Sin embargo, lo que tampoco abonó en mucho para generarle un ambiente propicio para el trabajo al edil, fue la composición de su cabildo; grupos y fuerzas partidistas le impusieron personajes de nulo liderazgo y poca experiencia que sólo responden a cuotas de poder muy características de ese instituto político.
Lo anterior estuvo acompañado de una falta de integración de equipos de trabajo, que se fue convirtiendo en un obstáculo para que Martínez Garrigós pudiera no sólo mantener, sino acrecentar el liderazgo con el que llegó.
La verdad es que el joven político logró un triunfo contundente recuperando esta alcaldía para el PRI, después de 12 años de panismo. En los primeros meses se convirtió en una figura casi hegemónica, incluso por encima de la del gobernador Marco Adame Castillo, que debió suspender su asistencia a algunos actos donde coincidía con el alcalde porque era éste quien capitalizaba los mayores beneficios políticos.
Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar progresivamente y uno de los acontecimientos que le causaron grandes inconvenientes en la buena apreciación que tenía la colectividad de su administración, fue aquello de pretender elevar los cobros del impuesto predial, por un lado, y del servicio en el suministro del agua potable, por otro.
Alguien le estaba asesorando mal y aunque finalmente se tuvo que dar marcha atrás, ya los daños de imagen se habían causado, porque las fuerzas contrarias se encargaban de multiplicar los efectos negativos de esas acciones.
Eso fue, a nuestro juicio, lo que más le pegó en su figura, porque finalmente era algo que impactaba directamente al sector social. ¿Quién lo llevó a tomar este tipo de decisiones? Sólo MMG lo sabe. Pero hoy deberá aceptar que no se trató precisamente de una decisión inteligente.
ABORTA GRACO SESIÓN EN EL CONGRESO
En otro tema, ayer la Cámara local de Diputados debió suspender la sesión ordinaria que tenía programada, entre otras cosas, para festejar al sector femenino con motivo del Día Internacional de la Mujer.
¿El motivo? Que el aspirante a la gubernatura del estado por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), Graco Ramírez, llevó a su esposa Ana Lilia Cepeda para que subiera a la tribuna para hablar a nombre de las féminas.
Lo que sabemos es que entre los legisladores locales que impulsaron esta idea se encontraba la diputada Tania Valentina, quizás con el ánimo de quedar bien ante el abanderado del bloque izquierdista, dado que ella va contemplada en la fórmula para el Senado de la República, acompañando a Fidel Demédicis Hidalgo.
La posición de la mayoría de los representantes populares fue en el sentido de que esa tribuna no puede ser utilizada por agentes externos al recinto que buscan jalar reflectores con fines electorales, y nos parece correcto.
La señora es la esposa del casi candidato a gobernador y no se le tienen que dar espacios para el lucimiento. Los priistas y de otras fracciones abandonaron el pleno; sólo los perredistas con Graco se quedaron e hicieron su espectáculo. Fíjese nada más. ¡Imagínese lo que no harían si llegaran a cumplir sus sueños de apoderarse de Morelos! Consideramos que difícilmente lo lograrán, pero estas actitudes de falta de respeto nos dan un adelanto del estado de cosas que viviríamos con políticos de esta naturaleza.
Ya conocemos bien los antecedentes de Graco: es un tipo con todas las mañas del mundo. Por algo anda en esos niveles; busca por todos los medios posibles los reflectores a fin de ir ganando terreno.
Ana Lilia Cepeda nos merece todo el respeto como mujer, pero no se puede abusar de las instituciones para conseguir beneficios político-electorales y menos en un día como éste. Los eventos deben ser serios y formales, fuera de cualquier tendencia mezquina, ¿no le parece? Pero con una actitud de cinismo, el tabasqueño estuvo ahí aplaudiendo la intervención de su pareja. Qué se podía esperar.
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Mujer inteligente y respetable Elena Cepeda se equivocó. Al intentar encabezar un… Compartelo!