Y en ese contexto, se observa ya la penetración de personajes de la vida política externa, que ven en el campus universitario un espacio de promoción para sus ambiciones electorales de cara a la justa del 2012.
Decimos esto, porque es público el esfuerzo que viene realizando el senador perredista Graco Ramírez Garrido Abreu, aspirante al Gobierno del estado, quien presume de haber gestionado recursos de la Federación para apoyar las necesidades financieras de esa máxima casa de estudios.
Es decir, algunos sectores universitarios están siendo trabajados por el tabasqueño para impulsar a un candidato propio por la rectoría, a sabiendas de que son un factor muy importante en la inducción de preferencias electorales, ello ha quedado demostrado a lo largo de los años.
Pero desde luego que el propio rector lleva su proyecto personal, como siempre, el saliente intenta por lo menos heredar la estafeta a algún incondicional que le cuide las espaldas, porque ha sido un problema recurrente el caudal de intereses que llegan a crear y el cúmulo de compromisos que conforman a su paso por esa responsabilidad, muchos de ellos no muy legítimos, por eso es que luchan por manejar la sucesión.
Otro asunto que inquieta, es que la UAEM recibe apoyo financiero a través de un convenio, con Petróleos Mexicanos, especialmente para el impulso de actividades de investigación y docencia.
Hasta donde se sabe, hay un veto de parte de la paraestatal para continuar generando esos apoyos.
El ambiente, a unos meses de que Bilbao deje la rectoría es tenso, estos son elementos muy importantes para quienes no comulgan con sus intereses y pretensiones de heredar a uno de los suyos el cargo.
El problema es que en la lucha por el control de la Universidad lo que menos llega a contar es el proyecto de mejora continua, de ahí que venga perdiendo competitividad en el contexto nacional, a pesar de tener muy de cerca un enorme potencial de capital en investigación por los centros que posee la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en su derredor.
La grilla política contamina irremediablemente la reestructuración de mandos y en esta ocasión no ha sido la excepción. Ya lo decíamos líneas arriba, el PRD a través de Graco y otros personajes, el Partido Acción Nacional (PAN) desde el mismo Gobierno estatal y desde luego los priistas, andan a la caza de células universitarias que los proyecten y posicionen al interior de la casa de estudios.
Lamentablemente no siempre se impulsa a los mejores cuadros en función de un proyecto integral de educación superior y a través del Consejo Universitario y otros organismos, como los sindicatos académico y administrativo o la Federación de Estudiantes Universitarios de Morelos (FEUM), se manipulan voluntades para inclinar la balanza hacia ciertos intereses político-electorales.