Puedo inferir que quien me envió los datos es un ex trabajador del “Emiliano Zapata” de Zacatepec. Transcribo íntegro el mensaje: “He leído el reportaje que se publicó en el periódico La Unión de Morelos, en el cual se hace mención de tres fideicomisos. Mi pregunta es si esos fideicomisos eran de la cooperativa, porque del Sindicato Nacional Azucarero se crearon 13 fideicomisos, aparte de dos fondos de protección familiar. Debo hacer notar que para ambas cosas aportábamos dinero de nuestro salario y además por kilo de azúcar producido. Como socios de la cooperativa ejidatarios, obreros y empleados aportamos 100 pesos que en ese entonces valía el certificado de aportación y que acreditaba a uno como socio de la misma. Contamos con listas en donde se hace constar que por ejido los productores cañeros cooperaban de a diez pesos hasta completar los cien pesos para que pudieran ser socios”.
2.- “La quiebra (de 1991) comenzó a fraguarse de1984 a 1987. Desaparece el membrete de la cooperativa por la dualidad que había como obreros y socios de la factoría original. Armando Canales Treviño (administrador del ingenio allá y entonces) se allanó al juicio de quiebra solicitada por la juez tercero de lo concursal y nosotros fuimos malamente representados. Además, a un juicio de quiebra le dan entrada en determinado día y en dos se resuelve. ¿Cómo es posible que en dos días si tomamos en cuenta que Aeroméxico lleva varios años y no la puedan quebrar? La respuesta es que había línea del presidente (Carlos Salinas), del gobernador del estado (Antonio Riva Palacio), de diputados federales y locales y el Ayuntamiento de Zacatepec. Hoy con la noticia que se da a conocer sobre la venta de los ingenios aparece una violación a las leyes porque aún existe una demanda en contra del SAE (Sistema de Enajenación de Bienes), la cual se encuentra en proceso de amparo; ahí estamos demandando el pago de los certificados, el daño moral y patrimonial, y de ganar la sentencia las cosas volverían al estado en que se encontraban al 22 de agosto de 1991”.
3.- “Tenemos un referente. El ingenio El Mante (Tamaulipas) ganó en primera instancia una cantidad mayor a los 27 mil millones de pesos y su caso es similar al nuestro, pues también era cooperativa. Respecto al de Zacatepec, el papel que jugó el Sindicato Nacional Azucarero fue que se puso de acuerdo con gobierno federal y los empresarios para no darnos dentro del finiquito lo que nos correspondía por los fideicomisos. Los industriales demandaron a Enrique Ramos (líder de la organización gremial a comienzos de los noventa) por la cantidad de 21 mil millones de pesos. No recuerdo el año, pero en octubre, cuando comienza la revisión del contrato ley, ambas partes convienen dos puntos: primero, que los industriales ya no aportarán para los fideicomisos y retirarán la demanda en contra de Enrique Ramos. Segundo, mediante falsos congresos Enrique Ramos daría por terminados los fideicomisos. Hasta el día de hoy el Sindicato Nacional Azucarero sigue argumentando que están extintos, pero eso es mentira, porque no lo hicieron nunca de forma legal. Conclusión: el ingenio de Zacatepec no se puede vender por el amparo que existe”. Servido nuestro lector. Habrá que ver para comentar posteriormente.
4.- Cambiemos de frecuencia. El periodo vacacional pondrá a prueba a diversos prestadores de servicios públicos y privados. La llegada de miles de personas implica un esfuerzo extraordinario para darles atención y garantizar que tengan acceso a la salud, la seguridad, electricidad, agua potable y otros rubros indispensables. En lo particular algunas demarcaciones tienen encima el compromiso de acreditar su capacidad y vocación turística, como los casos de Tepoztlán y Tlayacapan, donde su condición de Pueblos Mágicos los pone en el centro de la atención de las autoridades del sector. Tepoztlán ha venido sufriendo señalamientos por la venta de bebidas embriagantes que contribuye a enrarecer el ambiente para los visitantes, mientras que Tlayacapan está en vías de consolidarse como una opción de recreo incluso para el turismo local. En este contexto habrá que estar atentos al desempeño de las autoridades en Tlaltizapán y Totolapan, cuyos gobiernos vía Congreso local, están reclamando ayuda económica gubernamental para hacer lo necesario a fin de obtener, también, el título de Pueblo Mágico, que representa para los municipios una carretada de recursos federales además del renombre nacional. La ocasión es propicia para recordar que los diputados tienen en la congeladora algunas propuestas turísticas que merecerían una revisión para beneficio de los propios habitantes del estado, como aquella de la diputada Erika Cortés, presidenta de la Comisión de Turismo, para que los prestadores de servicios ofrezcan un porcentaje de descuento a los propios morelenses cuando los tienen de visitantes, es decir que si usted vive en cualquier municipio del estado pueda ir a un balneario u otra zona de recreo en Morelos y no pagar los mismos altos precios.
5.- Este fin de semana, el poeta Javier Sicilia, secretario de Extensión Universitaria de la UAEM, hizo un nuevo llamado a los mexicanos para anular su voto en los comicios del próximo 7 de junio. Reunido con alrededor de 200 personas en la Estela de Luz de la Ciudad de México (monumento que sus simpatizantes han rebautizado como “Estela de Paz”) para conmemorar el nacimiento de su organización, surgida a raíz del asesinato de su hijo Juan Francisco en Morelos, Sicilia utilizó la frase “boicot electoral”, pero se distanció de movimientos más radicales, como la Ceteg en Guerrero o la CNTE en Oaxaca, ya que no hizo un llamado a impedir las instalaciones de las casillas (como han hecho los maestros), sino que instó a los ciudadanos para que acudan a las urnas y, una vez que estén ahí, como una muestra de rechazo a la clase política, y en protesta por la situación de inseguridad que afecta al país, los votantes nulifiquen sus sufragios. Este escenario me hizo reflexionar sobre lo siguiente, amables lectores.
6.- No es lo mismo la nulificación del voto, que el abstencionismo, con el cual siempre se favorecen los partidos cuyas estructuras y maquinarias territoriales están aceitadas y listas para tomar por asalto los sufragios emitidos por la escasa concurrencia. Son escenarios en que la movilización de grupos afines a esos partidos o comprados para acudir a las urnas, siempre es la constante. El abstencionismo puede ser interpretado como una ciudadanía (los electores) que decidió castigar no a un partido, sino a todos. Existen varias hipótesis para explicar este fenómeno, pero en cualquier caso revela una fuerte ruptura entre la sociedad y la clase política que dirige o aspira a dirigir los destinos de este país. Entre las explicaciones al fenómeno, encontramos que la ciudadanía no ha visto un cambio real en sus condiciones de vida, no importa si vota o no, por lo que el acto de votar carece de importancia, en tanto no representa un cambio verdadero en el modelo económico, que cada vez abre más la brecha entre pobres y ricos. Pero también existe el voto de castigo, como el que se avecina.