Recuerden ustedes que el secretario de Salud designado por el novel gobernador Sergio Estrada Cajigal era el odontólogo Jesús Limonchi Gómez, un personaje jamás vinculado con el sector, pero quien tenía toda la confianza del mandatario para encabezarlo. Desde luego, esa designación no satisfizo los intereses particulares de aquellos líderes sindicales, entre quienes figuraba Gil Magadán Salazar, médico vinculado al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Sin excepción, los auspiciadores de aquella violenta irrupción tuvieron nexos con varios gobernadores priístas, desde luego disfrutando de canonjías. Como se sabe, Magadán sigue al frente de dicha Sección 19, en lo que bien pudiésemos catalogar como un cacicazgo sindical.
2.- El viernes 3 de septiembre de 2004 escribí lo siguiente, en alusión al mismo personaje: “El frustrado candidato a diputado local por el primer distrito, Gil Magadán Salazar (contendió en 2003 por el Partido Liberal Mexicano), añora su tiempo como secretario general de la Sección 29 del Sindicato de Trabajadores de los Servicios de Salud, y por lo mismo ha convertido en títere al dizque dirigente del gremio, Alejandro Yáñez Lavín, quien mantiene una estéril y obcecada lucha en contra de Alejandro Gutiérrez Carrillo, jefe de la Jurisdicción Sanitaria Uno. Lamentablemente se trata de una disputa por el poder, pues mientras Gutiérrez Carrillo simplemente les ha marcado los límites institucionales, Magadán y Yáñez pretenden ir más allá de sus derechos laborales. Creo que llegó el momento de empezar a desenmascararlos”. Es algo parecido al escenario actual, pero antes de trasladarnos a él agregaré lo siguiente.
3.- El 5 de junio de 2006 comenté: “Magadán no puede ser dirigente de dos sindicatos a la vez (el del ISSSTE y el de la Secretaría de Salud), porque viola la Ley Federal del Trabajo. Clemente Luna Arriaga, señalado varias veces como saqueador de medicamentos en la Secretaría de Salud, pidió licencia para ser candidato del PAN a la alcaldía de Miacatlán, pero chaqueteó (como siempre) y aceptó la candidatura al mismo cargo por el PRD sin consultar a la asamblea de la Sección 29 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, dejando como ‘encargado’ a Gil Magadán Salazar, un tipo corrupto que vende su silencio y la tranquilidad del sindicato chantajeando a sus jefes, y también plazas y contratos, enriqueciéndose explicablemente”. Y añadí: “Magadán engatusó a sus agremiados para votar por Maricela Sánchez Cortés, ofreciéndoles algo inalcanzable: 90 días de aguinaldo de presupuesto federal. Empero, los trabajadores del ramo no aceptan por completo su presencia como dirigente temporal (Clemente Luna pidió permiso y tal vez regrese al sindicato porque no va a ganar la alcaldía de Miacatlán), ni tampoco la candidatura de Sánchez Cortés, a quien una y otra vez han repudiado. Así las cosas, que nadie se sorprenda cuando esta semana se unan los afiliados a ambos sindicatos para denunciar los actos deshonestos de su líder sindical. Además, la Contraloría estatal tiene información que al hacerse pública hundirá no sólo a Gil Magadán y a su incondicional Clemente Luna, sino a quienes les han seguido en la aventura de apropiarse lo que no les corresponde y de perpetrar corruptelas”.
4.- El 13 de agosto de 2006 escribí: “Gil Magadán Salazar, secretario general interino del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud en Morelos, se reunió el miércoles de la semana pasada con varios de sus agremiados, a fin de analizar el tema de la sucesión definitiva durante lo que queda de agosto. Pero le salió el tiro por la culata, porque los trabajadores le reclamaron el destino de sus cuotas y la no rendición de cuentas, advirtiéndole que, si no comprueba el derrotero del dinero, harán paros y otras movilizaciones. Magadán Salazar, acostumbrado a exprimir la ubre gubernamental simulando que trabaja, quiere dejar como heredera a una enfermera de su más cercano grupo de incondicionales”. Cabe señalar que para entonces ya había comenzado el cacicazgo de Magadán Salazar, de quien volví a escribir el 28 de febrero de 2008: “El cuestionado secretario general del Sindicato de Trabajadores de Salud, Gil Magadán Salazar, ofreció ayer una conferencia de prensa para anunciar que recibió la ratificación de su dirigencia nacional para continuar en el cargo, debido a que el grupo disidente que lo acusó de venderse al gobierno desde diciembre pasado, por haber aceptado que se pagara en vales una gratificación anual, no presentó ninguna prueba de corrupción. Rechazó represalias de su parte, pero advirtió que los inconformes podrían tener problemas porque durante el movimiento en su contra muchos se presentaban a laborar, checaban sus tarjetas y se salían a participar en la protesta”. Etcétera, etcétera.
5.- En diciembre de 2012, Magadán amenazó a la autoridad estatal con un paro general si no pagaba las medidas de fin de año (10 mil pesos) en efectivo, como antes se hacía. Ello a pesar de que la administración del panista secretario de Salud, Víctor Caballero, había sido reconvenida por el gobierno federal. Aún así, el gobierno graquista tuvo que acceder y pagar un bono de fin de año para compensar el aguinaldo, de entre cuatro y seis mil 500 pesos para los trabajadores de base. Empero, el 20 de diciembre Magadán encabezó un paro de labores de 800 trabajadores del personal administrativo regularizado, a fin de que el bono también fuera para ellos. En marzo de 2013, Magadán presentó ante los medios una serie de denostaciones a las autoridades de Salud y a trabajadores de confianza por haber realizado el despido y notificación al Órgano Interno de Control (OIC), de 44 trabajadores que se desempeñaban en hospitales y centros de salud ostentando títulos y cédulas falsas. Magadán apoyó a ese personal a pesar de la documentación apócrifa. En respuesta, el sempiterno dirigente sindical exhibió ante los medios información falsa sobre la presunta carencia de título y cédula profesional por parte de Vesta Richardson, quien a la postre acreditó ser especialista, miembro de la Academia Nacional de Medicina, la Academia Nacional de Pediatría y del Sistema Nacional de Investigadores. Por la misma causa interpuso una demanda civil en contra de Magadán.
6.- Bajo el argumento de que la autoridad de Salud incumple las Condiciones Generales de Trabajo, el multicitado líder gremial ha propiciado paros generales y parciales de labores en diversos hospitales. Pero todos los movimientos, definitivamente, tienen relación, no con el incumplimiento de dichas Condiciones, sino con su cada vez más disminuida capacidad de influencia entre las autoridades del sector encabezado por Vesta Richardson, a quien muchas veces ha tratado de manera irrespetuosa. Él arguye que “no hay ningún conflicto personal con ella”, pero sí proyecta gran coraje hacia la secretaria de Salud porque, simplemente aplicando la normatividad de la institución y entre otras canonjías canceladas, ya no se le permite participar en las sesiones de la Junta de Gobierno, a las cuales asiste otro representante del SNTSS. Conclusión: su movilización de anteayer tuvo como objetivo captar la atención del gobierno estatal a fin de hacer sentir su presencia y recuperar su antiguo predominio.