La batalla por el control de los espacios al interior de la Cámara ha puesto a los 30 diputados en posiciones encontradas. Son muchos los intereses que se manejan y las fracciones luchan con todo por adueñarse de lo más trascendente.
Tenemos entendido que ante ello, en este periodo ordinario de sesiones que acaba de iniciar, se busca modificar los escenarios y lograr una mayor productividad, porque es mucho el rezago que enfrentan.
El tiempo es fatal y todavía no muestran por dónde sacarán una reforma política que se anunció con bastante anticipación, pero que sigue esperando los consensos para aterrizarla.
Un personaje que parece que está siendo clave en este intento de lograr consensuar a la mayor parte de los legisladores en torno a un mismo propósito, es Luis Arturo Cornejo Alatorre.
Tiene una buena ventaja: su gran experiencia le ha ganado respeto prácticamente de todo, y se ve que pudiera ser bastante provechoso lo que ya se está intentado. Sólo hay que esperar que se concreten objetivos.
De entrada se menciona el convencimiento de 22 representantes populares en este bloque mayoritario que estaría dejando fuera a los integrantes del Partido Acción Nacional.
Y contrariamente a lo que se comenzó a especular respecto a que la idea era ir por la destitución de la recién nombrada presidenta de la Junta Política y de Gobierno, Hortencia Figueroa, la tendencia va en el sentido antes expuesto, analizar y en su caso aprobar la agenda a desarrollar en las sesiones y una vez con el sufragio de la gran mayoría, pedirle a ésta la oficialización de las determinaciones.
Tampoco se irá en busca de la remoción del presidente de la Mesa Directiva del recinto, Julio Espín Navarrete. Lo que sabemos es que se mantendrá en su cargo. Pero, reiteramos, todas las señales hablan de un esfuerzo por sacudirse una serie de reclamos y cuestionamientos de los representados que consideran un pobre desempeño en esta legislatura.
Claro, de todos modos en el mismo comienzo del periodo, en la segunda sesión programada para el pasado siete de los corrientes, se observó una falta de liderazgo y poder de convocatoria de Hortencia. Simplemente no hubo tal, por insuficiencia de quórum. Muy pocos se presentaron al Congreso; los trabajos se suspendieron para mejor ocasión.
Y en la próxima se presentará la propuesta de reforma al Código Electoral del estado de Morelos que acorde con una explicación es bastante interesante. Entre otras cosas, se refiere a la elección de los diputados de representación proporcional y sugiere que ya no sea como ahora, apegándose a una lista enviada por los partidos, y que se tome en cuenta el desempeño de los candidatos de mayoría, aquel que aun perdiendo logre para su partido la mejor votación, entraría en segundo lugar, igual que el número cuatro.
En lo que se refiere a las candidaturas ciudadanas o independientes, también estaría haciendo precisiones y estableciendo candados, porque tampoco es posible que cualquiera, sin muchas canicas para jugar, quiera ser aceptado por las instituciones electorales.
Cornejo, el artífice de esta propuesta, explica que se establecerá un porcentaje de firmas de apoyo popular. Ya sea en el distrito o municipio, "tendrán que ser figuras con mucho arrastre que casi garanticen triunfo, porque de lo que se trata es de elevar el nivel de competencia".
A lo mejor no va a ser tan fácil lograr ser inscrito bajo el perfil de una candidatura ciudadana. Sin embargo, de aprobarse esta reforma, se estaría dando el primer paso para abrir la puerta a personajes que no necesariamente lleven la representación de las siglas de los partidos.
En efecto, estas instituciones alcanzan ya el mayor índice de descrédito por todas las amargas experiencias que como gobernados hemos padecido en este estado o en el país. Las representaciones sociales sólo lo son de membrete. Quienes ocupan espacios en las estructuras de poder únicamente sirven a sus intereses muy particulares o a los de su partido; al ciudadano solamente lo utilizan para el voto, después lo desechan.