Concretamente siguen esperando que desde el Gobierno estatal, más que de la dirigencia del partido, se les envíen mensajes claros para poder moverse en tal o cual sentido.
Y es que se están dando cuenta de un intenso trabajo que en la materia vienen efectuando los de enfrente, particularmente priistas y perredistas. Bueno, lo que sostienen es que ya del otro lado hay casi candidatos o por lo menos un juego preelectoral que en buena medida está definido, y ellos no se han movido nada.
En tanto el clientelismo político de tricolores y amarillos va desde la aplicación de programas electoreros como entrega de despensas u ofrecimiento de apoyos de todo tipo de parte de los actores partidistas, incluyendo publicidad pública y de medios, los ediles azules no pueden comenzar a cargar los dados a favor de nadie porque saben que antes deberán ser instruidos.
Pero más que eso, lo que sentimos que reclaman es una señal pero acompañada de recursos económicos para poder financiar precampañas, ya que carecen de un presupuesto suficiente como para distraerlo en este tipo de actividades, cosa que incluso los puede llevar a enfrentar señalamientos y acusaciones por desvío.
Pero como decíamos, eso sucede a nivel de ediles, porque aquí en Cuernavaca y su área de influencia, hace mucho que las figuras panistas andan apresuradas abriéndose paso hacia posibles candidaturas.
Incluso uno que estaba muy tranquilo y no daba color hacia dónde se iría a mover en las elecciones, era el secretario de Gobierno, Óscar Sergio Hernández Benítez, pero ya también comenzó a trabajar internamente e integrar su estructura de trabajo preelectoral, ¿a qué va? Suponemos que intentará buscar la senaduría, pero se va a enfrentar a una fuerte crítica interna; hay quienes desde el mismo PAN esgrimen razones por las cuales no debería participar en el proceso.
Pero vemos a otros compañeros bastante avanzados, el subsecretario de Ingresos, Oscar Cano Mondragón, no oculta sus aspiraciones de ir por la presidencia municipal de Cuernavaca, espacio que estaría disputando con el coordinador de la fracción panista en el recinto legislativo, Luis Miguel Ramírez Romero. Pero como ellos, hay muchos más ya encarrerados, lo que no pasa con los alcaldes que siguen esperando la señal.
ARP: SE LE CAYÓ EL BRAZO
Y precisamente hablando de aspirantes, a quien se le cayó el brazo derecho que era el que venía realizando el trabajo preelectoral a su favor en busca de la candidatura al Gobierno estatal por Acción Nacional, es al senador Adrián Rivera Pérez.
La destitución de Oswaldo Castañeda Barrera de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) es una pérdida para él prácticamente irreparable, porque a través de éste llegaba a todos los rincones de la entidad promocionándolo muy discretamente y posicionándolo con base en programas y recursos del erario público.
Hoy sabemos que hacía rato se la tenían sentenciada a Oswaldo, que sus detractores sólo esperaban un pretexto para reclamar su cabeza en la federación; les dio motivos de sobra al usar unidades oficiales en necesidades probadas y de familia.
El choque de su pareja con un vehículo oficial fue la gota que derramó el vaso y nada se pudo hacer. El asunto es que ARP fue realmente el perdedor; en el momento menos oportuno se le cayó el brazo ejecutor y sólo le quedan algunos instrumentos regionales que no representan mayor cosa.
El más sobresaliente es sin duda el alcalde de Yecapixtla -se afirma que es su ahijado de grado- Irving Sánchez, quien incluso, se insiste, llegó al cargo con base en mucho apoyo del senador.
Pero su influencia es muy limitada y a nivel de aspiraciones a una gubernatura, es insignificante. Fuera de él, no le quedan más que operadores de la propia corriente que encabeza, porque ni el Gobierno estatal le va a dar apoyo.