Lamberto Pedro Martínez Sánchez, entonces líder de ex trabajadores jubilados y pensionados de la factoría, estaba convencido de que dichos fideicomisos se sumarían a todos los operados en tiempos más recientes por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Azucarera, cuyo líder era Enrique Ramos, de negro historial, muy a la par de Enrique Molina Sobrino, a la sazón propietario del Consorcio Azucarero Escorpión (CAZE), que durante varios años fue dueño de dicho ingenio y de “La Abeja”, sito en Casasano (Cuautla).
2.- Las indagatorias llevadas a cabo por don Lamberto Martínez comprobaban la triste condición del ingenio de Zacatepec, creado por el presidente Lázaro Cárdenas del Río en 1934. Es decir, la importante agroindustria siempre fue un foco de agitación, conflictos y disputas por el poder económico y político. La principal lucha del dirigente agrario Rubén Jaramillo (impulsor de la cooperativa en 1934) se centró ahí hasta la década de los cincuenta, inconforme porque el “Emiliano Zapata” se convirtió en una ínsula destinada a los amigos de los presidentes de la República en turno como pago a su servilismo. Cacicazgo de los gerentes, el ingenio fue escenario de cruentas batallas y alianzas entre seudo administradores y dirigentes obreros. Antes de erigirse como el máximo beneficiario de aquellas complicidades, Gonzalo Pastrana Castro (varias décadas presidió la CTM-Morelos) sufrió la represión ordenada por Eugenio Prado en las postrimerías de los cincuenta. Buscándose la reivindicación de los derechos de los trabajadores, hubo muertos.
3.- En la década de los setenta Juan Aguirre Samaniego encabezó otro cacicazgo que duró dos sexenios. Era primo hermano de Manuel Bernardo Aguirre, entonces secretario de Agricultura y Ganadería, protegido del presidente Luis Echeverría Alvarez. El ingenio arrastraba ya el enorme pasivo que lo condujo a la quiebra en 1991. Impuesto por Horacio García Aguilar, primer secretario de Agricultura y Recursos Hidráulicos con Miguel de la Madrid, Gonzalo Hernández fue nombrado gerente en 1983. Una de sus primeras acciones fue oponerse a las intromisiones del entonces gobernador Lauro Ortega Martínez en la factoría, quien se acostumbró a disponer de los recursos de la industria azucarera para cooptar a sus enemigos, pero sucumbió ante las presiones de LOM quien, teniendo como aliados a Gonzalo Pastrana Castro, dirigente estatal de la CTM; a Roque Spinoza Foglia, secretario general de la Unión Nacional de Productores de Caña, y a líderes locales de esta última agrupación, consiguió su objetivo a mediados de 1984 colocando a Alfonso García Espinoza en su lugar.
4.- Dicho gerente duró hasta julio de 1990, cuando fue substituido por Armando Canales Treviño, cuyo esfuerzo por sanear las finanzas del ingenio quedó reducido a nada frente a las dificultades financieras (pasivos hasta por 210 mil millones de viejos pesos y la necesidad de créditos por 33 mil millones de viejos pesos a cargo de Financiera Nacional Azucarera para reparaciones) y las más de 320 mil toneladas de caña que no entraron a la zafra a mediados de 1991. Paralelamente trascendió la verdadera intencionalidad de Canales Treviño, quien vino a preparar el establecimiento de una sindicatura y requisa ordenadas por el gobierno federal con el fin de eliminar la dualidad cooperativa-empresa paraestatal existente hasta antes de la quiebra. Dicha estrategia implicó la liquidación de tres mil trabajadores. En noviembre de 1990 se realizó en Puerto Vallarta una importante reunión de la Asociación Mexicana de Técnicos Azucareros, donde destacados funcionarios de Azúcar S.A. ratificaron el propósito del gobierno federal para que ninguno de los ingenios del país siguiera en manos del sector público. “Punto y Aparte” anticipó lo que vendría sobre el ingenio de Zacatepec, pero pocos se dieron cuenta. Descubrimos las negociaciones de Armando Canales Treviño con directivos de la Pepsicola en México, entre ellos su propietario Enrique Molina, interesados en ofrecer posturas para adquirir el ingenio.
5.- A finales de 2001, durante un nuevo quebranto azucarero y la expropiación de ingenios ordenada por Vicente Fox Quesada, volvieron a conocerse las corruptelas que contribuyeron al desastre de esta industria en los sexenios de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo. Varios legisladores federales, entre ellos el morelense Bernardo Pastrana, entonces secretario de la Comisión Especial de la Industria Azucarera, investigaron y denunciaron la privatización de los ingenios en la administración salinista y los negocios de Rodolfo Zedillo, hermano del ex presidente Ernesto Zedillo, con el empresario azucarero Enrique Molina Sobrino, quien estuvo involucrado en la desviación de recursos para las campañas políticas de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo. En un entrego posterior me referiré al fracaso de Molina Sobrino y su grupo como dueños de los dos ingenios morelenses. Como conclusión hasta aquí puedo afirmarles que los tres fideicomisos detectados por Lamberto Pedro Martínez Sánchez sirvieron para enriquecer a muchos personajes durante décadas, de la misma forma en que la privatización lo consiguió en el sexenio salinista.
6.- Hace apenas unas semanas, con la zafra 2015 bastante avanzada, el ingenio de Zacatepec reportó un importante incremento en el Karbe, es decir en la cantidad de azúcar conseguida por cada tonelada de caña. Aquello podría redituarles mayores ingresos a los cañeros de nuestra entidad. Pero poco les duró la celebración frente a la cada vez más cercana reprivatización de las factorías expropiadas por Fox en 2001. El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, ha determinado que mediante el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) se pongan en venta los nueve ingenios que aún son propiedad gubernamental. De esas agroindustrias, dos son los ingenios “Emiliano Zapata” y “La Abeja” en Morelos, y las demás se ubican en Puebla, San Luis Potosí y Veracruz. En conjunto aportan alrededor del 22.2 por ciento de la producción nacional de azúcar. De hecho, ayer se publicó la convocatoria para iniciar el procedimiento y establecer condiciones de compra-venta (en realidad será una subasta), con un precio de salida de 7 mil 223 millones de pesos, más IVA (alrededor de 8 mil 148 millones). Las factorías son operadas hasta hoy por el Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA). La presentación de ofertas y emisión del fallo están previstos para junio próximo, antes de iniciar la zafra 2015-2016, precisa en un comunicado el organismo descentralizado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Con orgullo puedo asegurarles que los ingenios de Morelos se sitúan entre los más productivos a nivel nacional. Y podría garantizarles también que los compradores provendrán de la industria refresquera. A ver.