Tal vez algunos recuerden de una gira de trabajo del gobernador, algunos de sus colaboradores y dos o tres diputados locales a España, hace más de dos años.
Derivado de ello, se habló de grandes acuerdos para que capitales de aquel país invirtieran precisamente en ese entorno muchas veces ponderado y siempre olvidado por quienes buscan una justificación para salir a gastarse el erario sin resultado alguno para los morelenses.
Bueno, luego del regreso de nuestra delegación al País Vasco, empresarios de aquella nación vinieron a México, esta vez a la capital del país a donde las autoridades estatales acudieron para hacer una exposición en pantalla de las bondades y ¿belleza natural? del famoso lago de Tequesquitengo.
Se llegó a sostener que se tenían amarrados millones de euros de inversión, y a más de dos años de aquello, seguimos en lo mismo, con la agravante de que salen con que nada de lo prometido se podrá realizar. De tal manera que hay que donar el terreno al Ejército, quizás para que deje de ser objeto de manipulación y excusa para irse de paseo con la promesa de traer capitales externos.
Por cierto, una delegación estatal acaba de regresar de una gira por el lejano oriente.
Va como agregado el secretario de Desarrollo Agropecuario, Bernardo Pastrana Gómez, que sigue siendo muy cuestionado por su desempeño. Hay señalamientos desde dentro que lo describen como un personaje de poca capacidad.
Pero quien viene sobreviviendo de puras promesas y discursos es el titular de Desarrollo Económico, Rafael Tamayo Flores, muy dado a ofrecer cifras alegres en lo que se refiere a la generación de empleos.
Y decimos esto porque hace unos meses, después de una de tantas conferencias de prensa ofrecidas en uno de los patios de Palacio de Gobierno, uno de sus subalternos confió al reportero que efectivamente algunos de los datos relacionados con nuevas plazas de trabajo son sacados de la manga por el secretario.
"Un día antes del encuentro con los medios informativos, como a las once de la noche, se cerró el boletín que sería entregado. Los cálculos se situaban en unas 25 mil plazas nuevas. Pero al leer el documento, el jefe se sacó de la manga como otros cinco mil más, es decir, arriba de los 30 mil. Todos quedamos mirándonos uno al otro. No se podía hacer nada. Finalmente era la palabra del secretario y así se fue".
"Había más funcionarios del gabinete acompañando la rueda de prensa -dijo el informante-. Todos debieron ajustarse a las cifras de Tamayo Flores sin saber qué había pasado, porque ellos también llevaban la misma información del boletín".
Esto es apenas un mínimo ejemplo de muchas cosas que a nivel oficial se maquillan a gusto de quien las promueve. Por eso suelen vivirse mundos muy distintos entre quienes ejercen el poder público y los gobernados que padecen una realidad desafortunada.
A nivel de combate a la delincuencia, por ejemplo, es común recibir información totalmente distorsionada. Si hablamos de asesinatos, los funcionarios minimizarán los números, igual que en secuestros y otros delitos, pero si se trata de la recuperación de vehículos robados, ofrecerán datos extraordinarios, serán cientos los casos resueltos, aunque en la práctica no se tenga uno solo.
No obstante, ello revela la ligereza con la que suelen manejarse figuras públicas que cobran y muy bien por un cargo que no desempeñan cabalmente como en los casos que nos ocupan.
Así pues, es probable que ante la incapacidad manifiesta para poder realizar algo útil a la colectividad en el predio Los Lagartos, acabe siendo regalado para cuartel, base o prácticas de las fuerzas armadas. Tampoco está muy mal. Terminaría en apoyo de la lucha anticrimen, pero no era ése el plan que se tenía desde que tenemos memoria, más aún considerando que lo que falta son reservas territoriales para la inversión pública y privada.