Lo expresó luego de reunirse con líderes de comerciantes asentados en dicha zona y los presidentes de Rutas Unidas de Cuernavaca y la Federación Auténtica del Transporte, Aurelio Carmona y Dagoberto Rivera, respectivamente, quienes ni tardos ni perezosos, tras el importante encuentro, convocaron a los medios para advertir que bloquearán las obras (iniciadas este fin de semana) si sus intereses resultan dañados; mientras no se les presente el proyecto respectivo, y en tanto no sean tomados en cuenta cinco mil comerciantes cuya “representación” llevaron a esa mesa de trabajo. Sin embargo, déjeme decirle a usted, gentil lector, que esos líderes transporteriles son los menos indicados para exigir cualquier cosa a nadie.
2.- Durante décadas, los dos personajes supracitados se han sentido dueños del espacio público y así se lo han hecho sentir a los choferes (muchos de ellos son cafres del volante) que un día sí y otro también vulneran los derechos y la seguridad de los usuarios. Carmona y Rivera se acostumbraron a postrar de rodillas a varios gobernadores, desde el sexenio de pesadilla (1994-2000) hasta 2012. Antes del advenimiento de Sergio Estrada Cajigal tuvieron espléndidas relaciones con Jorge Morales Barud y Jorge Arturo García Rubí, responsables del Poder Ejecutivo de 1998 a 2000. Fue cuando lograron consolidar sus patrimonios e infinidad de concesiones. Si el actual secretario de Movilidad y Transporte, Manuel Santiago Quijano, decide investigarlos a fondo penetrando las filas de todos los derroteros existentes en la capital y otras localidades de su zona metropolitana, detectará que honestos, honestos, honestos, no son. Llevan años pisoteando la legislación laboral mexicana.
3.- Y no pasarían tampoco la prueba del ácido si el arquitecto Santiago Quijano decide meterse a fondo en el Padrón de Concesionarios, donde Carmona y Rivera han sido muy cuidadosos -a lo largo de varios lustros- para no dejar huella. Cualquier transportista honrado sabe que poseen gran cantidad de concesiones a través de parientes y prestanombres. Sobra decir que durante la era panista (2000-2012) estuvieron súper tranquilos debido a lo mismo: Estrada Cajigal y sobre todo Marco Adame les fomentaron su red de complicidades. Ello es un secreto a voces en Rutas Unidas y la Federación. Hay alguien que los identifica a plenitud y les conoce sus antecedentes: el diputado panista Javier Bolaños Aguilar con quien, siendo subsecretario de Gobierno en tiempos de Adame, tuvieron cercanía, buenas relaciones y, desde luego, excelente entendimiento al hablar el lenguaje de madriguera.
4.- Es posible que los buenos oficios de Matías Quiroz funcionen al socializar el proyecto de remodelación del Centro Histórico… dependiendo de las exigencias de cada quien. Respecto de los dos transportistas aludidos están acostumbrados a requerir canonjías (que por lo visto no les han dado). Pero si los exhortos del ex alcalde de Tlaltizapán no prosperan tendrá que llamar a Vinicio Limón Rivera, máximo jerarca de la CTM-Morelos, tal como lo hizo Manuel Martínez Garrigós el 25 de febrero de 2011 siendo alcalde de Cuernavaca. Las huestes de Carmona y Rivera sabotearon el inicio de la reconstrucción de la avenida Morelos en la colonia Las Palmas, pero hallaron la horma de su zapato cuando Vinicio les advirtió que tendrían que desalojar el área a más tardar el martes 1 de marzo, o de lo contrario se atendrían a las consecuencias. Allá y entonces se decía que tanto Bolaños Aguilar como Luis Miguel Ramírez, hoy candidato del PAN a presidente municipal de Cuernavaca, estaban atrás de los belicosos permisionarios. Al final del día, Carmona, Rivera y sus huestes tuvieron que recular y liberaron las obras. Conclusión: los multicitados concesionarios no son el prototipo de la calidad moral y se quedaron acostumbrados a postrar de rodillas a los gobernadores en turno. ¿Querrán repetir la aventura con Graco Ramírez? A ver.
5.- Cambiemos de frecuencia. Hombres y mujeres de la política morelense celebrarán en público la decisión del jojutlense Juan Ángel Flores de someterse a un examen antidoping para dejar constancia pública de que no es drogadicto y que, por tanto, pueden y deben confiar en él los ciudadanos de su ciudad natal a quienes pretende pedir el voto para llegar a gobernarlo. Esos mismos políticos quizás lo criticarán en privado con el argumento de que la decisión busca nada más que obtener reflectores y hacer crecer sus posibilidades políticas. Lo cierto es que no hay otro político local que se haya animado a someterse a esos exámenes de toxicología de manera voluntaria para acreditar que no consume marihuana, cocaína, crack o alguna otra droga, y no parece haber tampoco intención de proponerlo por parte de las dirigencias de los partidos políticos. En los próximos días comprobaremos si estamos equivocados en esta apreciación y se multiplican los exámenes voluntarios de políticos de todos los niveles. En fin, esperaremos para ver y después diremos.
6.- El diputado panista Javier Bolaños puso ayer el dedo en una llaga que durante más de un año, lejos de cerrar paulatinamente, no ha dejado de sangrar de abundante manera. Me refiero a lo que comerciantes, taxistas, mecánicos, carpinteros y muchos otros personajes importantes de la actividad económica local han venido reclamando infructuosamente, y que es el retorno del Régimen de Pequeños Contribuyentes para que puedan cumplir con el pago de sus impuestos mediante una cuota fija y no deban someterse a la presentación de declaraciones fiscales de manera bimestral y anual, con los registros contables que implican y que son difíciles de entender para muchos. El legislador propuso un acuerdo que fue aprobado por la 52 legislatura, para pedir al Congreso federal que revise la aún reciente reforma fiscal, que evalúe el daño provocado y que reviva a los Repecos. Dejó en claro que el propósito de la propuesta no es dejar de pagar impuestos y yo diría que el anhelo de los Repecos justamente es el de pagar, pero de manera simplificada. A ver.
7.- El Congreso local deberá analizar una nueva petición del ayuntamiento de Cuernavaca para que le sea aprobado un refinanciamiento por 663 millones de pesos. La solicitud del gobierno del priísta Jorge Morales Barud deberá estar esta misma semana en el escritorio de la presidenta de la Mesa Directiva del Congreso, Lucía Meza Guzmán. A lo largo del trienio la comuna capitalina prácticamente ha suplicado el apoyo de los legisladores pero sus esfuerzos no han tenido frutos. El PRD y el PAN han mantenido su postura en contra de lanzar un salvavidas al municipio; y el PRI, con conflictos de división interna y escaso en número de votos, no ha podido hacer nada efectivo para que el refinanciamiento sea autorizado. Con las elecciones en curso, el control que tiene del Congreso y la expectativa de ganar la capital morelense, la bancada mayoritaria del PRD parece ver ahora de manera diferente la situación de Cuernavaca y podría ser el primero en levantar el dedo para aprobar la restructuración financiera, pero eso todavía está por verse.