El secretario de Medio Ambiente de Morelos, Topiltzin Contreras Mc Beath, ayer aludió de nuevo el tema considerando que los tres órdenes gubernamentales están obligados a enfrentar los siniestros y lograr la conformación de grupos especializados para sofocarlos, desde luego dotándoles los implementos necesarios. Así las cosas, lo sucedido con nuestras zonas boscosas debe motivarnos a reflexionar respecto a lo siguiente. Los bosques de Morelos, siendo el soporte de nuestro patrimonio biológico y la fuente de un valioso flujo de bienes y servicios ambientales, han estado sometidos a un implacable proceso de destrucción como resultado de un contexto caracterizado por la deforestación y consecuente desaparición de ecosistemas. En ello contribuyen cada año los incendios forestales.
2.- Esta entidad federativa tenía originalmente bosques templados en su porción norte, que cubrían aproximadamente el 25 por ciento de la superficie, y selva baja caducifolia en el resto del Estado. Lamentablemente durante las pasadas dos décadas se perdió más del 70 por ciento de la cubierta forestal. El 30 por ciento que aún conserva esa capa está seriamente deteriorado y tan sólo el 10 por ciento restante se considera con poca perturbación humana. Para mediados de la década de los setenta se consideraba que el 68 por ciento (334 mil 350 hectáreas) de Morelos eran suelos forestales. Actualmente quedan 24 mil 361 hectáreas (5.3 por ciento del territorio) de bosque templado y 62 mil 127 hectáreas (12.6 por ciento) de selva baja caducifolia. La deforestación y consecuente desaparición de ecosistemas de bosques y selvas se ha dado fundamentalmente a partir de la década de los treinta, cuando se pusieron en marcha las políticas agrarias más significativas de la posrevolución y se aceleró el crecimiento demográfico. Hoy en día, la deforestación persiste a ritmos muy elevados, que ubican a nuestro Estado entre los primeros a nivel nacional en lo que se refiere a este dudoso honor. Los datos oficiales más recientes reportan tasas anuales de deforestación superiores a las 10 mil hectáreas. Y la amenaza no cesa. Este año el fuego será el instrumento más importante a través del cual se conduzca el proceso de deforestación.
3.- En Morelos los incendios son en su mayoría provocados, y casi toda la superficie afectada se pretende destinar o se destina a la agricultura o ganadería (por lo general de subsistencia) lo que garantiza su degradación ecológica y erosión. Este desenlace se presenta con mayor intensidad en la medida de que se trate de áreas con altas pendientes y fuertes precipitaciones. A pesar de esta realidad y de sus profundas causas económicas, institucionales y demográficas, en Morelos los incendios generalmente se consideran como obra del fenómeno “El Niño” o de paseantes irresponsables o de conductas vandálicas y demenciales. Sin embargo, pareciera ser que el propósito de semejante interpretación es alejar al problema de sus causas, ya que resulta preferible admitir ser presa del infortunio que tener que enfrentarse a un escenario más complejo. En el combate de incendios durante la temporada de estiaje de 2013 se requirieron 272 mil 030 días/hombre en todo el país: 57 mil 297 de la Conafor; 9 mil 691 de la Secretaría de la Defensa Nacional; 99 mil 885 de los gobiernos estatales y municipales; 102 mil 775 de voluntarios y sector social, y 2 mil 382 de otras instancias. Las altas temperaturas, que en algunas zonas del sur alcanzan 40 y 45 grados, son el ambiente fértil para los incendios. El año pasado, a mediados de abril, hubo varios incendios forestales en zonas tepoztecas, donde los moradores, vía redes sociales, solicitaban angustiados la aportación de garrafones de agua para contribuir a sofocar el siniestro en parte del Valle Sagrado y en el internacionalmente conocido cerro del Tepozteco. Espero que esto no se repita. Estaremos pendientes y después diremos.
4.- Todo parece indicar que el diputado panista Javier Bolaños Aguilar, en su intenso afán de establecer la gratuidad en los estacionamientos de nuestra capital, está recibiendo una sopa de su propio chocolate por parte del ayuntamiento que preside Jorge Morales Barud. ¿Cuántas veces no ha contribuido dentro del recinto parlamentario de Matamoros a sabotear a la comuna? Lo ha hecho de manera reiterada con relación a determinados preceptos de la ley de ingresos municipales, en torno a la solicitud de refinanciamiento de la deuda pública local y, para colmo de males, dándole cuerda a grupos “sociales” para causarle dolores de cabeza al alcalde. A pesar de que existe una ley en la materia aprobada el mes pasado por el Congreso, me parece que el gobierno municipal no tiene prisa para ajustar la normatividad local a ese nuevo ordenamiento de carácter estatal.
5.- Así las cosas, Bolaños acudió ayer al Ayuntamiento para entregar la petición, dizque respaldada por seis mil firmas ciudadanas, de que se haga cumplir la reforma al artículo 184 de la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano Sustentable del Estado de Morelos, que obliga a las plazas comerciales, tiendas de autoservicio, hospitales y oficinas públicas, a dar estacionamiento gratuito a sus clientes. Como un gesto de cortesía política, el legislador fue recibido por Enrique Paredes Sotelo, secretario general del Ayuntamiento, quien ha señalado la inconsistencia del proceso legislativo (del 4 de febrero). Empero, Paredes se comprometió a que el tema será abordado en la próxima sesión de Cabildo y analizado a través de la Comisión de Gobernación y Reglamentos. Hasta entonces se modificaría el Bando de Policía y Buen Gobierno, con las respectivas propuestas de reformas a la Ley de Ingresos municipal en el Congreso morelense. Empero, en el mismo brete estarán todos los municipios.
6.- El Congreso aprobó las dos iniciativas que con carácter de preferente recibió el 1 de febrero pasado, que le fueron remitidas por el gobernador Graco Ramírez. Por una se crea una nueva Ley para prevenir y erradicar la discriminación y por la otra se establecen políticas públicas para combatir la venta de embriagantes a menores y la conducción de vehículos bajo la ingesta inmoderada de alcohol. Destaca de todo esto la puesta en marcha del alcoholímetro porque seguramente será polémica entre los morelenses, particularmente entre la juventud, pero responde a la necesidad innegable de combatir el alcoholismo del que los morelenses son víctimas y que nos tienen entre los primeros lugares en este rubro. La presidenta del Congreso, Lucía Meza, reiteró ayer su convicción de que el conjunto de reformas relativas al alcohol permitirán disminuir los accidentes y también las adicciones entre los jóvenes, en un punto de vista compartido por el presidente de la Junta Política, Javier Bolaños, quien apoyó estos ajustes legales pero no omitió su rechazo, de nuevo, a cualquier intento de legalizar otras drogas, en franca alusión al activismo gubernamental a favor de la mariguana… Ayer rindieron protesta 10 nuevos diputados locales, quienes durante cinco meses le birlarán al pueblo, entre todos, alrededor de 6.5 millones de pesos, considerando que mes a mes, desde abril hasta agosto, se embolsarán 130 mil pesitos. ¡La pura vida!