Es penoso decirlo, pero la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) muestra una pobreza absoluta de personal calificado en la nómina de maestros, hay una serie de improvisados y recomendados al frente de grupos que contribuyen a una muy limitada capacidad de preparación en los egresados de diversas facultades y escuelas.
Y mire que buena parte de los centros de investigación se encuentran ubicados a espaldas de la UAEM, pero quien querrá formar parte de la plantilla de profesores de la máxima casa de estudios (sólo por su población, no por su buen nivel), cuando los salarios que se ofrecen no corresponden ni a los ingresos de cualquier albañil.
Bajo estas circunstancias, es que es muy escaso el aprovechamiento de todo un potencial de investigación, cuyo producto va a parar fuera del estado, en el mejor de los casos, porque muchos proyectos salen del país. Aquí no los valoran, tienen que regalar su esfuerzo y tampoco es el propósito de aquellos que han luchado por ser alguien en la vida.
Y nos referimos al tema, porque ayer el gobernador Marco Adame Castillo inauguró el Seminario Internacional de Oportunidades de Inversión en Ciencias de la Vida y lo que ahí se dijo fue precisamente eso, que Morelos sigue desvinculado de ese capital que muchos otros estados y hasta países quisieran tener en su territorio.
Conjuntamente con su Secretario de Salud Víctor Manuel Caballero Solano y el titular de Desarrollo Económico Rafael Tamayo Flores hicieron un desglose de diversos esfuerzos, orientados precisamente a impulsar el desarrollo tecnológico, empezando por el Museo de Tecnología en el Instituto Tecnológico de Monterrey o el parque tecnológico en proceso, en 32 hectáreas adquiridas en el Municipio de Xochitepec.
Bueno, Adame Castillo destacó que se han logrado gestionar 104 millones de pesos adicionales para un nuevo edificio en este lugar con el acompañamiento de la Secretaría de Economía, pero volvemos a lo mismo, los beneficios que la población abierta ha obtenido de todo este trabajo es casi imperceptible.
En los últimos tiempos la tendencia es promover e impulsar la incubación de empresas, ciertamente como una medida más directa para que se amplíen las oportunidades de empleo en bien de los morelenses, no obstante, es algo que seguramente dará resultados al mediano plazo.
Con todo lo que en espacios del estado contamos en materia de investigación, es para que en áreas como la educación, ocupáramos los primeros sitios nacionales en calidad, sólo que se tiene que invertir más en las instituciones referidas, la insuficiencia presupuestal viene siendo un obstáculo para lograr mejoras en ese terreno, aunque tampoco los escasos recursos financieros que se tienen, son muy bien aplicados, hay vicios, favoritismo a influyentismo en la concesión de plazas universitarias a gente sin dotes, conocimiento ni vocación para la enseñanza.
Pero tampoco es sólo la UAEM, la absoluta mayoría de las universidades privadas están en la misma situación, hay acaso dos o tres calificadas, el Instituto Tecnológico de Monterrey, la Universidad del Valle de México (UVM) y de ahí hacia abajo, por eso tampoco los egresados logran encontrar espacios en el mercado laboral, porque no tienen los perfiles y preparación suficientes para ser parte de la gran empresa estatal o nacional.
En fin, hace falta mucho más que buenas intenciones para poder generar redes auténticas entre la ciencia, el capital y las instituciones gubernamentales y educativas, es un desperdicio que teniendo miles de investigadores atrás de la puerta, contemos con un promedio de enseñanza de tercer mundo que no habla nada bien de nosotros, cuando necesitamos ser más competitivos frente la poderosa economía de Estados Unidos, a donde va la mano de obra menos calificada.