El percance ocurrió el pasado sábado por la noche, cuando las jóvenes realizaban su acostumbrado “boteo”, una añeja práctica orientada a recaudar fondos económicos para todo tipo de actividades, no necesariamente de corte educativo o para resolver prioridades del plantel, a veces para alimentar movimientos de carácter político.
El asunto es que en esta ocasión y dadas las altas horas de la noche en las que realizaban esa actividad, se ofrecieron condiciones propicias para que pasara algo tan delicado. Ayer, algunas alumnas de la normal, acompañadas por autoridades del Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM), ofrecieron una conferencia informativa al respecto, sin embargo no respondieron interrogantes fundamentales, a fin de deslindar responsabilidades porque hablamos de un deceso, no es cosa menor.
Hay que decir que los representantes del IEBEM, incluyendo la directora Marina Aragón Celis, presentaron de entrada un panorama muy bondadoso, es decir, señalaron que como jamás se ha hecho, se viene aplicando un proyecto integral de mejoramiento de esa escuela, tanto en la parte material, como en la de enseñanza, se han invertido diez millones de pesos, faltan otros diez.
Pero cuando se les preguntó a las alumnas el porqué de esas colectas si su situación está resuelta, una de ellas respondió: “se buscan recursos para apoyar otros movimientos de normales en el país”. Lo que decíamos, buena parte de sus actividades no están relacionadas directamente con su preparación hacia el magisterio, es más suelen hasta descuidar la parte académica por destinar un considerable porcentaje de su tiempo a enseñanzas alejadas del conocimiento.
El suceso ocurrió el pasado fin de semana, aceptaron que hasta ayer, ninguna de las que estuvieron presentes durante la agresión había sido llamada a declarar ante las instancias competentes, como corresponde, si es que se quiere llegar al responsable, como testigos presenciales tendrían muchas cosas que decir.
Sin duda se trató de una imprudencia, eso de ir a pedir dinero entrada la noche y en las condiciones de inseguridad en que nos encontramos inmersos, no es nada aconsejable, pero la cosa es que tampoco nadie de ellas se siente corresponsable porque señalan que son decisiones que se toman en asamblea general, o sea que la mayoría decide que hacer y de sus posibles consecuencias, en casos tan desafortunados como ese, ninguna persona en particular comparte culpas.
Y se apreció cierta cautela en sus declaraciones, comparativamente con lo que habían señalado con anterioridad, esta vez insistieron mucho en que posiblemente fue un accidente, sin embargo, en sus primeras versiones, sostenían que el agresor lo hizo con toda premeditación y ventaja. De cualquier manera, toca a las autoridades en materia encontrar al responsable y despejar todas las dudas al respecto.
CORREA, ABRIR CAMINO
Y volviendo al tema del nombramiento de José Luis Correa Villanueva como subsecretario de movilidad y transporte, independientemente del trabajo político que deba desarrollar, va con una misión muy específica, comenzar a generar bases para concretar el proyecto del Morebús, una oferta hecha por el gobernador Graco Ramírez Garrido a fin de agilizar el servicio.
Para acabar pronto, el famoso “barbas” se va a tener que aventar un tiro con muchos líderes de grupos de concesionarios que han anticipado su rechazo a la entrada en el estado, de un modelo de servicio que ya funciona en algunas ciudades grandes del país, particularmente la Ciudad de México.
Uno de los funcionarios que han venido colaborando en la conformación del proyecto, confió que “además la estrategia lleva implícito el cambio de derroteros, sobre todo por las calles del centro, es decir que en unas semanas más ninguna ruta deberá ya transitar por Galeana, será por otros accesos alejados del Centro Histórico”.
Particularmente esta acción propiciará una serie de reacciones de parte de los empresarios del ramo, porque se han hecho muchos intentos en ese sentido y todos han fracasado por la férrea negativa, sin embargo también se advierte que Correa es el personaje adecuado para concretar tareas como esta.
Pero además se agrega: “las experiencias obtenidas en la Ciudad de México son altamente positivas, pero en principio se tuvo que hacer frente a protestas de consorcios muy fuertes, como la Ruta 100, al paso del tiempo ellos han entendido que era para su bien y el de los usuarios”.
Luego agregó: “personalmente fui un beneficiado de aquellos cambios porque trabajaba en la capital y tenía que transbordar dos o tres veces para llegar a mi destino, con el nuevo servicio reduce el 50 por ciento del gasto y del tiempo, es mucho más rápido que el sistema tradicional”.
La idea con el Morebús es transportar usuarios en trayectos mucho más largos con mayor agilidad y costos menores a los actuales, en ese sentido se antoja que para los pasajeros resultará altamente conveniente, no obstante, es algo que deberá consensuarse con los transportistas, habrá modificaciones de fondo y no estamos acostumbrados a los cambios drásticos.
Todavía recordamos cuando a mediados del sexenio de Lauro Ortega Martínez, por ahí por el año de 1986, se determinó acabar con aquellas viejas unidades del denominado “pulpo camionero”, consistente en autobuses casi “chatarra” que mantenían el monopolio de la prestación del servicio en el estado. Era incluso una empresa ajena a la entidad, propiedad de los Figueroa del vecino estado de Guerrero.
Inicialmente el proyecto funcionó, quienes se desempeñaban como choferes recibieron sus permisos propios, aunque al paso del tiempo todo volvió a pervertirse. Hoy día estamos inmersos nuevamente en los monopolios, se necesita de otro desmantelamiento, ¿no le parece?