Sin embargo, se comienza a caer en el abuso y con ello se resta credibilidad a los números y las gráficas que en momentos parecieran reflejar los números que a los interesados convienen.
Claro, para algunos se trata de una más de las estrategias en una lucha desesperada por alcanzar objetivos y concretar aspiraciones por cargos de elección popular que les posibiliten vivir cómodamente por unos tres años dentro del grupo privilegiado de quienes logren conseguir algún cargo de elección popular, a partir de las próximas elecciones del primero de julio.
Y en este momento son decenas de personajes del Partido Revolucionario Institucional (PRI) los que buscan afanosamente sacar la cabeza para ser tomados en cuenta en la distribución de candidaturas a presidencias municipales y diputaciones locales.
Ya son los espacios finales en disputa; la candidatura al gobierno estatal está en manos de Amado Orihuela Trejo, la fórmula por las senadurías la tienen Francisco Moreno Merino y Guillermo del Valle Reyes, las diputaciones federales igualmente están asignadas; así que al tricolor le resta elegir a 33 candidatos por igual número de alcaldías y 18 diputados de mayoría, porque los primeros lugares plurinominales también ya se ocuparon.
Ocupa singular atención la disputa por el abanderamiento de la alcaldía capitalina; Cuernavaca es un espacio de mucha trascendencia para cualquier elección y es aquí donde algunos priistas se vienen dando con todo.
Ya salió la convocatoria y se considera que es cuestión de horas para que se elija a los 33 agraciados en el caso de las comunas y a los 18 que representen a igual número de distritos locales.
Ayer, dos que tres de los que van por Cuernavaca dieron a conocer un movimiento conjunto que sin embargo pareciera reflejar sólo el miedo de que individualmente no se les considere; aparecieron juntos en la foto, entre otros, Jorge Meade Ocaranza, Otilio Rivera Navarro y Rafael Cepeda Aguilar. Ello más bien se interpretó como que van perdiendo la batalla y es un último esfuerzo por conseguir un pase en la lista. Se antoja que no está entre ellos el agraciado; por eso, la reacción en grupo.
MAC-SÁNCHEZ GATICA, EN CALMA
Pero mientras a nivel de partidos y aspirantes la batalla es a morir, tanto el gobierno del estado como la alcaldía cuernavaquense parecieran llevar las cosas en calma.
A nivel de administración pública estatal, venimos observando un final de sexenio bastante tranquilo, sí por lo menos hasta este momento. En otros tiempos, y a siete meses del final, las cosas eran mucho más difíciles.
Podemos recordar fines de sexenio desde Antonio Riva Palacio, pasando por Jorge Carrillo Olea o Sergio Estrada Cajigal y mire que no se parece en nada este ambiente al que se presenciaba en esas épocas.
El gobernador Marco Adame es objeto de mínima crítica tanto de priistas como de perredistas y ha logrado continuar con su desempeño sin mayores contratiempos.
Claro, habrá que esperar cómo se presenta el entorno cuando ya comiencen las campañas hacia la elección constitucional, pero por ahora el termómetro no está siquiera en fase amarilla.
Y algo similar se aprecia en lo que se refiere a la presidencia municipal de Cuernavaca. El alcalde Rogelio Sánchez Gatica avanza hacia el final en el mismo tono, no enfrenta dificultades mayúsculas. Al ex alcalde, actualmente dirigente estatal del PRI, Manuel Martínez Garrigós, le tocaron los momentos más difíciles porque mantuvo en movimiento la administración generando con ello diversas reacciones de sus enemigos políticos.
Pero heredó a su suplente un trienio prácticamente concluido en lo que tiene que ver con obra pública e inversión. Sánchez Gatica únicamente va concluyendo el proyecto.
Y como el señor no aspira a ningún cargo de elección, pues a nadie incomoda, cosa contraria en lo que se refiere a MMG; todo mundo sabía que quería una candidatura y desde el interior de su propio partido salieron diversos cañonazos para buscar cerrarle el camino.
Razones debe haber muchas; sin embargo, la realidad es que tanto Sánchez Gatica como Adame Castillo parece que concluirán sus respectivos mandatos sin tanto escándalo como en periodos pasados.