Ya los resultados del 2009 los pusieron en la antesala de la gubernatura, para el caso específico de Morelos y lo que empezamos a ver en el escenario local es apenas el principio de lo que será una guerra sin cuartel por las posiciones de trascendencia en la justa del 2012.
Cuernavaca es la joya de la corona en este contexto, los panistas siguen muy lastimados por la pérdida de la capital en la elección anterior, durante este primer año de ejercicio del priísta Manuel Martínez Garrigós ha sido objeto de sendas campañas de desprestigio y crítica a su desempeño.
Le heredaron conflictos muy delicados como el de la basura, con un contrato asignado a la empresa regiomontana y de empresarios panistas Promotora Ambiental (PASA), que muestra claramente signos de negocio económico y que ha sido parte de las bombas de tiempo que le dejaron al edil para desacreditar su esfuerzo.
Desde distintas trincheras, el CDE del PAN, Gobierno del estado y delegaciones como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) le vienen asestando algunos golpes mediáticos que son una mínima muestra de lo que está en puerta y todo orientado a sentar las bases para la batalla por la gubernatura estatal.
Podemos decir que este primer año para MMG ha sido una prueba de fuego, pero igualmente queda claro que superó lo más difícil de su administración, a partir de la integración formal de la dirigencia estatal de su partido, cuenta ya con aliados que saldrán al quite frente a las embestidas panistas y un ejemplo muy claro es lo que pasó con la intención de la SCT de clausurarle la obra en construcción del distribuidor vial en la glorieta Emiliano Zapata, en Buena Vista.
La reacción de la fracción parlamentaria priista en el Congreso local y del mismo CDE del partido obligó al gobierno a pedir tregua y hasta "invitó" al delegado de la SCT, Fidel Giménez Valdez, reconsiderar su posición y desatorar el conflicto.
Son preludios de una tormenta política en puerta entre las fuerzas panistas y priistas que irá creciendo en la medida que se aproximen los tiempos electorales, que será en los primeros meses del 2011.
Los tricolores han echado mano de un instrumento muy redituable, la eventual procedencia de un juicio político.
Éste y algunos asuntos muy delicados serán instrumentos que los opositores a Acción Nacional usarán cada vez que las circunstancias lo requieran, como ya ha quedado demostrado.
Es muy visible la tendencia, no obstante el desgaste natural de panistas y priistas por el ejercicio del poder público, son las fuerzas partidistas que se disputarán los cargos más importantes en el 2012, los perredistas están muy a la zaga, por el conflicto y diferencias internas desde la cúpula nacional entre las corrientes de Andrés Manuel López Obrador y Jesús Ortega Martínez.
No vemos pues otras opciones de real competitividad que no sean entre azules y verdes, por eso las tensiones políticas entre ambos frentes son cada vez más fuertes y amenazan con desbordarse.
La derecha continuará apostándole a un fracaso del Gobierno de Manuel Martínez, contribuyendo a la crítica y descalificación de sus resultados. Los otros van a seguir muy de cerca los pasos del Gobernador Adame para, a través de él, contener las campañas negras del PAN contra las administraciones municipales de ese partido.
Por lo pronto, MMG y los priistas lograron dar un golpe certero a los adversarios, evidenciaron al delegado de la SCT en su campaña permanente contra el alcalde, por instrucciones del senador Adrián Rivera Pérez, lo dejaron en ridículo y hasta pudiera ser removido del cargo.
De pasada, el gobierno estatal se comprometió a apoyar los proyectos de obra en la capital y dejaron claro que cuando sea necesario, levantarán la voz para defender a sus cuadros.