En espera de que se elijan los candidatos correspondientes, las alianzas y coaliciones han quedado ya definidas, unas con toda la seriedad, otras en apariencia, pero los acuerdos están firmados ante el instituto Morelense de Procedimientos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPC).
Es así que tras sendas negociaciones, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) formalizó una candidatura común al gobierno estatal con el Partido Nueva Alianza(PANAL); el Partido Acción Nacional (PAN) hizo lo propio con Movimiento Ciudadano (MC) -aunque aquí podría ser de apariencia, ya que el segundo partido jala con los amarillos- el Partido de la Revolución Democrática (PRD) amarró al Partido Social Demócrata (PSD) –el que trajo al hoy alcalde capitalino Cuauhtémoc Blanco Bravo- y el Partido Verde Ecologista, lo mismo que el Partido Humanista (PH), decidieron ir solos.
Al final sucedió lo que aquí siempre le sostuvimos, que el PAN no iría en alianza con el PRD y así fue, sin embargo, hay señales que llevan a considerar que muy sigilosamente abonarán a favor del proyecto del partido del sol azteca. Bueno, se da por hecho que el candidato de los azules a la gubernatura será el empresario Juan Pablo Rivera Palau, hechura del actual secretario de Desarrollo Económico del gobierno estatal Juan Carlos Salgado Ponce. La relación y compromisos no pueden ser más directos.
Una vez superada la etapa de los frentes entre partidos, ya hay movimientos internos en cada institución e igualmente seguimos sosteniendo que el diputado federal Javier Bolaños Aguilar será el candidato panista a la presidencia municipal de Cuernavaca, porque en un espacio en el que llevaría muchas posibilidades de ganar.
Además, insistimos, no vemos cuadros de competencia fuertes para la capital; es muy probable que el Revolucionario Institucional se decida por el ex diputado local y hoy funcionario en la Lotería Nacional, Víctor Manuel Saucedo Perdomo, de muy mala fama pública. Los demás institutos prácticamente no tienen con quien jugar y acaso el aspirante independiente José Luis Urióstegui Salgado sea quien pueda dar la pelea, de tal manera que Bolaños contaría con pocos adversarios de peligro.
Entonces, rumbo a la gubernatura, el primero que saltó a la cancha fue Rodrigo Gayosso Cepeda; se menciona, como decíamos, a Rivera Palau por el PAN; en el Revolucionario Institucional siguen enredados y haciendo cálculos y valoraciones para poder decidir a favor de quién se inclina la balanza y, desde luego, en Morena se espera el resultado de una encuesta que a decir verdad debe ser sólo una acción de formalidad, porque seguro que las dirigencias estatal y nacional ya saben quién es el bueno entre el edil Cuauhtémoc Blanco Bravo y el senador Rabindranath Salazar Solorio.
Así como ya se vienen dando las cosas, es altamente posible que mucho antes del primero de julio, día de las votaciones, ya se tenga claro hacia dónde se inclina la balanza. Con Rivera Palau, Acción Nacional sabe de antemano que no tiene ninguna esperanza de recuperar el gobierno de Morelos, que perdió en el 2012.
Hay que esperar saber por dónde la jugará el tricolor, pero si el gallo que avienta es de poco peso, entonces sería previsible advertir que tampoco por ese lado va la jugada. Bueno, es altamente posible que el viejo partido opte por un aspirante a modo para abonar en bien de la fórmula perredista. El Verde y el Humanista irán al rescate de sus registros al jugársela solos, pero de ninguna manera piensan en serio que se la pueden llevar.
Iríamos hacia una batalla campal entre el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) con sus aliados, los partidos Encuentro Social (PES) y del Trabajo (PT) contra el PRD-PSD y aquellos otros que les irán haciendo el juego de manera discreta, simulando ir con su propio proyecto.
Ahora bien, en lo que tiene que ver con la capital del estado igualmente es fácil advertir que priistas y perredistas, por ejemplo, poco tienen que hacer, de tal forma que seguimos pensando que podría incluso ya haberse negociado, en toda esas composición de partidos y frentes, a fin de que Cuernavaca regresara a manos del panismo.
Ello, porque tampoco del lado de Morena se aprecia alguna fórmula fuerte hasta éste momento, aunque hay que esperar a ver cómo resuelven e integran la planilla. Se mencionó durante algunas semanas, que el ex gobernador Sergio Estrada le entraría, por la vía del PES, pero se bajó; luego la intentó Urióstegui Salgado y al no lograr acuerdo optó por ir de independiente; mucho se ha mencionado al empresario Alejandro Mojica Toledo, pero no se ve claro.
De todas maneras, es en la metrópoli donde las fuerzas de Andrés Manuel López Obrador presentan más debilidades. Hay sectores sociales que por su estatus económico y social son contrarios a la izquierda y no ven con buenos ojos al tabasqueño, por eso es de considerar que los panistas tienen la gran oportunidad de volver a gobernar la ciudad.
El pronóstico, sujeto a cambios coyunturales, nos diría en éste momento que la mayoría de los ayuntamientos, diputaciones locales, federales y senadurías se distribuiría entre amarillos y morenos; el PAN recuperaría la capital y los priistas estarían siendo nuevamente relegados de las principales plazas y posiciones de gobierno.
Claro, eso a nivel estatal, porque continuamos pensando que la presidencia de la República no la van a soltar por ningún motivo e incluso, todo este escenario que observamos en lo local pudiera indicar que nuevamente -como se ha dicho- Morelos para los priistas es moneda de cambio a fin de lograr apoyos de fuerzas de oposición para conservar el poder desde Palacio Nacional.
Como quiera que sea, las etapas en el proceso electoral del presente año se vienen cumpliendo y gradualmente se van despejando dudas y disponiendo de señales más precisas para poder predecir posibles resultados de la justa el primero de julio entrante. Aunque el mayor interés de los electores, en lo que se refiere a nuestra entidad, es saber qué pasará con la gubernatura, en manos de qué partido quedará en ésta ocasión; si será posible que entremos a una tercera alternancia con el arribo de Morena, que se perfila con ciertas posibilidades, apostándole al peso de las figuras de AMLO y Blanco Bravo.