Más allá de charlas informales y de chascarrillos muy comunes en este tipo de encuentros, el jefe del Ejecutivo vertió algunas opiniones relacionadas con el tema vigente, el electoral. Respondió algunas inquietudes de los compañeros, sobre todo en lo que se refiere al complicado proceso que enfrenta el Partido Acción Nacional (PAN) para elegir a su candidato a la presidencia de la república, pero también en lo que tiene que ver con los que buscan sustituirlo en el cargo.
Adame dijo del proceso nacional que su partido desarrolla procedimientos bastante diferentes al resto de los institutos políticos y ejemplificó algunos casos en los que quienes se perfilaban como virtuales ganadores fueron superados. Lo anterior afirmó por la insistencia del gremio en el sentido de que Josefina Vásquez Mota se aprecia como la virtual abanderada panista.
Pero el comentario que más llamó la atención a quienes le estuchábamos fue sobre el proceso para elegir al candidato panista al gobierno estatal. Sostuvo que "va a haber sorpresas", lo cual pudiera interpretarse que la visión anticipada de que el senador Adrián Rivera Pérez ya tiene asegurado el puesto, es relativa.
Y bueno, también dejó muy claro que aquellos que andan tras un cargo de elección popular y son parte de la administración pública, deberán presentar su renuncia, es más, antes de que se registren ante el partido, porque estimó que permitir seguir en el ejercicio del mismo representaría una acción inapropiada para las instituciones.
Entonces estamos a unos días de que dos o tres funcionarios más hagan lo propio y nos referimos a los secretarios de Finanzas y Planeación, Alejandro Villarreal Gasca, y de Obras Públicas, Demetrio Román Isidoro, porque ambos van a buscar precisamente la gubernatura.
Adame Castillo quien por cierto en ese momento recibió una llamada del presidente del CEN del PAN, Gustavo Madero, debe tener información bastante clara respecto al rumbo que tomarán las cosas en la entidad. Desde luego que tiene posibilidad de influir en la decisión respecto a la candidatura al gobierno y más con esa cercanía que parece tener con el dirigente partidista.
A lo mejor nos equivocamos, pero nosotros consideramos que si interviene en la nominación del aspirante de su partido, no lo hará precisamente a favor de Rivera Pérez.
Uno de los compañeros le dijo que "ya sabemos que va con Adrián. Hemos visto algunas señales" y respondió que "hay una larga cultura en interpretar mensajes, que si el gobernador saludó efusivamente al senador, que si acompañó al presidente de las Ballenas --en referencia a Alejandro Villarreal que estuvo en un acto de Demetrio Román en Jiutepec--. La verdad es que nada tiene que ver con una decisión de apoyar a tal o cual aspirante".
Es decir, aclaró que no hay tal apadrinamiento de Adrián, y entonces el hombre debe estar trabajando en una propuesta diferente, aunque si llegado el momento el CEN decide ir con Rivera Pérez, tampoco hará nada para oponerse. Es muy institucional y sabe que su papel como mandatario es otro, alimentar la unidad interna en el PAN y acatar lo que el centro disponga.
El senador cuenta con relaciones bastante interesantes a nivel central tanto en el partido como en el gobierno. Sin embargo, tiene una pésima imagen en el estado. A los propios panistas les queda claro que no tiene ninguna posibilidad de triunfo en la batalla constitucional en caso de que fuera el beneficiado.
Su pasión por el alcohol lo ha llevado a conflictos que necesariamente tienen consecuencias. Nadie olvida que en pleno estado de ebriedad encañonó con una arma al compañero Pablo Rubén Villalobos cuando era alcalde capitalino, en una fiesta en Puente de Ixtla.
Y más recientemente, también ya pasado de copas en una cena con dos líderes de organizaciones campesinas, cacheteó a Julio Padilla porque se estaba durmiendo, gritándole que "aquí no es hotel". Su compañero quiso intervenir a su favor, pero los guardaespaldas de Adrián lo encañonaron. De ese nivel es el comportamiento de éste. Por eso en su propio partido nadie considera que sea la mejor opción. Y en efecto, como dice MAC, puede haber sorpresas.