Se trata de una obra estimada en más de 400 millones de pesos, pero que será de gran trascendencia para poder disponer de espacios de atención médica acordes a nuestras necesidades.
El inmueble se ha llevado ya un buen tiempo en su proceso de edificación, pero vale la pena, hoy se encuentra en un avance del 99 por ciento, es decir, a punto de empezar a funcionar, sólo quedan pequeños detalles por resolver y desde luego, se está en la fase de equipamiento, -algo tan costoso como la misma edificación.-
Y es que de acuerdo a las especificaciones y explicaciones que recibió la comitiva en su recorrido, el instrumental médico, las salas de atención, la estructura de diseño son verdaderamente de primer mundo, la mayor parte de los aparatos que se van utilizar han sido importados.
El empeño no es en vano, se trata de un hospital que atenderá a la población infantil, no solo de esta entidad; ahí podrán llegar menores provenientes de estados vecinos como Puebla, Guerrero o Oaxaca, porque el servicio será regional.
El HNM de Cuernavaca no está mal, de hecho hay atención excelente, sobre todo por el recurso humano, que a diferencia de otros nosocomios, parece haber sido preparado especialmente para ser atentos y decentes, en sitios distintos el comportamiento es casi inaceptable.
Consideramos que se trata de una de las inversiones más importantes de este sexenio, sobre todo por el sector de la población al que atenderá y en verdad que le están echando ganas, ya a estas alturas y con las restricciones legales derivadas del proceso electoral, no se puede publicitar, sin embargo, hay que aceptar que el proyecto es de lo más interesante.
De entrada, podrá triplicar la capacidad de atención a los menores, se hará con equipos médicos que cuentan con tecnología de primera línea, lo que facilita las cosas.
En muchas ocasiones, el ingenio médico para salvar una vida puede ser el correcto, pero si no existen los instrumentos correctos para acompañar los conocimientos, se termina por fracasar; esto es lo que se ha superado en esta nueva sede, que además en este momento luce impecable.
Todo parece indicar que podrá ser inaugurada en unos dos meses, antes de que termine este gobierno tendrá que estar ya atendiendo, porque además, a decir del Secretario de Desarrollo Urbano y Obras públicas, David Enrique Turner, la instrucción es que no quede ninguna obra en proceso, todo tendrá que ser concluido a más tardar el 30 de septiembre, porque el primero de octubre ya hay nuevo gobernador y deberá iniciar su propia acción.
Segundo piso no, libramiento norponiente si
Por otro lado y en relación a la propuesta presidencial de cambiar el proyecto de construcción del libramiento norponiente por un segundo piso al actual, según la visión de algunos urbanistas parece ser interesante.
Simplemente se señala que para fines de intereses locales, ese ofrecimiento tiene poca lógica, porque lleva una visión bastante alejada de la idea real de ir construyendo la infraestructura vial que Morelos y la entidad requieren en el futuro, a fin de enfrentar los grandes conflictos de tránsito.
Y uno de ellos decía al reportero que construirle un segundo piso al actual periférico sería seguir alimentando una vialidad pensada en función de quienes pasan por la capital estatal sin siquiera quedarse en nuestro entorno.
Tiene lógica, porque como manifestaba, en efecto, el libramiento está vetado para ser usado por el servicio público de transporte, por ejemplo, con mucho esfuerzo algunas líneas de corte foráneo lograron permiso para poder usarlo, pero con muchas restricciones; el resto de las líneas del servicio de corte local no pueden hacerlo.
Aceptar un segundo piso, sería mantener estas mismas condiciones que sólo favorecen a quienes van o vienen de la ciudad de México hacia el sur del país, por lo tanto no es aconsejable, vaya, simplemente no resolvería nada para esta ciudad.
Lo correcto es seguir avanzando en el proyecto del libramiento norponiente, que además de acelerar al tránsito de norte a sur y viceversa, sí abonaría en una mejora estructural, tanto para la capital como para el resto del territorio.
Además, ello permitiría municipalizar el actual libramiento a fin de que se tradujera en una arteria como cualquier otra, facilitando la comunicación entre el norte y el sur de la misma capital, porque todavía sigue siendo un problema, sobre todo en tiempo.
Sin embargo, también pensamos que difícilmente estaría arrancando en lo que resta del sexenio actual, estamos ya a menos de seis meses del final y una acción de tal magnitud se llevaría uno o dos años, dependiendo del capital disponible.
Y bajo las consideraciones anteriores, mejor será esperar que las condiciones para desarrollar esa obra sean las adecuadas y no aceptar un segundo nivel que beneficiaría prácticamente a los de fuera, cuando nosotros enfrentamos todo tipo de necesidades estructurales en esa materia, ya ve que a la autopista Siglo XXI tampoco se le pudo avanzar un metro más.