Al primero se le acusa de haber retenido y presuntamente desviado el uso de aportaciones de derechohabientes del Instituto de Crédito del gobierno estatal, cuando fue alcalde capitalino y si bien se trata de una falta que afecta a muchos empleados, tampoco se nos hace un delito tan grave como para llevarlo ante los tribunales y despojarlo de la representación.
Bueno, MMG asegura tener los comprobantes de que, cuando él estuvo al frente de la comuna, cumplió con esa responsabilidad, pero además, se defiende indicando que el juicio de procedencia sólo se aplica en faltas de índole federal, y ésta no lo es.
En lo que corresponde a Miranda Gallegos, los motivos sí parecen bastante complicados, aunque los elementos por los que se exige quitarle el fuero constitucional se refieren a amenazas de muerte y presunta participación intelectual en el asesinato de algunas personas en Amacuzac, existen líneas de investigación de parte de dependencias federales que buscan probar complicidades en materia de delito organizado, es decir, aquí sí habría motivos sobrados para hacer avanzar la demanda o solicitud de la Fiscalía.
Por eso consideramos que el trato a ambos sobre el tema en referencia se antoja desigual, a pesar de que los propios legisladores habían anticipado que el pasado 18 de los corrientes decidirían el destino de Alfonso Miranda, acabaron yéndose en contra de MMG, como para justificarse.
Y es que nos referimos al asunto, porque ayer abundaron comentarios desde el recinto legislativo, en el sentido de que el diputado del Partido del Trabajo (PT) los tenía amenazados y que esa habría sido la razón por la cual pospusieron el análisis y definición en su contra.
No es la primera ocasión que esto se señala, ya hace algún tiempo, cuando testaferros de Miranda agredieron a compañeros de los medios de información, dos que tres “representantes populares” a los que se les pidió actuar contra su “compañero”, e igual se mencionó que había temor de la mayoría de legisladores.
¿Será posible que así sea?, porque si hubiera algo de verdad en eso, entonces estamos amolados, no tenemos posibilidades de acabar con la delincuencia, partiendo del hecho de que un poder completo estaría siendo amedrentado, habría que ver en qué condiciones de indefensión quedan los ciudadanos.
Por todo ello insistimos en que el compromiso era llevar al patíbulo a Miranda, porque hay razones de sobra, en cambio, se nos antoja que con la debilidad con la que están presentando la acusación contra MMG, éste podría desvanecer por la vía legal la famosa procedencia, ahora la promesa es que en la siguiente sesión ordinaria se avanzará contra el otro, esperamos.
Vesta, en medio del fuego
Y en otro asunto, quien también se encuentra en medio del fuego desde hace algunas semanas, es la secretaria de Salud, Vesta Richardson López Collada. Ayer, durante una movilización organizada por diversas agrupaciones que concluyó en Plaza de Armas de la capital del estado, buena parte de los reclamos se orientaron en su contra.
Venía un grupo numeroso de médicos, enfermeras, y sindicalizados de esa dependencia que insistieron en su renuncia inmediata, no les faltan motivos, ellos enfrentan una serie de necesidades e incumplimientos en materia de prestaciones, salarios, incluso desabasto de medicinas para atender a la población, mientras la señora buscó amplias y lujosas oficinas en la calle Ajusco, de la colonia Bellavista en Cuernavaca.
Es decir, ellos observan un desmesurado derroche presupuestal que pareciera ser el motivo de las deficiencias que enfrenta el resto de las estructuras y particularmente el recurso humano, además de la insuficiencia de medicinas y aparatos de pésima calidad adquiridos a precios que no corresponden.
Las presiones no son menores, el gobernador tendrá que ir valorando la pertinencia de hacer un relevo en dicha Secretaría, porque la funcionaria trae ya un desgaste impresionante y el solo hecho de que exista ya una especie de declaración de guerra entre Vesta y sus propios empleados, habla de la delicadeza del tema.
Es la segunda ocasión en que ocupa ese cargo en Morelos, ya venía de un cargo con ciertas similitudes, porque durante el gobierno de Jorge Carrillo Olea fue directora del Hospital del Niño. Es decir, debería mostrar sobrada capacidad, debido a su experiencia, pero algo extraño ha venido ocurriendo que se le fue el control de las manos.
No consideramos que bajo esas condiciones logre mantenerse en la posición durante mucho tiempo más, lo malo es que estaríamos observando una renovación casi total del gabinete de trabajo que inició con el mandatario, desde el día en que tomó protesta, el primero de octubre del 2012.
Algunos ya se fueron por evidente ineficiencia: Carlos Riva Palacio Than, ex titular de administración, Ignacio Burgoa Llano, ex titular de la consejería jurídica, Jorge Messeguer Guillén, ex titular de la Secretaría de Gobierno; otros, por aspiraciones políticas están por salir, uno de ellos, el Secretario de Turismo, Jaime Álvarez Cisneros.
Ya con anterioridad había quedado fuera René Santoveña Arredondo en Educación. Sólo se mantienen desde el principio, entre otros, los secretarios de Desarrollo Sustentable, Topiltzin Contreras MacBeath, del agua, Juan Carlos Valencia Vargas, el del trabajo, José de Jesús Pérez Moreno y ella, que parece ya estarse tambaleando.
Políticamente su permanencia no es conveniente, porque ayer buena parte de los señalamientos que lanzaron contra el gobierno venían precisamente por la tolerancia que se dijo, ha tenido ante Vesta, a quien quieren fuera de la dependencia desde hace algún rato, lo más sensato es darle las gracias para recuperar la armonía interna.
Radiografia del Poder
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Desafuero, trato desigual
Vesta, en medio del fuego
Por pedimento al congreso local, de parte de la Fiscalía General de Justicia a cargo de Rodrigo Dorantes Salgado, la actual legislatura ha tenido que someter a análisis y revisión la posibilidad de iniciar juicio de procedencia –desafuero- de dos de sus miembros, los diputados Manuel Martínez Garrigós y Alfonso Miranda Gallegos.
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