Lo que pudimos averiguar es que uno de los que van en firme por estos espacios es, en el distrito número uno con sede en Cuernavaca, el doctor Rodolfo Becerril Straffon. El señor no es mal elemento, además cuenta con una experiencia bastante interesante tanto en cargos de representación popular como de posiciones gubernamentales. Fue secretario de Desarrollo Económico, senador, diputado local y es un reconocido economista.
Como a muchos de sus correligionarios, le tocó sufrir el desgaste de aquellos últimos años de hegemonía de su partido y más aún las derrotas del 2000, pero es un hombre preparado.
Al distrito dos va Georgina Bandera, secretaria general del CDE del tricolor. Ella es hija del alcalde de Temixco, Nereo Bandera Zavaleta, y ha venido haciendo equipo con la corriente del ex alcalde capitalino, Manuel Martínez Garrigós, hoy dirigente estatal del tricolor. Seguramente es parte de las negociaciones y sobre todo con su inclusión se cumple con la equidad partidaria.
Al tercer distrito va el diputado local de Cuautla, Andrés González García. Tiene cierta presencia en aquella zona; por unos cuantos votos le ganaron la alcaldía hace ya casi cinco años, pero sigue haciéndole la lucha.
Al cuarto distrito logró colarse Laura Ocampo Gutiérrez. Francamente no le vemos mucho. El partido tendrá que hacer un esfuerzo extraordinario si desea mantener dicho espacio.
Y finalmente en el quinto distrito federal fue inscrito Eleacib Polanco, un priista que en aquella región del rumbo de Tlaltizapán tiene cierto liderazgo; no obstante, tampoco es una garantía. Hay que esperar.
Pero por lo menos los priistas conjugaron experiencia, sobre todo con Becerril, juventud y equidad con Georgina y le abrieron espacios a la mujer, desplazada generalmente en este tipo de participaciones.
Pero ahora viene lo más peleado: las alcaldías y las diputaciones locales. Hay decenas de aspirantes en cada municipio o distrito. No será nada fácil convencer a la mayoría de que "todavía no le toca" y los ánimos pudieran desbordarse.
Es la última prueba de fuego para evitar mayores contratiempos en cuestiones de unidad, antes de ir ya en serio al arranque de las campañas para amarrar el voto del primero de julio.
PACHECO Y VERA, POR LA UAEM
Pero donde la inquietud se desborda es al interior de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos tras la renuncia de Fernando Bilbao Marcos a la rectoría para ir en busca de una diputación federal por el PRD.
Su cargo es ya objeto de una cerrada lucha entre diversos académicos de esta máxima casa de estudios y de entrada quien ya se registró para contender es el secretario de Educación en el gobierno estatal, Alejandro Pacheco Gómez.
Pero son varios los que van por la misma posición; entre ellos están Alejandro Vera Jiménez, Alejandro González Chévez y Roberto Coranguez, sólo por citar algunos, porque la lista es más larga.
No es la primera ocasión que Pacheco Gómez busca ser rector de la UAEM; hace algunos años lo intentó; las cosas no le favorecieron y prefirió hacer un poco de vida académica al exterior.
Se involucró en el proyecto de la Universidad Tecnológica Emiliano Zapata (UTEZ) y logró convencer al ex gobernador Sergio Estrada Cajigal para que le pusiera dinero y mire que pudo llevar este espacio educativo a niveles de excelencia.
Ya con Marco Adame también consolidó algunas propuestas y ciertamente que la UTEZ es hoy una de las instituciones tecnológicamente más avanzadas; han logrado reconocimientos nacionales e internacionales en investigación y creatividad.
El señor es hoy secretario de Educación, pero seguramente su corazón continúa añorando tiempos de antaño en la universidad del estado y va en otra nueva aventura.
El asunto es que a la UAEM lo que le urge es encontrar a alguien con gran visión, un rector que sepa aprovechar todos los recursos, programas y posibilidades que tiene a su alcance y que por incapacidad de algunos personajes que han pasado por el cargo, no ha logrado despegar. Muchos recursos no llegan por insuficiencia en la elaboración de las propuestas y los proyectos que se presentan ante la federación.