Por un lado, continúan apostándole a la denostación y descalificación del trabajo y obra del edil en busca de minar su fortaleza y presencia social y, por el otro, buscando una fórmula competitiva que reduzca las tendencias desfavorables frente al Revolucionario Institucional.
Muy tempranamente dos personajes del panismo dejaron ver sus intenciones de ir por la candidatura a la comuna: el legislador local y coordinador del grupo parlamentario del PAN, Luis Miguel Ramírez Romero, y el subsecretario de Ingresos del gobierno del estado, Óscar Cano Mondragón.
Hará tres o cuatro meses que desde el interior del partido y del gobierno se daba por hecho que de ellos dos saldría el "bueno" para la comuna; sin embargo, al paso del tiempo y frente a los escenarios cambiantes, se ha venido asumiendo que con cualquiera de ellos lo único que se garantizaría sería la derrota y se está buscando una figura con más peso y presencia para que enfrente la ola tricolor que parece venir como en sus mejores tiempos.
¿Cuáles son los comentarios en pasillos y reuniones panistas? Que tanto Cano Mondragón como Ramírez Romero deberán pensar en otra posición; el primero, en una diputación local; el segundo, tal vez en una federal, porque su liderazgo no da para mucho.
Los panistas suelen ser muy discretos y cuidadosos en sus acuerdos internos. Sin embargo, tenemos entendido que están considerando seriamente impulsar al titular de la Secretaría de Desarrollo Económico, Rafael Tamayo Flores, hacia dicha posición.
Y mire que el personaje en cuestión está dejando ver algunos apoyos, empresarios, grupos de transporte, académicos e investigadores, y más recientemente se reunió con 25 líderes de cámaras que van con él.
Son unos dos mil 500 los que desde algunos centros de investigación lo vienen promoviendo, y se trata de gente que genera opinión a un nivel de élite social que suele ser muy reacia para participar en cuestiones electorales.
Para disfrazar un poco las cosas, lo vienen incluyendo en la larga lista de aspirantes a la gubernatura del estado; ya ve que ahora todos quieren, Adrián Rivera, Alejandro Villarreal, Demetrio Román, Bernardo Pastrana y de última hora el propio Víctor Manuel Caballero. Pero el propósito real es que va por Cuernavaca y no tiene mucha competencia interna.
Ciertamente que es lo mejorcito que tienen para este cargo. No hay ninguna otra figura que pueda ofrecer buenos resultados a pesar de que es aquí en la capital donde el priismo muestra sus mayores debilidades; su caballada está muy flaca. Lo único que les beneficia es la tendencia del partido y la posible ola verde que pueda venir de la presidencial.
Desde la administración estatal y Acción Nacional son conscientes de los puntos débiles del PRI e intentan aprovechar la coyuntura considerando que es posible recuperar el espacio que además es fundamental.
Pero insistimos: todavía no llegamos a los tiempos formales de elección de fórmulas y ya algunos empezaron a quedarse en el camino. Las aspiraciones de Cano Mondragón y de Ramírez Romero tendrán que orientarse a otros objetivos si no se quieren quedar fuera de la jugada.
La lucha por la presidencia municipal demanda de peleadores de peso completo y hay quienes ya no están dando la medida. El PAN no bajará los brazos de manera anticipada, se va a defender hasta con las uñas y echará mano de cualquier recurso a su alcance para defender sus intereses.
Son tres las posiciones más ambicionadas y valiosas a disputarse en la justa del 2012, la gubernatura del estado, la alcaldía de Cuernavaca y la mayoría de diputaciones en el Congreso local. Se pueden perder todos los demás Ayuntamientos y no pasa nada, pero se gana mucho más rescatando alguno de esos otros.
Sobre todo porque hay que seguirle apostando al futuro, el recinto legislativo, la comuna capitalina o la gubernatura son plataformas de lanzamiento a través de las cuales se puede aspirar a regresar a la disputa por el poder total en lo sucesivo, y así lo viene valorando la derecha en Morelos.