Estamos por lo tanto obligados a moderar nuestras acciones si no queremos acelerar más esta transformación negativa, hay que generar consciencia popular en ese sentido, sin embargo en nuestro entorno cercano observamos la existencia de grupos auto denominados "ecológicos" que han utilizado este recurso como manera de sacar ventajas, de negociar posiciones en el "servicio público" y se sospecha que hasta beneficios económicos directos.
Uno de estos es el denominado "Guardianes de los árboles", en donde aparecen como figuras hegemónicas Flora Guerrero, entre otros
A ellos se debe que no se llevara a cabo la prolongación de la avenida Teopanzolco hasta entroncar con el libramiento a la altura de Tabachines, porque bajo el argumento de que se afectaba el ambiente natural en la barranca Los Sauces, se plantaron ahí, y hasta trajeron células del movimiento zapatista de Chiapas.
Luego nos enteramos que en ese sitio había residencias de ‘peces’ muy gordos económicamente, que vienen usufructuando parte de las riberas de la barranca, que se supone son propiedad federal, pero ya ve que aquí cada quien hace lo que quiere. El caso es que no querían verse afectados en sus intereses y se apoyaron en los "ecologistas".
En estos momentos de tanto problema vial por las obras de la avenida Morelos, que benéfico habría sido esa alternativa de vialidad, pero nunca se hizo por tales atrocidades.
Bueno, pues esos mismos personajes son los que están oponiendo resistencia a la realización del distribuidor vial en la glorieta Buena Vista, aquí en Cuernavaca, para que no derriben algunos árboles.
Insistimos, tenemos que defender la poca naturaleza que nos queda, pero de ninguna manera escondiendo intereses muy distintos a trasmano, eso no lo podemos validar.
Hay acciones verdaderamente escandalosas y lamentables, en donde ni por error los vemos aparecer, un ejemplo, lo que ocurre en relación a la reserva ecológica del Texcal.
Aquí el daño es incalculable, porque cientos de familias han venido invadiendo un espacio donde se ubican los mantos freáticos más grandes del estado, los que abastecen de vital líquido a buena parte del sur de la entidad, ¿por qué no lo defienden los famosos guardianes de los árboles? El problema es que aquí no podrían lograr ningún otro beneficio que no fuera defender efectivamente la naturaleza y todo indica que es lo que menos les interesa.
La CEAMA libra una lucha contra los ocupantes de ese predio y hay demandas penales contra delincuentes ecológicos muy bien ubicados, sólo que la Procuraduría no libera las órdenes de aprehensión, si los "guardianes" no quieren ensuciarse los zapatos por lo menos podrían efectuar un plantón ante la Procuraduría para exigir que actúe. Pero reiteramos, esos no son sus propósitos.
Bueno, ya están más que puestos para hacer lo propio en contra del proyecto de construcción del libramiento poniente de Cuernavaca y seguro que les urge que se avance, porque mientras no inicien físicamente los trabajos no tienen excusas para protestar.
Sus movimientos siempre estarán orientados en contra de acciones de la autoridad, porque saben que ahí todo se resuelve mediante negociaciones y arreglos de toda naturaleza, en conflictos como El Texcal no hay con quien hacer negocio.
Nunca se les ha visto reforestar en la zona norte de Cuernavaca, a pesar de que el bosque se viene extinguiendo, tampoco aparecen en tareas de limpieza o reforestación de las barrancas de la capital estatal, no obstante que son tiraderos de basura y depósito de aguas negras de los citadinos.
No hay pues una actividad que nos muestre la verdadera vocación ecologista de tales grupos que basan en ello su actividad principal, pero a la sociedad no le generan beneficio alguno, pero ahí los tiene, y se declaran en huelga para llamar la atención de los medios a fin de lograr notoriedad.
Nosotros los tenemos muy identificados, porque llevamos muchos años en esto, pero la mayoría de nuestros compañeros se confunden, ya que no tienen antecedentes, y de eso se aprovechan para sacar ventajas de promoción gratuita.