Sólo el hartazgo en contra del viejo sistema priista en el 2000, ofreció la posibilidad de la alternancia a favor del panismo, pero entonces sí abrieron un poco más el abanico, sólo porque no tenían cuadros de competencia y porque además jamás llegaron a considerar que ganarían, aquí en el caso de Morelos, la gubernatura, por eso le dieron la oportunidad a un externo, Sergio Estrada Cajigal, que primero ganó para ellos la alcaldía capitalina y luego la gubernatura.
Pero una vez en la cúspide, los dueños de la institución comenzaron a restringir la participación de aquellos avecindados a los que se les llamó “adherentes” o neopanistas, que en todo momento eran relegados a segundo o tercer plano, sin importar si traían liderazgo. Su papel era dar votos a los de la “Sagrada Familia”.
Pero todo eso también los llevó a perder lo que algunos jamás soñaron, el poder casi total y cedieron terreno a la izquierda en el 2012, precisamente llevando como candidato a la gubernatura a uno de la “Sagrada”: Adrián Rivera Pérez. Faltaba más. Luego de las escalofriantes derrotas, los “sagrados” se refugiaron en el CDE del partido, otra vez, pateando a aquellos que les abrieron las puertas del poder total.
Pero ahora, con la contienda por la dirigencia nacional panista, todo parece indicar que la “Sagrada Familia” se juega la vida, han puesto todas sus canicas en la fórmula que encabeza Ernesto Cordero, que por lo visto, es la corriente apadrinada por el ex presidente de la república Felipe Calderón Hinojosa, porque fue uno de los más cercanos a él como miembro de su gabinete. Y desde luego que la dirigencia estatal en pleno, Adrián Rivera, Germán Castañón, andan en ese grupo.
Ayer, Marcos Cortés, coordinador de campaña de la otra corriente que encabeza Gustavo Madero, estuvo en Cuernavaca para anunciar la visita del aspirante (mañana jueves) y pudimos ver ahí a cuadros azules mucho más frescos, entre ellos el diputado local y coordinador de la fracción parlamentaria, Javier Bolaños Aguilar, así como al legislador federal Luis Miguel Ramírez Romero, al ex diputado federal y ex secretario de despacho Sergio Álvarez Mata.
Pudimos ver de este lado una composición más plural que tendría que tener mucho más éxito por ese solo hecho. De entrada, Bolaños viene de los cuadros neopanistas; pero ahí está también Javier López, añejo militante albiazul, líderes menores de diversas alas que son los que realmente alimentan las filas de la militancia, es decir, pronosticamos que por lo menos en este estado, Madero pudiera estarse llevando la mayoría de delegados y consejeros.
Pero si gana el maderismo, seguramente vendrá una depuración a nivel nacional y de ello Morelos sería el que menos pudiera escapar, porque es aquí donde el CDE está viciado y pervertido, lo más seguro es que sean desplazados por nuevos mandos y entonces estaríamos en la antesala de la desaparición de la “Sagrada Familia” que tanto daño le ha causado al PAN.
Por eso se antoja muy interesante estar atentos a lo que ocurra, porque más allá de lo que pudiera pasar en cuanto a la dirigencia nacional, acá es posible que se inicie una profunda transformación de Acción Nacional, dejando atrás el monopolio que concentró mando y poder para darle paso a una verdadera institución de interés social.
Y si fuera así -Bolaños sostiene que van a ganar al tres por uno-, entonces también se generarán impactos en lo que se refiere a las candidaturas hacia la elección del 2015, es decir, el ala ganadora tendrá el sartén por el mango y ahora sí podrán participar figuras de toda índole a posiciones relevantes.
Para comenzar, el propio Javier Bolaños estaría con un pie dentro de la candidatura por la Presidencia Municipal de Cuernavaca, es el más visible, pero bajo las condiciones actuales, eso no basta, la Sagrada seguro le impediría ir, pero si el escenario cambia, será otra cosa.
Lo cierto es que el PAN tendrá que remar contracorriente, iniciar de nueva cuenta la escalada, llegaron a la cúspide, tocaron el cielo, pero las incongruencias los pusieron otra vez en el sótano, en la contienda que se avecina difícilmente remontarán mucho, acaso mantendrán los espacios actuales, pero sí es visible que hacia el 2018 vengan ya con más oxígeno, más o menos así ocurrió con el Partido Revolucionario Institucional, se llevaron nueve años en la lona, pero en la justa del 2009 regresaron para rescatar la mayoría de alcaldías y diputaciones, aunque tampoco lo supieron aprovechar aquí en lo local.
Por cierto, el propio ex gobernador Marco Adame Castillo va con Gustavo Madero en la fórmula, su familia política, es decir los Alemán, y seguramente que a pesar de todo, cuentan con un capital social en la entidad, de ahí que se aprecie cierta ventaja de Madero sobre Cordero. Insistimos, esta visión es en lo que se refiere a posibles resultados, pero en el estado de Morelos, en el resto de las entidades de la república no tenemos mucha precisión respecto a cuáles son las tendencias.
Sin embargo, a nivel de figuras, parece menos consistente Cordero, como que es muy acelerado y poco firme en sus convicciones. A Madero se le ve más maduro, pudiera ser porque es un hombre de mayor edad, sin embargo, en esto todo cuenta y la percepción de la militancia pudiera ser otro factor que definiera a la hora de la verdad ¿no le parece?, ahí le vemos pues mayores posibilidades al dirigente nacional con licencia.