Y la pregunta sería ¿realmente necesitan ese armamento?, seguramente lo hicieron para demostrar su dominio en el territorio, porque para ellos las pistolas, escopetas y algunos otros artefactos que sustrajeron son como de juguete, ellos portan sofisticadas armas que difícilmente podrían usarlas la policía y menos una municipal.
Lo que se menciona es que hace muy poco, el Fideicomiso del Fondo de Seguridad (Foseg) hizo entrega de equipos a los municipios y tal vez a ello obedeció que los delincuentes se interesaran en conocer el alcance del mismo, que seguramente no son gran cosa, pero más bien lo preocupante es el hecho.
Es una especie de acto de provocación frente a la puesta en práctica del “Operativo Morelos” que sigue sin dar los resultados esperados y contrariamente a lo previsto, agitó más las aguas y se soltaron los demonios por todos lados, las estructuras delincuenciales en la entidad parecen no haber sufrido mayores bajas y por lo menos hasta este momento no vemos que se haya producido el “efecto cucaracha”, es decir la huida hacia otras entidades de gavillas de maleantes, aquí siguen y trabajando con todo.
En primera instancia, las autoridades estatales le apostaban a eso, que con la presencia de las corporaciones del orden federal aquí y la del Ejército Mexicano, solitos se fueran los enemigos públicos, pero como que no hay nada de eso, tal vez vienen “trabajando” en forma mucho más discreta, esperando que el nivel de vigilancia policiaca descienda para poder pegarle con más fuerza, porque en los pueblos y comunidades se aprecia que no ha cambiado nada, los cabecillas de las mafias ahí están y sin ser molestados.
Se advierte desde las oficinas, escritorios y despachos de funcionarios en materia de seguridad, que frente al caso Tetecala “se actuará con firmeza”, la verdad es que hay muchos, desde el interior de las dependencias gubernamentales referidas que sostienen que hay un elevado grado de simulación en el trabajo, que ese famoso Consejo Estatal de Seguridad es un auténtico parapeto, que lo único que hace es consumir millones de pesos bajo la justificación de que se combate al delito, cuando los resultados muestran lo contrario.
Se habla incluso se aviadurías y de militares en las nóminas con elevados salarios que sólo se ven cada día de pago de quincena y que representan una sangría al erario orientado a la prevención y persecución del delito y que esas instancias son lugares de lavado de dinero que no han servido para nada, no al menos en lo que se refiere a los reclamos sociales de mayor seguridad.
Al calor de las campañas electorales, en reuniones de aspirantes de oposición al Gobierno panista y a ese partido, nos venimos enterando de que eso de la adquisición e instalación de decenas de cámaras de video en diversos puntos estratégicos de territorios como Cuernavaca, su área conurbada y otros municipios ha sido una tomada de pelo, son unos cuantos equipos los que se tienen y la mayoría infuncionales, el asunto es ¿dónde están todos esos fondos supuestamente gastados en tales adquisiciones?, pues alguien lo debería explicar, porque nosotros no entendemos nada.
El hecho doloroso es que quienes se van nos dejarán una casa bocarriba, sin pies ni cabeza, con índices delincuenciales sin freno, una sociedad atemorizada que no encuentra respaldo ni cobijo de nadie y que le está pegando en su economía, porque cualquiera que logre mostrar éxito en algún negocio o inversión, es inmediatamente detectado por la delincuencia y amenazado de muerte si no acepta la entrega de cuotas a cambio de seguridad.
Bueno nos platicaban de un caso extremo, una señora que puso su negocio de garnachas y comida casera en una colonia de Cuernavaca vecina de Jiutepec y le empezó a ir bien. Pues entonces le cayeron para que entregara su respectiva aportación a los aventureros. Esto de plano ya es el colmo, pero no hay remedio, ella comentó que lo va hacer, porque además no existe otra opción.
Los de Tetecala es sólo un suceso que nos da fe del alcance y dimensiones del problema de la inseguridad, de la incapacidad funcional de ayuntamientos y estado para enfrentar con éxito el fenómeno y si además tomamos en cuenta que estamos a poco más de tres meses de la entrega-recepción, entonces admitimos que ya no mejorarán las cosas, la autoridad pierde fuerza y presencia, además comienza a despreocuparse de muchas cosas en el entendido de que vendrán otros a hacerse cargo.
DESMIENTE MITOFSKY
Y en otro orden de ideas, la empresa Mitofsky envió un desmentido a candidatos de las izquierdas en Morelos sobre presuntas encuestas realizadas por ellos en materia de tendencias electorales. En el documento aclara que “recientemente han aparecido en Morelos encuestas utilizando nuestra firma, esos estudios en caso de existir no son nuestros y reiteramos que toda encuesta aparecerá en nuestra página www.consulta.mx de nuestros directivos, los estudios realizados por esta firma, posterior a difundirlos, siempre los entregamos completos a las autoridades electorales como lo marca la ley”. Esto, sabemos, ha causado incluso desconcierto al interior de los equipos de campaña en el frente de izquierda.