Morelos en ese sentido presenta un considerable rezago frente a entidades federativas del entorno cercano, como Puebla, Distrito Federal o el Estado de México.
Todavía no se logra resarcir el daño que causó a la entidad el conflicto político que llevó al general Jorge Carrillo Olea a dejar el cargo a los cuatro años de administración.
Por eso es tan importante valorar este tipo de problemas que a los actores políticos les encanta sobre todo cuando se acomoda a sus intereses personales, de grupo o de partidos.
El asunto es que de acuerdo con cifras actuales sobre el programa de Desarrollo Regional puesto en marcha en el 2008, este año se contará con menos recursos. Hasta el momento, sólo se le tienen asignados tres mil 953.1 millones de pesos.
Nuestro estado desde luego se verá impactado negativamente, porque llegó a disponer de cantidades importantes. Desarrollo Regional surgió en el 2008 con un ejercicio histórico de 32 mil 853.4 millones de pesos, aunque curiosamente a Morelos sólo se le apoyó con 143.1 millones, pero durante el 2010 el estado mejoró su oferta de proyectos y logró una asignación de 517.3 millones de pesos, que hicieron posible el desarrollo de interesantes acciones.
Se espera que todavía el Congreso del estado y el Gobierno federal reconsideren su posición al respecto y acaben aprobando más recursos a este rubro. Sin embargo, se da por hecho que se verá reducido sustancialmente y ello va en detrimento no sólo de nuestra entidad, sino de todas las que forman parte de la región centro de la república mexicana.
La administración del gobernador Marco Adame Castillo se puede ver seriamente recortada en materia de recursos provenientes de la federación. Al ex gobernador Sergio Estrada Cajigal le tocaron mejores tiempos al final de su sexenio, porque pudo ejercer fondos que ya no existen en este momento y con ellos concluyó el mandato con diversas obras de gran alcance, entre ellas el centro de convenciones ubicado en el municipio de Xochitepec, el edificio de la Secretaría de Seguridad Pública por ese mismo rumbo, una alberca olímpica en Tezoyuca, el Hospital de la Mujer en Yautepec o el Teatro Ocampo que fue modernizado.
Buena parte del dinero que para todo eso se ejerció, venía de los excedentes en la venta del petróleo. Desafortunadamente hubo modificaciones en la disposición de esos recursos para orientarse a la reinversión en Petróleos Mexicanos (Pemex) y ya dejaron de ser canalizados a las entidades.
Por lo menos, a partir de recursos estatales y municipales, parece que las más grandes inversiones en puerta son los 30 millones para el bulevar Apatlaco en Temixco y el Libertadores de Cuautla con un monto un poco mayor y nada más.
Sólo se le estaría dando continuidad al parque tecnológico en Xochitepec, al equipamiento del Hospital del Niño Morelense y otra etapa en el aeropuerto Mariano Matamoros y con eso se estaría concluyendo la gestión.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes parece estar dejando hasta muy avanzado el presente año la obra de ampliación de la autopista La Pera-Oaxtepec y el distribuidor del Polvorín, quizás con intenciones electorales, pero no se ve algo adicional en materia de obra gubernamental.
Por supuesto que el programa regional representó un gran beneficio para otras entidades. El Distrito Federal fue el que más recibió; en 2010 se llevó tres mil 404.9 millones de pesos. Aunque Chiapas no se quedó muy atrás porque ejerció tres mil 280.9 millones de pesos.
Claro, en contraparte, fueron Campeche, Baja California y Quintana Roo los menos favorecidos en la disposición de este tipo de fondos que se orientaron hacia la mejora estructural de las regiones para elevar el nivel de competitividad, pero por lo visto ya en este año electoral se le dejó de prestar mucha atención.
Quizás ahí se quedó el sueño de hacer realidad la apertura del libramiento norponiente y continuar con aquella mega autopista denominada Siglo XXI que impulsara Carrillo Olea y avanzara en 6.5 kilómetros Sergio Estrada Cajigal el sexenio anterior. Este gobierno no logró desatorar los obstáculos y parece que ahí la dejó pendiente.