Los ponentes consideraron introducir algunas figuras a fin de ir terminando con la corrupción histórica al interior de los cuerpos policíacos, porque estaremos de acuerdo con ellos en el sentido de que en gran parte aquí radica la mayor parte de la enfermedad, la inmoralidad con la que “trabaja” la mayoría de los elementos y no sólo ellos, incluyendo a sus mandos superiores que, a veces, son los que los obligan a robar para que les compartan ganancias, nos ha llevado a los extremos y a la desconfianza total.
De ahí que se nos antoje bastante congruente aquello de implementar instrumentos adicionales para “amarrarle las manos” a quienes, en esas estructuras policíacas, lo han echado todo a perder a través del auditor policial, la certificación ciudadana y para completar el cuadro, la policía comunitaria.
Desde luego que eso de la policía comunitaria causa mucho escozor, inmediatamente el secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén, lo consideró improcedente porque dijo que no sería legal que personas civiles anduvieran armadas como ocurre en otros estados, sin embargo, sería cuestión de encontrarle alguna estrategia al asunto, finalmente a los ciudadanos lo que nos interesa es contar con seguridad y tranquilidad, y además es obligación de la autoridad garantizarlo, algo que no se viene haciendo.
Aquí lo interesante es que necesariamente tendremos que llegar a algo positivo con esto de los debates, aunque pareciera que son proyectos distintos y hasta encontrados, sin embargo, Messeguer sostiene que van al mismo propósito, estructurar una estrategia contra la delincuencia. Incluso aseguró que la UAEM, ello dicho por el mismo rector, ha adelantado que acudirá al “Diálogo por Morelos”, a desarrollarse la próxima semana.
Ojalá que todo esto no sea una especie de teatro para sacar raja política y electoral, pues estamos ya cerca de la elección intermedia, los políticos a todo le buscan un beneficio y no se descarta que el escenario sea aprovechado para llamar la atención del electorado y que, en efecto, se logre eficientar el desempeño en la lucha anticrimen.
Así sean las propuestas universitarias o algunas otras, la verdad es que de alguna manera se tiene que encontrar una solución a la corrupción que impera en los cuerpos policíacos, sería un gran paso porque la desconfianza ciudadana contribuye a generar impunidad, al no denunciar por miedo a las venganzas.
Cuando la confianza en las instituciones se recupere, todo empezaría a cambiar, efectivamente los delincuentes serían vencidos con facilidad, la población sabe perfectamente quiénes son y dónde se encuentran, sólo que la complicidad entre autoridades y maleantes deriva en temor ciudadano, que opta por el silencio para salvaguardar su integridad.
Las figuras superiores de gobierno deben saberlo perfectamente, pero no hacen mucho esfuerzo por empujar hacia un cambio verdadero y pareciera que todo es simulación y engañe, que en la práctica les resulta más atractivo y ventajoso continuar con el encubrimiento, porque para ellos es dinero, la complicidad no es gratuita, la mafia sigue comprando conciencias y de todos los niveles de servidores públicos.
Bueno, hoy en día es posible sospechar que algunos alcaldes recibieron dinero de la maña y están siendo penetrados en sus estructuras de gobierno por el pago de facturas, o sea que en algunas alcaldías la delincuencia organizada es la que lleva el mando, aún sobre el propio Cabildo, así de delicadas andan las cosas.
Desvíos ahora en Seguro Popular
Y hablando de otras cosas, no sabemos por qué la Contraloría General de gobierno no lo ha dado a conocer, pero después de tres auditorías se encontró un desfalco de 15 millones de pesos en el programa Seguro Popular, durante el último año de la pasada administración.
El titular de la dependencia, José Enrique Félix Iñesta Monmany, parece un cero a la izquierda, no da color de existencia, sin embargo, tampoco es como para que tenga que proteger a ex funcionarios que deben ser llamados a cuentas, porque en este caso sí parece haber todos los elementos para probar el fraude.
La responsabilidad, hasta donde sabemos, recae en quien fuera el director general del seguro, Octavio Monelié, aunque pudiera haber complicidades hacia escalas superiores, porque se tienen indicios de que el mismo ex gobernador estuvo enterado casi al final de su gestión de lo que pasaba ahí.
Un ex integrante del gabinete de MAC, ya a toro pasado, confesó que cuatro meses antes del final del sexenio, Adame Castillo los reunió a todos y entre otras cosas les dijo que “es mejor que limpien la casa con mucho cuidado, no me haré responsable de sus problemas y en particular, quiero un trabajo bien hecho en el DIF estatal, la gubernatura y la Secretaría de Gobierno”.
El ex funcionario consideró que muchos de sus compañeros no tomaron con la seriedad necesaria la advertencia del mandatario y descuidado sus respectivas áreas, una de esas fue el Seguro Popular. Y luego abundó en algunos datos, dando fe de que sí es posible borrar muchas huellas y pruebas de malos manejos con el apoyo de profesionales, en materia de contabilidad.
Por lo que agregó: “todos sabíamos por ejemplo que en el DIF estatal había un perfecto desorden, que la responsable se manejaba a través de gustos y caprichos y, sin embargo, se pudieron desvanecer elementos que pusieran en duda la honorabilidad de los responsables, hay muchas maneras de justificar grandes cantidades económicas recurriendo a gastos inexistentes, costos de obras elevados, pagos a proveedores irreales”. Pero entendemos que ya el propio gobernador tiene la información respecto al caso del Seguro Popular y se procederá a ventilar públicamente.