De ahí que sea precisamente en este territorio electoral donde se vienen presentando los mayores golpes entre las diversas fuerzas políticas, en una lucha abierta por controlar al electorado.
Ya comenzaron las mediciones con el propósito de saber cuál es el capital social de cada quien y por lo que se sabe nadie la tiene fácil, aunque se da por hecho que son priistas y panistas los que tienen el mayor clientelismo en esta área urbana. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) sigue con su 14 por ciento histórico, su proyecto y propuesta no han logrado penetrar en gran medida las bases sociales.
El PRI sigue considerando que está muy cerca de recuperar el poder desde la misma gubernatura que perdió en el 2000. Tras un primer año poco afortunado para la administración del alcalde Manuel Martínez Garrigós, parece que el muchacho logra levantar el vuelo mediante la realización de distintas obras en la metrópoli, pero hay otros espacios donde los tricolores parecen ir perdiendo ventajas, como en el caso de Temixco.
La administración de Nereo Bandera Zavaleta pareció iniciar bien; le metió dinero a la jardinería de la carretera federal al paso por esa demarcación y despertó alguna expectación, pero todo indica que "el caballo se cansó" y pasa por situaciones poco afortunadas. Desde el interior del equipo se le vienen descomponiendo las cosas y eso pone en riesgo el proyecto de su partido para la lucha que ya está en puerta.
Claro, Temixco no se compara con Cuernavaca en el terreno electoral, pero es un interesante bastión de votos que sumados a la capital pueden significar la diferencia y eso es lo que está en juego.
En buena medida, el aflojón en el trabajo pareciera estar directamente relacionado con el futurismo de algunos de los colaboradores cercanos a Nereo: su coordinador de asesores, Jorge Lagunas, y su director general de Servicios, Dante González, andan ya en precampaña abierta ya sea por una diputación local o la candidatura a la misma alcaldía, lo que está incluso generando enojo entre corrientes del partido que llevaron al actual edil al cargo.
Bueno, el mismo alcalde espera ser tomado en cuenta para una diputación federal que todo indica le quedaría grande y muy lejos, porque la decepción ha empezado desde el interior de sus propios cuadros.
Aquí, como en otros municipios, ocurrió lo inadecuado. A los cargos de mayor responsabilidad no llegaron los hombres más capaces, conscientes y comprometidos con los gobernados, sino los amigos, parientes, recomendados de aquellos que dijeron haber influido en el triunfo electoral en julio del 2009.
Mucho se le ha demandado al presidente municipal que considere la posibilidad de remplazar en el sistema de agua potable a su compadre y ex alcalde Juan Flores Esquivel por nulos resultados. La deuda se acumula; el servicio empeora. Pero a esa queja hay oídos sordos.
Otra observación, como el mismo Nereo es de Acatlipa, igual que su director general de Servicios, la mayor parte de funcionarios y hasta trabajadores de medio y bajo nivel vienen de esa comunidad, desplazando a los de la cabecera municipal.
Uno de los líderes partidistas decía al reportero que "no hay obra. La administración se encuentra prácticamente paralizada, la nómina está sobrecargada, casi todo se va en gasto corriente, porque además hay recomendados muy bien pagados".
El caso es que frente a todo ello desde la dirigencia estatal del PRI ya se da por descartada la participación del edil y de colaboradores como los antes mencionados en las elecciones del 2012, a pesar de que su hija ocupe la Secretaría General en el CDE.
Desde la presidencia del tricolor, se manejan ya cuadros que serán los que entren al quite, pero por lo que sabemos el pobre desempeño que vienen mostrando los dejará eliminados en lo sucesivo.
No obstante, han empezado a apretar en Jiutepec, que es otra alcaldía de mucha incidencia en la búsqueda de la gubernatura. Acá el PRD pierde terreno, pero el PAN prepara estrategias con Hugo Barenque a la cabeza. Habrá que estar muy pendientes.