Lo que está pasando en torno al presidente municipal con licencia, Manuel Martínez Garrigós, es una muestra de que los adversarios van a echar mano de lo que sea con tal de debilitar algunas figuras que se consideran que jugarán en la elección del 2012.
Seguramente pensando en ello y ya con el antecedente personal que vivió durante la contienda por la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el presidente del CDE, Amado Orihuela Trejo, hizo ayer unas declaraciones que se nos antojan inteligentes para adelantárseles a quienes preparan sendas acusaciones al vapor.
Él y MMG siguen siendo los punteros en la búsqueda por la candidatura al gobierno de Morelos, y efectivamente es mejor tratar de desahogar estos pendientes a fin de restarles efectividad a la hora de la verdad.
A Orihuela Trejo, y desde dentro de su instituto político, le intentaron fabricar un expediente para relacionarlo con la delincuencia organizada; sólo que actuaron ágilmente y ellos mismos pidieron tanto a la Procuraduría General de la República como a la del estado que informaran si en verdad había antecedentes en el sentido en el que se filtró un documento.
Esas instituciones desmintieron su contenido y se logró desacreditar la difamación, pero seguramente en la dirigencia priista se tienen señales de que los malosos volverán a repetir esa jugada y por eso se ha considerado anticiparlo.
Amado Orihuela advirtió que en esta ocasión, en caso de presentarse algo similar, iniciará las denuncias correspondientes y exigirá que con base en investigaciones se castigue severamente a los responsables.
Bueno, mencionó que se ha querido ensuciar la imagen de su familia a través de uno de sus hijos. "Tenemos datos que nos llevan a considerar que se trató de fuego amigo, actitudes perversas que ante la impotencia de competir por la vía del convencimiento al electorado, echan mano de todo tipo de descalificaciones".
Lo anterior nos muestra que, sobre todo, aquellos que se sientan en desventaja en la lucha por posiciones de poder buscarán métodos nada decentes para hacer daño a la imagen pública de sus adversarios. La propuesta es lo que menos les interesa.
MUY ENREDADOS LOS PERREDISTAS
Por otra parte, en torno al proceso interno en el Partido de la Revolución Democrática (PRD), ya lo habíamos anticipado y se viene confirmando, andan verdaderamente enredados. Los grupos y corrientes se están dando con todo y priva cierto desánimo entre aquellos que luchan por enderezar el proyecto de la verdadera izquierda.
Los "chuchos" por un lado, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) de Andrés Manuel López Obrador por otro y corrientes locales buscan ansiosamente imponerse en la distribución de candidaturas y eso les está causando estragos.
Incluso se da por hecho que el tabasqueño Graco Ramírez Garrido será el candidato, pero igualmente se advierte que difícilmente Morena y otras corrientes jalarán con el, incluso se especula respecto a que no pocos acabarán apoyando a otros partidos.
Andan simulando una unidad interna que está lejos de ser real, algunos la reclaman en torno a sus intereses, pero hacia abajo las bases están desprotegidas y lo único que les alienta es la figura de AMLO.
Bueno, hay aquellos que hablan de que ya entre López Obrador y el jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, hubo un arreglo y que este último decidirá en toda la circunscripción de la zona centro y que ya hasta se tiene listo el relevo en la jefatura de gobierno.
Es creíble. Para que el jefe capitalino declinara a sus pretensiones presidenciales, debieron entregarle algunas parcelas interesantes. Eso es muy común en política, se da todos los días.
Pero en la entidad, insistimos, las cosas no les pintan bien. Ramírez Garrido perdió control a partir de la reciente reestructuración partidista; sus adversarios perredistas son mayoría y más si suman algunos grupos. Por eso se piensa que pudiera lograr la candidatura, pero muchos lo van a dejar solo, de tal manera que ganar no es más que un sueño, mientras el PRD continúa perdiendo activos.