Ayer, durante una conferencia de prensa, sectores como el popular, el obrero y el campesino se sumaron a la candidatura de Amado Orihuela Trejo a la gubernatura. Aunque faltó legitimidad al sector femenil porque quien apareció ahí fue Laura Ocampo Gutiérrez, quien en la práctica sólo busca sus intereses, no tiene ningún liderazgo. Pero por encima de ese desacierto, el cierre de filas del resto de las estructuras priistas ya está en concordancia con la decisión de la dirigencia nacional.
Por cierto, al evento concurrieron cerca de 12 personas que reclamaron la elección de candidatos por convención, insistieron en la democratización del proceso y consideraron que el ex presidente municipal, Manuel Martínez Garrigós, mantenía un acuerdo que no fue respetado.
Pero quien amenaza con mover a sus huestes y provocar ruptura en las filas de este partido es la ex dirigente estatal Maricela Sánchez Cortés, en una posición un poco cuestionable ya que a su pareja Guillermo del Valle Reyes le entregaron la segunda posición en la fórmula por el Senado de la República y a ella un lugar en la lista de aspirantes a la diputación federal circunscripcional.
En lo que corresponde a MMG, se entiende la postura; como que una federal no retribuye el esfuerzo desarrollado y el trabajo de precampaña que hizo. Pero la otra no tiene excusa. No obstante, sabemos de su relación con el gobierno del estado. Seguramente el apoyo que han recibido tuvo que ser con el compromiso de provocar fisuras en el Revolucionario Institucional y ahora deberá cumplir so cualquier pretexto.
Sin embargo, lo que venimos apreciando al interior de este instituto es lo más normal previas las nominaciones de candidatos, pero sobre todo porque existe la percepción colectiva de que van con muchas posibilidades de recuperar el poder, desde la gubernatura hasta la presidencia de la república, y todos desean subir al barco.
Todavía recordamos que para las elecciones del 2006 nadie quería ser candidato del tricolor porque se sentían perdidos de antemano. Hoy las cosas son diferentes. Hay municipios en los que más de una docena busca la candidatura a la alcaldía por los mismos motivos, y priva ausencia de aspirantes del PRD o del PAN.
Lo lamentable es que todo esto les hace disminuir en sus expectativas. Por este tipo de inconveniencias, se quedaron casi sin nada a partir del 2000. No obstante, reiteramos, parece un conflicto normal porque mientras no se concluya la entrega de espacios, muchos buscarán mediante presiones negociar más candidaturas para sus respectivas corrientes.
¿CANO Y BOLAÑOS POR DIPUTACIONES?
Mientras tanto, en la trinchera del Partido Acción Nacional (PAN) ayer se insistió en que Óscar Cano Mondragón y Javier Bolaños Aguilar ya renunciaron a sus respectivas subsecretarías, pero para buscar una diputación local por un distrito de Cuernavaca y que no van por la alcaldía capitalina como insistían.
Es decir, que estará yendo casi solo Marcos Manuel Suárez Gerard porque también el secretario de Desarrollo Económico, Rafael Tamayo Flores, ayer hizo circular una carta de desistimiento por la comuna.
Suárez Gerard venía ya muy amarrado con la dirigencia del partido, medio desarrolló una precampaña para posicionarse pero de medio nivel. Todo indica que tempranamente alcanzó un acuerdo con Germán Castañón, el presidente del CDE panista.
Es decir, que Marcos Manuel es el aspirante casi amarrado por la comuna de Cuernavaca para abanderar los intereses del PAN. Ni en el PRD ni en el PRI se observa con claridad hacia dónde se inclina la balanza.
Los amarillos no tienen muchos cuadros importantes. Quien se ha apuntado para ir por la presidencia municipal es el ex procurador José Luis Urióstegui Salgado. Igual y se va solo.
En el caso del tricolor, se especula sobre la figura de Jorge Morales Barud. Incluso los panistas consideran que ganaría sobradamente. Pero ya ve cómo andan las cosas en este partido. También el legislador local Fernando Martínez Cué la quiere.