuntamientos. Ahí no se requiere vana palabrería, sino dinero. A ver.
4.- Cambiemos de frecuencia. Inició diciembre y en unos días la cosa política pasará a segundo plano para la mayor parte de la población, que centrará la atención en toda la parafernalia que rodea a las celebraciones del fin de año y principio del próximo. Al menos eso es lo que ha ocurrido siempre, pero quizás ahora la situación cambie con un país agitado por el caso Ayotzinapa, las demandas de justicia hacia el gobierno y la respuesta de éste mediante el reciente decálogo de medidas anunciado por el presidente de la República. En el plano local la clase política tiene la mira puesta en lo que en el Congreso local resulte de la negociación del Presupuesto 2015, del que todas las dependencias demandan una mejor tajada que en el año que está por concluir, en particular el órgano electoral debido a los comicios que están en curso, pero los diputados no terminan de enviar señales precisas sobre lo que está ocurriendo al interior de la Comisión de Hacienda.
5.- Es presumible que en el escenario ideal de los ínclitos legisladores no hay nubarrones, dado que las vacaciones del Congreso iniciarán el 16 de los corrientes, es decir inmediatamente después de que el 15 de diciembre, en cumplimiento de lo que ordena la Constitución, sea clausurado el periodo de sesiones tras atender el tema central que para éste señala la propia Constitución, que es el del Presupuesto. Es decir: los diputados estiman que se pondrán de acuerdo y terminarán a tiempo su encomienda a pesar de que hoy se les advierta hechos bolas, y que además no se verán obligados a recurrir a las argucias legislativas –verdaderas payasadas- las cuales han servido solo para intentar cubrir su ineptitud, como aquella de “parar” el reloj legislativo. Pero si diciembre ya comenzó y el día 15 se clausura el periodo, es de señalar que a los diputados les quedan solamente 11 días hábiles para desahogar el Presupuesto y las Leyes de Ingresos de los 33 municipios, pero hay que descontar el 12 de diciembre que estarán de fiesta, y no por la Virgen de Guadalupe, sino porque celebrarán su fiesta de fin de año en el exclusivo restaurante Las Mañanitas.
6.- Dirigentes partidistas nacionales y locales, al igual que actores políticos destacados como los diputados –el coordinador Arturo Flores entre ellos- han emitido opiniones sobre la salida del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas de las filas del PRD y han desestimado la importancia de su impacto en la militancia y su traducción en menos votos para los comicios federales y locales del 7 de junio de 2015. Da la impresión, además, que el perredismo apuesta a la mala memoria de los electores y con ello a que para mediados del año próximo se haya olvidado el caso Iguala y la responsabilidad que en éste tuvo el alcalde perredista y con él quienes impulsaron su carrera política. Una actitud similar, acaso porque no les queda otra opción, han asumido frente a la creación de Morena y la huida de perredistas hacia esas filas. El tema es importante porque el PRD es el partido con el que la administración estatal buscará mantener el control del Congreso del estado para la segunda mitad del sexenio. ¿Qué pasaría si la legislatura 53 fuera mayoritariamente de oposición al gobierno estatal? Veríamos, de entrada, un cambio radical en la actitud de desprecio hacia la representación popular, que ha venido siendo una constante. A ver.