La información proporcionada por funcionarios que pidieron anonimato por obvias razones, señalaron que a pesar de la austeridad ordenada por el gobernador Marco Adame Castillo a raíz de la recesión que inició a finales del 2008, lo primero que hizo el funcionario a su llegada a la institución, fue promover a su gente, "es decir, se acabaron los mandos medios, todos son directores generales hacia arriba, el salario prácticamente se duplicó, no obstante que este año la Procuraduría sufrió un recorte de 10 millones de pesos en comparación con el 2009.
A juicio de los funcionarios, la Contraloría debería intervenir, sobre todo en algunos casos donde es muy evidente el mal manejo de fondos presupuestales, como en el caso del alquiler de algunos inmuebles para servicio de la misma dependencia.
Refieren por ejemplo que la subdirectora de Recursos Humanos tiene una propiedad en la colonia Lienzo del Charro, el inmueble está arrendado a la Procuraduría y son las oficinas de Planeación. Ella era secretaria de Agustín Pedraza, actual secretario particular de Pedro Luis, cuando ambos estaban en la Consejería jurídica.
Pero señalan que "la mayoría de quienes laboramos en la Procuraduría sabemos que también la casa que el procurador tiene en Tepoztlán está rentada por la misma dependencia, eso lo debería corroborar la contraloría".
No obstante, estiman que es en el rubro de gasolina donde menos control existe, el consumo es altísimo e injustificado. Se cuenta con una planta de energía eléctrica para casos de emergencia, es decir, cuando se llega a ir la luz, cosa que llega a ocurrir una o dos veces al mes, pero por lo menos dos veces al día se solicita gas para la misma, cosa que es incongruente.
Pero la seguridad personal de Benítez Vélez y de su familia y amistades se antoja lo más costoso. El funcionario cuenta con 10 guaruras, cada uno de ellos gana 16 mil pesos más prestaciones, el jefe de seguridad, Alejandro García, percibe 30 mil pesos, es decir, que sólo en ello el presupuesto es superior a los 350 mil pesos al mes.
Pero además, Pedro Luis cuenta con dos recomendadas, una está en Visitaduría, otra en Recursos Financieros, que tienen vehículo oficial y escoltas con cargo a la dependencia, por lo menos eso sostienen los informantes.
Claro, gasto aparte es el viaje diario que los agentes de seguridad tienen que hacer a la Ciudad de México para llevar y traer a su hija, con todo pagado, incluyendo casetas de cobro y autos. Pero si eso es poco, hay un fondo revolvente de 50 mil pesos asignado al procurador del que a nadie se da cuenta, eso es lo que los quejosos afirman.
En su unidad personal, Benítez Vélez porta dos o tres armas de muy buen calibre, se trata de las MP-5, que son las que le siguen a los famosos cuernos de chivo.
Bueno, su secretario particular, Agustín Pedraza, buscaba inicialmente quedarse como coordinador administrativo, sin embargo, este cargo requería de un título profesional, que no tenía, debió aceptar la Secretaría Particular, pero se asignó un ingreso de 45 mil pesos más gastos de representación.
Cabe recordar que su antecesor en esa posición ganaba 35 mil y era una persona con mucha formación, el licenciado Jorge Noriega que había sido incluso delegado de lo que era Secofi.
En términos generales, los datos indican que por lo menos en esa dependencia hay quienes se están despachando con cuchara muy grande y a estas alturas buena parte de los funcionarios se dan cuenta de los excesos, les extraña que hasta hoy la Contraloría General de Gobierno no halla logrado enterarse, porque en rubros como el de la gasolina, el gasto es ilimitado y sin mucho control.
Todas las señales empujan a considerar que la Procuraduría se estaría convirtiendo en una especie de "foco rojo", en lo que se refiere a presuntos actos de corrupción, la absoluta mayoría de recursos financieros los manejan unos cuantos que son muy cercanos al "jefe" y que por lo tanto deben realizar un trabajo de encubrimiento. La contralora Patricia Mariscal Vega tendrá que intervenir antes de que esto se le salga más de las manos.