En dos o tres ocasiones éste lanzó cuestionamientos y críticas bastante fuertes, particularmente en contra del secretario de Gobierno, Jorge Messeguer Guillén, la más reciente con aquello de que “mejor se pusiera a cumplir con sus responsabilidades como responsable de la política interna del estado”.
Dícese que Vera Jiménez no perdonaba el que Messeguer prácticamente lo amenazara por no desistir de encabezar la marcha de universitarios, que hasta ahora ha sido la más concurrida y con las mayores repercusiones en cuestiones políticas, que aquella promovida por Gerardo Becerra Chávez de Ita.
Ya con el coraje dentro, el rector impulsó también el primer diálogo por la paz, al que acudieron personajes de toda índole entre políticos, empresarios y líderes sociales, pero como que se buscaba intencionalmente generarle problemas de política interna al secretario, sin embargo, con motivo del informe de actividades del mismo, se viene apreciando ya un trato muy diferente.
Es claro que el gobernador venía observando con preocupación lo que pasaba, la ofensa a la máxima casa de estudios por parte de su viejo amigo y compañero de muchas batallas, mostraba la falta de inteligencia y talento político para con la universidad y se vio obligado a intervenir de forma directa.
Solo él podía recuperar el trato y respeto mutuo, parece que lo ha logrado sin mucho esfuerzo, porque ayer el ambiente fue muy de camaradería y de elogios mutuos, Vera Jiménez ponderó los apoyos de Ramírez Garrido a la UAEM y hasta calificó de avanzado y progresista a su administración. Este pidió incluso a los universitarios mantener esa posición crítica y combativa, señalando que él jamás aprobaría acciones de censura en dicho comportamiento.
El resbalón del secretario fue mayúsculo, no midió alcances, ni el tamaño del conflicto que se echaba encima, porque con todo lo que se ha dicho y hecho, nadie puede negar que el 95 por ciento de los universitarios, y que son varios miles, se atrincheraron en torno a su rector, alguien con sensatez tenía que apaciguar los ánimos y fue el propio gobernador.
Qué bueno, porque gobierno y universidad se necesitan mutuamente, además si a alguien tendría que preocuparle mantener el buen entendimiento, es Messeguer, porque quiere ser candidato a la presidencia municipal de Cuernavaca y una buena campaña en su contra de parte de los universitarios, con facilidad lo pone en la orilla, pero lo interesante es que Ramírez Garrido tuvo la voluntad de enmendar el error, aunque seguramente le habrá puesto una reprimenda a su “colaborador”.
Fiscalía, ¿un parapeto?
Por otra parte, un grupo de abogados que ofrecieron una rueda de prensa para anunciar los preparativos hacia el Día del Abogado, externaron profundo malestar porque sostienen que en nada se ha visto la evolución, en lo que a desempeño se refiere, de la Fiscalía General del Estado (FGE) tras dejar de ser Procuraduría.
Particularmente criticaron la posición del fiscal, Rodrigo Dorantes Salgado, que incluso se presentó en el Congreso del Estado para poner a consideración de los legisladores, un juicio de procedencia en contra del magistrado Miguel Ángel Falcón Vega, pero omitiendo proceder en contra de otros políticos denunciados, cuyas evidencias del delito son más claras.
Pero en efecto, desde nuestra óptica, no podemos distinguir aún cuál ha sido el beneficio de de haber convertido la Procuraduría en Fiscalía, es el mismo responsable, no hay estructuras nuevas, el desempeño es el mismo o a veces peor, sólo algunos anuncios espectaculares en materia de detención de presuntos delincuentes, que tampoco son cosa nueva, esas son sus facultades y responsabilidades, no está inventando el hilo negro.
Pero ya los profesionales del derecho comienzan a inquietarse, porque el compromiso era que esa dependencia se renovaría de raíz, sobre todo combatiendo los históricos niveles de corrupción en el trabajo de su corporación policíaca; la Policía Ministerial, no hay nada de mejora en eso, es más, los integrantes de dicho cuerpo siguen siendo los mismos y así no se puede pensar en cosas distintas, eso cualquiera lo sabe.
El asunto es que algo se tendrá que hacer para calmar los ánimos, que suelen ir en incremento y cuando el gremio de los abogados jala parejo, generan mucha corriente de opinión, lo mejor es intentar mantenerlos tranquilos, pero eso tendría que ser con resultados y no vemos por dónde se puedan ofrecer, hay una especie de adormecimiento en las estructuras de la Fiscalía por el mismo carácter del fiscal, muestra demasiada pasividad en su desempeño y ahí se necesita dinamismo constante, autoridad y mando que tampoco apreciamos.
Para que la ciudadanía comience a tranquilizarse en materia de inseguridad, se requerirá de más esfuerzo institucional, no de medias tintas. Por cierto, hay ya señalamientos más en forma respecto a lo que pasa con algunos mandos de la Comisión Estatal de Seguridad Pública (CESP), a cargo de Jesús Alberto Capella Ibarra. Se insiste que entre los “jefes” policíacos que se trajeron del norte del país, hay dos que tres malandrines.
Se señala directamente a un comandante conocido como “lobo”, que enfrenta un proceso de investigación, conjuntamente con unos ocho o diez elementos más. Indagando un poco, se dijo que el famoso jefe policíaco estaría destacado en la región oriente, donde ya tiene dos que tres travesuras más. Son incluso los mismos elementos del Mando Único quienes vienen haciendo esas filtraciones, porque les preocupa que gente con malos antecedentes venga a hacer negocio a la entidad
Uno de ellos decía al reportero que “nosotros estamos seguros de que algunos de esos que llegaron de fuera, vienen con toda la intención de llenar el maletín y cuando algo salga mal, simplemente se van y ya, no tienen amor al estado”.