Vía la Coordinadora Morelense de Movimientos Ciudadanos (CMMC) se llamó a una rueda de prensa ayer, cerca del medio día, pero llegó la mayoría de quienes aspiran a la presidencia municipal capitalina por diversos partidos. Estuvieron, entre otros, Luis Miguel Ramírez Romero, de Acción Nacional (PAN); Raúl Iragorri Montoya, del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena); y Alejandro Villarreal Gasca, ex Secretario de Finanzas en la pasada administración y hoy en busca de la comuna, vía Movimiento Ciudadano.
Bueno, incluso del Partido de la Revolución Democrática (PRD) asistió quien se apuntó de última hora por la comuna, Juan Ignacio Suárez Huape y del tricolor, desde luego que no asistió Maricela Velázquez Sánchez, pero estuvo el edil suplente, Rafael Cepeda Aguilar, todos apoyando a los inconformes.
Algunos líderes gremiales estaban muy molestos y mostraron su desconfianza ante los políticos ahí reunidos. De entrada les advirtieron que “si sólo vienen a tomarse la foto por conveniencia y oportunismo, los vamos a exhibir, queremos que estén aquí todos los días para que nos ayuden, no nos dejen solos”.
Y al final del mensaje que cada uno de ellos dio a los medios informativos, los obligaron a que los acompañaran a parar las maquinas que seguían levantando el asfalto, así fuera por algunos minutos. Y luego prácticamente los obligaron a acompañarlos a donde estaba la máquina, ahí y durante algunos minutos, obligaron a suspender los trabajos.
Luego de aquí, se trasladaron a palacio de gobierno, para hablar con funcionarios competentes en la materia y pedir al gobernador instalar una mesa de negociación en la que se aclaren algunas dudas. Los comerciantes insisten en que no hay proyecto ejecutivo, independientemente de que el acuerdo con el secretario de gobierno, Matías Quiroz Medina, fue que antes de iniciar volverían a platicar, lo que nunca ocurrió.
La queja generalizada es porque consideran que las obras los van a dejar prácticamente sin ventas, que van a tener que aguantar mucho tiempo y que entrarán en cartera vencida con los bancos y los proveedores. La propuesta es que se haga la obra, pero en etapas, a fin de amortiguar el impacto.
Claro, insisten en que no están contra la modernización y recuperación de esos accesos viales, pero estiman que será muy difícil aguantar, sobre todo considerando que no hay un compromiso específico en los que se refiere al tiempo de conclusión de los trabajos.
Y por lo menos, derivado de estos acontecimientos, pudimos ver por algunos momentos, a la mayoría de los que buscan contender por la presidencia municipal de Cuernavaca. En ello no hubo posiciones encontradas ni críticas mutuas como adversarios electorales, todos se dijeron en apoyo del sector comercio.
Y Villarreal Gasca admitió que “efectivamente, llevamos negociaciones con el partido Movimiento Ciudadano, todavía no es oficial, pero es muy posible que contienda por la comuna capitalina, llevamos proyectos e ideas para recuperar la ciudad, que en efecto presenta graves problemas”.
No podemos negar que coyunturalmente estas obras representan un golpe a la economía de cientos, tal vez miles de comerciantes. Sin embargo, hace mucho que es necesario invertir en la infraestructura del Centro Histórico, da vergüenza el estado en que se encuentra, no hay razón alguna para que el turismo considere a este espacio como ruta de visita.
La recuperación es urgente, pero tiene que haber alguna forma en la que se afecte lo menos posible a quienes tienen sus negocios en esta parte de la ciudad, igualmente, es de considerar que el municipio y el estado debieran de poner algo de su parte, ayudando con algún subsidio, como suele suceder en casos similares.
Y en ánimo de apoyar en la medida de lo posible, al respecto, el presidente municipal de Cuernavaca, Jorge Morales Barud anunció que otorgará estímulos en el pago de diversos impuestos, así como descuentos en lo que tiene que ver con el predial, a fin de hacer menos difícil para los comerciantes afectados superar dicha coyuntura.
Tal vez no es suficiente, pero de algo debe servir, sin embargo, también y vía la Secretaría de Economía, la administración estatal tendría que hacer lo propio, de esa manera el golpe sería de menores dimensiones, es lo que algunos reclaman y dicen que nadie les hace caso.
Este ha sido el tenor desde hace décadas, recordamos que en tiempos de Jorge Carrillo Olea si intentó algo similar: había la intención de construir un gran estacionamiento subterráneo debajo de la plancha de Plaza de Armas y un túnel que comenzaría en bulevar Juárez y saldría a mitad de la calle Guerrero. La inversión abarcaba hasta el Jardín Borda.
Las reacciones fueron más o menos similares, era la administración municipal de Alfonso Sandoval Camuñas, ya difunto.
Desde luego que la resistencia se generalizó en contra de eso y el proyecto quedó en el tintero. Es decir, sí se han presentado intenciones de transformar toda esta zona para hacerla más atractiva en materia turística y no se ha podido.
Entre las intenciones se ha pensado siempre en convertir el primer cuadro en espacio peatonal, enviando el servicio del transporte público hacia arterias fuera del centro; ese es otro conflicto, los prestadores del servicio tampoco están de acuerdo y las protestas aparecen por todos lados. Vamos a ver cómo avanza el actual conflicto, ya por lo pronto parece ser una excelente bandera político-electoral para la mayoría de los candidatos a la comuna, sobre todo aquellos contrarios al régimen en turno. Ayer apreciamos una muestra de ello, pero tendrán que ser constantes para que funcione, fue la advertencia.