La aparición del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como partido, una escisión del sol azteca, viene a complicar más el escenario de la izquierda en el aspecto electoral, y la elección de consejeros podrá servir para tener un alcance real de sus estructuras formales, porque se aprecian ya desprendimientos importantes, incluso cuadros de valía que están tomando distancia del perredismo.
A pesar de que no han declarado oficialmente su decisión de ir a engrosar las filas del movimiento de Andrés Manuel López Obrador, la alcaldesa de Jiutepec, Silvia Salazar Hernández y el diputado local Héctor Salazar Porcayo se mueven en sentido contrario al partido en el poder y de eso ya se tiene plena consciencia en palacio de gobierno.
Pero como ellos, muchos otros personajes que llegaron a cargos de representación popular por la vía de aquel gran frente en el 2012, están con un pie fuera, llevándose además decenas de militantes amarillos que nunca estuvieron de acuerdo con los pactos y acuerdos que la dirigencia nacional del PRD hizo con el gobierno de Enrique Peña Nieto, sobre todo en lo que se refiere a reformas como la energética.
Así que con escisiones y confrontación interna, el perredismo en el estado va a otra etapa de reestructuración, ya con miras a enfrentar el proceso constitucional del año entrante. El asunto es que tempranamente aparecieron los señalamientos mutuos entre grupos antagónicos que se acusan de utilizar prácticas y vicios ancestrales con tal de conseguir el mayor número de adeptos.
Seguimos apreciando un choque nada simulado entre los cuadros que comulgan con el proyecto político del gobernador Graco Ramírez Garrido y el senador Fidel Demédicis Hidalgo. Éste último no desaprovecha la ocasión para cuestionar los métodos que viene usando la contraparte en el desarrollo del proceso interno.
Lo menos que se dice es que corre entrega de despensas y dinero en efectivo por todos lados, al más estilo del viejo Partido Revolucionario Institucional y lo peor de todo es que hay quienes lo justifican señalando que se debe al calor y la pasión electoral, cuando se trata de acciones y actitudes que deben ser severamente condenadas.
De manera anticipada, ya hay quienes advierten que al final de la elección de los consejeros, se presentará un cúmulo de impugnaciones, porque aquello está totalmente pervertido. Eso tampoco es privativo del PRD, lo vimos recientemente en la elección de delegados del PRI, hubo hasta golpes y algunas cosas más graves. Sin embargo, se considera que el partido de izquierda promueve e impulsa la democracia y el respeto absoluto a decidir. Esa es la diferencia.
Pero como decíamos inicialmente, en este proceso interno los grupos del partido se juegan parte de la vida misma, porque aquellos que logren el mayor número de consejeros tienen ventaja en la toma de decisiones para la elección de candidaturas y fórmulas de competencia en el 2015, y ello es control y poder.
Desde luego que el senador pretende acrecentar sus activos de manera territorial, por sus aspiraciones al gobierno del estado en el 2018, pero en Palacio de Gobierno no están dispuestos a darle ninguna oportunidad. Consideramos que Ramírez Garrido ya tiene definida la estrategia de su relevo y en esos planes no está ni por error Fidel.
El impulso con todo a la precandidatura a la comuna capitalina de su Secretario de Gobierno Jorge Messeguer Guillén está anclado a esa visión, el proyecto es instalar a éste en la presidencia municipal de Cuernavaca y luego llevarlo al mismo gobierno estatal, así que en ello no puede haber tregua.
Pero el mandatario lleva muchas ventajas: es el gobernante en el estado, su poder es casi ilimitado, pero también dispone de recursos humanos y financieros suficientes como para avasallar a cualquier otro connotado perredista que se le quiera poder enfrente y, a diferencia de otros gobernadores en el pasado, parece que él sí está dispuesto a usar dichos instrumentos para continuar controlando el poder.
Por eso no es nada fácil que le conceda ventajas a nadie.
Se ha polemizado mucho respecto a que el PRD no pudiera conseguir su sueño de sacar al tricolor de la presidencia municipal de Cuernavaca. Con base en algunas encuestas de preferencia del voto, que muestran un decrecimiento de los amarillos en este territorio, pero se advierte que incluso se buscaría negociar la entrega de plazas como Temixco o Jiutepec, a la oposición, con tal de quedarse con la joya de la corona. Y es creíble, este tipo de trueques se han dado ya en otros tiempos.
De ese tamaño son los intereses en el terreno electoral, se sigue considerando, sobre todo por parte de los panistas, que el ex gobernador Marco Antonio Adame Castillo nunca le dio la importancia que requería el fortalecer las estructuras del Partido Acción Nacional (PAN). Que en el ánimo de ofrecer una postura de absoluto respeto al derecho, rehusó apoyar económicamente al CDE y todo eso los llevó a perder el poder, pero Graco parece pensar distinto, se ve por lo menos la decisión de apoyar a aquellos que estima. Deben ser los cuadros con los que defina una salida tranquila al terminar su periodo al frente de las instituciones estatales.
Radiografia del Poder
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¿Cochinero entre perredistas?
La lucha por el control
Las diversas corrientes que conforman el Partido de la Revolución Democrática (PRD) luchan afanosamente por lograr el mayor número de consejeros, porque es el instrumento mediante el cual pueden ir apoderándose de la toma de decisiones en lo que a elección de candidatos para la justa del 2015 se refiere.
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