No obstante que el Sistema Nacional de Coordinación Fiscal fija claramente las facultades de las que disponen los municipios en lo relacionado al cobro de impuestos, derechos y otros conceptos en la materia, aprovechando el desconocimiento ciudadano y a veces con la aprobación del Congreso local, aplican costos en acciones que no corresponden.
El presidente de la Cámara Nacional del Comercio en Pequeño (Canacope), José Salgado Patiño, se queja del abuso de las alcaldías en distintos rubros de la recaudación e incluso advierte que está a punto de iniciar procesos legales a fin de impedir las injusticias.
Mostrando parte del contenido de la ley en referencia, sostiene que los municipios sólo tienen facultades para realizar cobros en la autorización de licencias de construcción, permisos para conexiones a redes públicas de agua potable o alcantarillado, licencias de fraccionamiento, para conducción de vehículos y expedición de placas y tarjetas de circulación.
En particular, advierte que se ha vuelto una constante el cobro por servicios prestados de dependencias como Protección Civil o aquellas relacionadas con la protección del medio ambiente, que incluso incluye a esferas de gobierno estatal.
Un caso recurrente en todos los ayuntamientos, dijo, es la imposición de tarifas para el refrendo de licencias de funcionamiento a negocios ya establecidos, cuando la norma especifica que sólo se debe cobrar cuando se entrega por primera ocasión dicho permiso.
Sobre este tema, quien también ofreció una opinión fue el abogado laboralista Juan Juárez Rivas. Él atribuyó esos abusos al desconocimiento de la ley de parte de funcionarios municipales, pero igualmente, de leyes de ingresos y egresos autorizadas por el Congreso local que violan las normas federales, en este caso en lo relativo al Sistema Nacional de Coordinación Fiscal, agregando que “ninguna norma administrativa o local puede estar por encima de una federal”.
Aprovechó para recordar lo expuesto recientemente por el Secretario de Desarrollo Sustentable, Topiltzin Contreras McBeath, quien, tras dar a conocer que a partir de julio iniciará la verificación vehicular, advirtiera que se sancionará a todo aquel propietario de automóvil que incumpla, usando la fuerza pública si es necesario. “Éste funcionario mostró total ignorancia a la ley, el ambiental es un tema que en responsabilidades corresponde a gobierno controlar, el ciudadano no tiene porqué pagar los costos y tampoco la Policía está para eso”.
Pero a juicio del abogado y de la dirigencia de la Canacope, la ignorancia de la mayoría de los servidores públicos en el área de ingresos y hacienda de las presidencias municipales es el principal obstáculo para poder entenderse, “simplemente imponen su decisión a capricho”.
Salgado se dijo bastante ofendido por un caso vivido en Emiliano Zapata: “el señor director del área, simplemente respondió a nuestros reclamos de gratuidad en el refrendo que ahí las condiciones las ponía él y que además, no quería saber nada de leyes”.
Hay una serie de conceptos por cuya prestación de servicios de parte de las autoridades municipales no se tiene porque pagar nada, sin embargo, si los particulares no cuentan con el conocimiento en la materia o, más aún, sabiéndose objeto de abuso carecen de instrumentos de defensa y son obligados a cubrir costos indebidos.
Lamentablemente mucho de ese dinero ni siquiera llega a las arcas públicas, se queda en manos de esos funcionarios vivales, que a sabiendas de que los ingresos no están en ley, fácilmente se los adjudican y sin consecuencias legales.
FUNCIONARIOS DE TEMIXCO, A MORENA
En otro asunto, oportunamente se advirtió aquí que al interior del ayuntamiento de Temixco parecía estarse dando una desbandada de personajes hacia el Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), lo que se viene confirmando.
Desde dentro de la comuna se hacen ya señalamientos abiertos y en particular, se acusa a la oficial mayor, Jazmín Juana Solano López y a la tesorera Dariela Aguilar Blanquel de estar incluso utilizando los recursos de la comuna para promover actividades de carácter electoral a favor de dicho partido.
No solo eso, que ya al calor electoral, aparecen toda clase de antecedentes y se les señala como posibles responsables de malos manejos económicos cuando pasaron por el sistema de agua potable en la colonia Rubén Jaramillo.
El caso es delicado, porque refleja la heterogénea composición interna de dicho ayuntamiento. Tanto Dariela como Jazmín fueron colaboradoras cercanas de la ex alcaldesa, Gisela Mota Ocampo, se incluyeron en la nueva administración como parte del bloque antagónico a la presidenta municipal, Irma Camacho García.
Sin embargo, al paso del tiempo, optaron por traicionar a esa corriente y de sumarse con la maestra. La tesorera, a decir de sus ex compañeros, es la que controla de manera autónoma todo lo que tiene que ver con ingresos y presupuesto, pasando incluso por encima de Camacho García.
Pero de unas semanas a la fecha, ambas tomaron distancia de los dos grupos y se declararon militantes de Morena, erigiéndose en una tercera corriente y a partir de ahí arrancaron toda clase de trabajos políticos a fin de favorecer la presencia del Movimiento de Regeneración Nacional.
La inconformidad crece debido a que, como ha ocurrido en otros estados de la República como Veracruz, están “pasando la charola”, pidiendo apoyo económico para financiar las campañas en puerta, desde la presidencia de la república y la gubernatura hasta la fórmula por el ayuntamiento en Temixco.
Es decir, funcionarios de la comuna sostienen que la alcaldesa está perdiendo el poco control que logró luego de cerca de año y medio al frente de la misma, porque sus colaboradores se vienen rebelando y tomando decisiones unilaterales, descuidando incluso responsabilidades inherentes a los cargos públicos que desempeñan. Lo más delicado es que están usando las estructuras, el personal y dinero del erario a fin de promoverse en sus aspiraciones.
La ausencia de autoridad y de rectoría posibilitó que cada bloque al interior del ayuntamiento aplicara sus propias políticas y criterios en el desarrollo de programas, unos se basaron en las propuesta heredadas por Mota Ocampo, los afines a Irma Camacho se apartaron de ese compromiso y caminaron sin proyecto.