Uno de los que busca contender por una legislatura local sostuvo que "tenemos entendido que el ex alcalde de Cuernavaca, José Raúl Hernández Ávila, ya se apartó la primera plurinominal local y con la firme intención de ser el coordinador de la fracción como ya lo fue en el pasado".
La referencia vino acompañada de un "¿Cómo vamos a ganar así? ..”
Pero no es sólo esa posición. Ya todas las que pueden ser seguras tienen nombre y apellido y desde luego que no se trata de líderes sociales que cuenten con capital social.
Bueno, el ambiente respecto a la batalla por la candidatura a gobernador del PAN está calientito. Muy en corto, desde Palacio de Gobierno se sigue presintiendo que les van a hacer una "chicanada" y que desde el CDE el "dirigente" Germán Castañón Galaviz está de acuerdo con el senador Adrián Rivera para que se quede con ella así sea para perder y de manera escandalosa.
¿Cuál es el argumento? Que el señor tiene controladas más del 60 por ciento de las estructuras que elegirán al "bueno", aunque esos "iluminados" no representen nada a la hora de la elección constitucional.
Por todo ello se habla anticipadamente de una desbandada si los malos pronósticos se cumplen, y estamos refiriéndonos a figuras que sí tienen capital popular y que, por lo que vemos, no lo compartirán con el poblano-defeño.
Ya tuvieron una amarga experiencia en el 2009; perdieron el 80 por ciento de lo que tenían. Para la justa que viene, tampoco las señales les benefician, pero los alcances del golpe pueden ser mayúsculos si siguen con la cerrazón.
Bueno, incluso en lo que corresponde a la candidatura por el municipio de Cuernavaca ya hay problemas; hay contendientes que aseguran que "ya está vendida y todo indica que es por dinero".
Claro, el presunto beneficiado tampoco tiene perfiles ni alcances para ganar, ha mostrado tibieza en los cargos desempeñados. Pero como que a la dirigencia panista eso no le inquieta; parece que prefiere hacer un buen negocio desde ahora.
Y ciertamente que los números no parecen favorecer al PAN. Sin embargo, haciendo un buen esfuerzo de estrategia a la hora de elegir a los candidatos, no saldrían del todo mal, hay tela de dónde cortar, pero los panistas o neopanistas con más peso electoral no corresponden a la "sagrada familia" y los están haciendo a un lado para asegurar lo suyo.
¿Quiénes podrían llevar más votos? Sumados estratégicamente, Víctor Manuel Caballero Solano y Bernardo Pastrana Gómez que, se supone, van en mancuerna por una senaduría; Alejandro Villarreal Gasca, secretario de Finanzas, que busca la gubernatura; Demetrio Román Isidoro, titular de obras, que va por el mismo cargo, Rafael Tamayo Flores, secretario de Desarrollo Económico, por citar algunos.
Si entre ellos quedaran las posiciones superiores, serían factor de inducción de triunfos, pero tendría que cuidarse sobremanera al candidato a gobernador, porque localmente es el platillo principal y debe arrastrar victorias, no derrotas.
Peor aún si desde el CEN del PAN tampoco se actúa con inteligencia y sentido común imponiendo a un Ernesto Cordero, por ejemplo. El hombre en lugar de sumar, restaría. Ahora imagínese si aquí instalan a Rivera Pérez como el abanderado: es para morirse, ¿no le parece? Y lo más triste es que por ahí van las cosas.
Ya la asignación de cuadros corresponde más al partido, tanto estatal como nacional aunque el gobernador tendrá el derecho de vetar a alguien que no le parezca e intentar negociar con corrientes contrarias, entre las cuales al parecer está la misma dirigencia estatal panista que jala con Adrián.
Reiteramos, la visión de muchos funcionarios de gobierno es que los sagrados se siguen agandallando y quieren utilizar a quienes no son de casa para que vayan a la guerra.