¿Es el adiós del panismo? Lo creemos así, sólo lograron mantenerse dos sexenios, ya en lo relacionado a la Presidencia se aprecia incluso un arreglo o acuerdos entre las fuerzas partidistas que vienen de regreso, las del PRI y quienes por unos meses más todavía controlan el ejercicio del poder.
Y ¿cuál es la experiencia heredada por el panismo? Bueno, podemos insistir -ya lo decíamos hace semanas- que nunca sentaron las bases para poder empujar hacia una transición política nacional, sólo reprodujeron y en algunos casos con mayor pobreza, esquemas y programas del priismo, les faltó audacia y estrategia para desmontar la estructura heredada y cuando se dieron cuenta, ya los tricolores estaban de regreso aprovechando ese descuido.
Es decir, difícilmente podríamos establecer alguna diferencia entre los modelos de desarrollo y formas de hacer gobierno entre panistas y priistas, de hecho, buena parte de los hombres que han formado parte del equipo de trabajo de los dos presidentes azules, Fox y Felipe Calderón Hinojosa, se formaron en las filas del viejo sistema, o sea, que con distinta bandera, eran exactamente lo mismo.
Bueno, en lo que se refiere a Morelos, el ya ex gobernador Sergio Estrada Cajigal Ramírez viene de familias del tricolor. Su abuelo fue el primer mandatario estatal formal y su padre alcalde capitalino en la década de los 90’s. Hoy parece haber regresado a casa al tomar distancia del PAN y apoyar al candidato del PRI al gobierno estatal, Amado Orihuela Trejo.
Pero en esencia, durante estos 12 años de administraciones de la derecha, no percibimos siquiera la intención de modificar el modelo económico nacional y por el contrario, como que se polarizó más: los ricos se volvieron más ricos y los pobres, miserables. La riqueza se concentró en menos manos.
Y bueno, durante el sexenio foxista las cosas se mantuvieron más o menos en calma en México, la alternancia logró apaciguar muchos ánimos negativos y descontento popular que había acumulado en su contra el priismo, ya sea por cansancio o por tantos sucesos ocurridos en los últimos años que gobernó.
No obstante, ya para el 2006 también la administración del guanajuatense llegó muy desgastada, a tal grado, que todavía se sigue especulando respecto a un enorme fraude electoral en las elecciones presidenciales de ese año para poder continuar gobernando, esta vez con Calderón.
El asunto es que estamos ya en el sexto año de la actual gestión y el tema de la violencia nunca pudo ser frenado, es un problema que le viene pesando a los panistas y por el cual recibirán un voto de castigo suficiente como para situarse quizás en un lejano tercer lugar en la actual contienda a la que le quedan sólo unos días.
Hay pues de nueva cuenta un cansancio colectivo porque tampoco se lograron cumplir algunos compromisos electorales como el que tiene que ver con la creación de millones de empleos. Sin embargo, reiteramos que bajo nuestro punto de vista, es la delincuencia organizada, dispersa por todos lados, la que está echando de Los Pinos a este partido y este gobierno.
¿Que se hicieron algunos esfuerzos? También es cierto: a nivel nacional se extendió la red carretera. Algo que debe valorarse es la inversión aplicada en el sector salud. En Morelos el trabajo en el rubro es interesante, ya que entre los dos sexenios, de SEC y de MAC se recuperó buena parte de la infraestructura carretera que estaba bastante deteriorada y sí hubo ciertas mejoras. Sin embargo a los ojos del ciudadano no son suficientes como para ratificarles el apoyo en las urnas e insistimos, ni un milagro parece salvarlos de la caída.
También hemos insistido mucho en ello, mostrando una actitud distinta de gobierno ante su partido, nunca lo ayudaron para mejorar y ampliar sus estructuras.
Hablando del caso Morelos, hoy vemos que en la contienda efectivamente son los menos competentes de las tres fuerzas partidistas mayores. Hay municipios donde adolecen de presencia porque ni a oficinas llegan.
Pero el haber logrado ejercer el poder y consecuentemente acceder a ciertos niveles de riqueza los llevó al enfrentamiento interno, como ocurrió en el PRI.
Lo vemos ahora, los candidatos a cargos de elección andan por un lado, las autoridades surgidas de sus filas por otro, la falta de unidad los va a dejar fuera y quien sabe por cuantos años.
Perredistas y priistas son los que andan a la greña. Los primeros siguen soñando con ganar espacios históricos como la Presidencia de la República, que ya a estas alturas lo consideramos imposible, y también la gubernatura morelense, pero todas las animadversiones que traen dentro los de las izquierdas tampoco les permitirán concretar su ambición.
Sin embargo, el caso es que los panistas no son de preocupación en el proceso electoral, andan muy lejos en las tendencias. Tanto en México como en el estado, iremos a otra alternancia, no hay de otras.