El proyecto ya fue presentado ante el Congreso local, para darle formalidad, pero al interior del mismo también hay voces, que buscan capitalizar políticamente a quienes difieren de este propósito, quienes vienen generando polémica y crítica.
Entre ellos está la diputada del Partido del Trabajo, Tania Valentina, en su oportunidad utilizó incluso la figura de la hija del alcalde Nereo Bandera Zavaleta, para considerar que su padre era un insensible.
Claro, en esa oportunidad lo que buscaba era descalificar de paso el proceso de elección de la nueva dirigencia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), porque Georgina Bandera fue en la fórmula.
El caso es que se busca desde el Poder Legislativo -claro, son dos o tres legisladores- alimentar la controversia respecto a la intención de transformar esa anárquica área en un espacio realmente apropiado para el comercio. El argumento de algunos quejosos, es porque consideran cara la adjudicación de locales a pesar de que éstos pasarían prácticamente a ser de su propiedad.
En Morelos seguimos inmersos en una serie de conflictos y resistencias cuando de obras públicas y desarrollos de inversión se trata. La perversión política nos llega a desvirtuar todo y a intentar la parálisis sólo para impedir el lucimiento de los contrarios políticos.
Ahí está el caso de la construcción del distribuidor vial Emiliano Zapata, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), por instrucciones del delegado Fidel Giménez, ha procedido a su clausura simplemente porque no le dieron cuenta de ello.
Es aberrante este tipo de acciones, que sólo demuestran intereses malsanos de aquellos, que mediante este tipo de actitudes, han comenzado una carrera por las candidaturas del 2012 y desde luego les preocupa que alguien más pudiera crecer y convertirse en enemigo a vencer por la gubernatura estatal.
El propósito es obstaculizar, en la medida de las posibilidades, el trabajo del alcalde Manuel Martínez Garrigós y en el caso específico del delegado de la SCT viene abriendo camino al senador panista Adrián Rivera Pérez, quien ya se sueña abanderado hacia la primera magistratura. Ese es el meollo del problema, por eso siempre estuvo descalificando el proyecto de construcción del segundo piso en Plan de Ayala.
Y regresando al caso de Tania, hay entre los compañeros que cubren informativamente la fuente del Congreso mucho malestar, porque dicen que ha vertido algunas expresiones poco adecuadas y de manera general contra los medios informativos.
Hay una cadena de radio que mantiene una campaña de denostación contra el legislativo, debido a desacuerdos en lo que tiene que ver con los contratos de publicidad anual, pero apoyándose en ello, la diputada se refiere a los medios como instrumentos de extorsión.
A lo mejor y hay quienes así actúen, pero de ninguna manera es razón suficiente para medir a todos con el mismo rasero. Hay quienes tienen dignidad y merecen respeto, y eso es lo único que reclaman nuestros compañeros en el Congreso local.
Es cierto, se dieron coyunturas de mucha crítica al desempeño de la actual legislatura que merecieron de la atención y cuestionamiento de todos, pero hubo razones de sobra para ello.
Llegaron casi a la parálisis por conflictos internos y lo menos que se podía decir era que no estaban cumpliendo con su responsabilidad ante los representados. Hoy se aprecia un ambiente distinto, de mayor esfuerzo, y eso también lo reconocemos, sin embargo, reiteramos, buena parte de esa crítica era con fines constructivos, se tenía que presionar para que los señores recapacitaran y corrigieran el camino, como parece ser, lo han hecho. Pero por todo eso se observa en algunos diputados cierto resentimiento, no obstante la mayoría admite que descuidaron mucho su labor.