Muy comentada fue la actitud frívola del ex secretario de Gestión e Innovación Gubernamental, Rey David Olguín Rosas, ya que la compra de insumos a proveedores fue constantemente con base en el cobro del “diezmo”, de eso dieron fe empresarios textileros, uno de ellos, Isaac Labra Rivera; él siempre dijo que ese ramo fue relegado, y que las compras se hacían a grandes empresas nacionales que ofrecían ventajas de otra naturaleza.
¿Qué decir de la contratación de talleres de mantenimiento para la flotilla vehicular del Gobierno? Los contratos estaban amarrados y al resto de los interesados les mandaban cosas sin importancia o de plano nada, a pesar de estar dados de alta en el padrón de prestadores de servicios.
Pero si quiere, amado lector, hablamos de Francisco Alva Meraz, quien fuera titular de la Dirección General del Transporte, hoy Secretaría; ahí el negocio fue grande, con el tráfico de la compra-venta de concesiones de rutas y de taxis, bueno, un funcionario de la Dirección de Control Vehicular recordaba que sin la firma del secretario de Gobierno, que era Oscar Sergio Hernández Benítez y la del gobernador Marco Adame Castillo, expidió permisos que obviamente, señaló, fueron rechazados; hoy los que pagaron por ellas perdieron su dinero, éstas no serán legalizadas.
Ya lo decíamos en otras reflexiones, en la Procuraduría General de Justicia, la Secretaría de Seguridad Pública, ¡qué decir del sistema penitenciario!, las acciones de corrupción son históricas, pero nadie sabe, ni se ha enterado de los nuevos “servidores públicos” y por lo visto, jamás se enterarán, porque se continúa hablando de acuerdos políticos y pactos entre los que se fueron y los que llegaron, para que sólo se vea hacia adelante.
Y bueno, si las presiones al respecto crecen y alguien quiere “sangre en el ruedo”, lo más seguro es que se eche mano de algún “chivo expiatorio”, ateniéndonos en que el hilo se corta por lo más delgado y no faltará quien tenga que pagar por culpas ajenas, es algo bastante recurrente en asuntos del ejercicio del poder público.
Bueno, no obstante que la administración de Adame Castillo venía de la misma plataforma electoral que la de Sergio Estrada (la panista) aún así, se procedió a la sanción e inhabilitación de algunos funcionarios de aquel, como en el caso del ex oficial mayor, Alfonso Pedrosa Ugarte y mire que era uña y carne del propio SEC.
Pero aquí como que los responsables de las instituciones no quieren que los medios informativos los cuestionen sobre eso, le dan largas al tema, seguramente con la esperanza de que al paso del tiempo, el asunto sea olvidado y eso que se habla del incumplimiento de programas y subutilización de recursos financieros procedentes de la federación se deje de lado.
Cabe mencionar que a diferencia de otros ex gobernadores, MAC supo cuidar mucho las formas, y si se benefició del mandato, lo hizo bastante discreto; bueno, sí llegamos a recibir comentarios de entrega de recursos económicos por parte de algunos funcionarios del ramo de obras públicas, por ejemplo; pero por otras vías.
Uno de ellos confió al que esto escribe que “periódicamente llevábamos a donde se debía hacer, arreglos frutales con dinero en medio, incluso teníamos que esperar hasta una hora porque todavía quien recibpia esas sumas exhibiía su dignidad”, este servidor público fue removido del cargo antes de concluir el sexenio anterior.
Pero insistimos, de manera personal, MAC no dejó cabos sueltos y si se llega a proceder contra alguien, no será él, de eso estamos seguros, pero sí hubo funcionarios de primer nivel que hicieron de las suyas y se fueron bastante cómodos, porque saben que podrán invertir en negocios y vivir por muchos años sin mayores contratiempos financieros.
En el caso de SEC, por ejemplo, en los primeros tres años de administración, 2000-2003, el que se benefició más que el propio ex mandatario fue su secretario de Gobierno, Eduardo Becerra Pérez, a quien debió correr por presiones de la Presidencia de la República, precisamente cuando comenzaron a salir inconvenientes, incluso presuntas relaciones con la delincuencia organizada.
Todavía sigue preso en un penal de alta seguridad, Agustín Montiel López, que fuera jefe de la Policía Ministerial, esos tres, Sergio, Becerra y Montiel vivieron muchas anécdotas y entre otros lugares, frecuentaban un bar en avenida Teopanzolco, “Casa Mandarina”, ahí dejaron testimonios de acciones poco honorables.
La Presidencia de la República, a cargo de Vicente Fox Quesada debió emplearse a fondo para salvar de la guillotina a Estrada Cajigal, porque los juicios políticos y con bastante sustento, amenazaban con sacarlo de la jugada por ahí del cuarto año de Gobierno; ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no permitieron que las denuncias prosperaran y seguramente por instrucciones de los Pinos, actuaron en su favor, no obstante que la prueba más palpable de que había elementos para proceder era que Montiel estaba refundido en el penal.