Ayer, priistas procedentes de la mayoría de los municipios ofrecieron su posicionamiento al respecto y amenazaron incluso con irse al CEN del tricolor para hacerse escuchar, la verdad es que están al límite de tiempo, lo que queda de la semana, hay fecha fatal para las propuestas y por lo que pudimos ver, los 15 o 20 personajes que protagonizaron el encuentro están quedando fuera o no han sido llamados.
Entre éstos estuvo Fátima Campos Miranda, quien ha ocupado algunos cargos en el ayuntamiento de Xochitepec; en su oportunidad fue síndico procuradora y considera una grosería que hasta el momento, nadie le quiera tomar la llamada en la dirigencia priista para exponer sus aspiraciones.
Acusa a la delegada del CEN, Ana Bertha Silva, de estarle cerrando la puerta. “Le he enviado una serie de mensajes y ya hasta me bloqueo, se que anda más preocupada por lo que pasa en Guanajuato, donde se renovará la presidencia del partido, como que no le importa Morelos, sin embargo debe desempeñar su chamba aquí”.
Hilario Campos Benítez advirtió que si no hay una respuesta pronta, integrados en bloque, líderes de diversas corrientes buscarán al dirigente nacional César Camacho Quiroz, “no queremos ser utilizados como siempre porque algunos ya pintamos canas y desde que éramos chamacos hemos trabajado por nuestro partido sin ser integrados a alguna posición”.
Es la batalla de cada elección, el reclamo, muchas veces válido de aquellos que son la parte fundamental de los partidos, los activistas, sobre quienes recae el esfuerzo de ir sumando voluntades, a veces sin los más mínimos estímulos porque se les explota inmisericordemente.
Las cuadros de mando se montan sobre esas estructuras y desde ahí se proyectan hacia cualquier cargo de elección, muchos llegan a escalar espacios de privilegio, empezando por alguna regiduría, diputación local, presidencia municipal y lo que venga, pero olvidando toda clase de compromisos y promesas a quienes lo hacen posible.
Y no se crea que son los más adecuados e idóneos, en cada proceso se cuelan una serie de personajes que en su vida han colocado una manta, ni distribuido propaganda electoral a favor de algún candidato, suelen ser amigos o parientes de quienes tienen decisión e influencias en sus respectivos partidos políticos, sin merecimientos comienzan a cosechar lo que otros sembraron y con muchos años de entrega.
Y tampoco es una actitud privativa en el tricolor, lo vemos con mucha más raigambre en el Partido Acción Nacional (PAN), por ejemplo, donde un reducido grupo de iluminados mantienen como rehén al CDE, lograron gobernar el Estado por 12 años, pero esos vicios fueron alejando a las bases hasta generarles un vacío que hoy no pueden superar.
Pero ya también en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se comienza a ver lo mismo, ramas de familias que se apoderan de las candidaturas, muy en especial de aquellas que son posiciones seguras, como las primeras regidurías, para no arriesgarle, mientras los líderes naturales son desplazados sin misericordia.
DAVID MARTÍNEZ, EL PREMIO DE CONSOLACIÓN
Y en otro tema, ayer, el diputado local con licencia David Martínez Martínez tomó protesta como subsecretario de Desarrollo Social, acompañará a Blanca Estela Almazo, titular de esa dependencia, ahora como un premio de consolación luego de haber sido desplazado como aspirante del Partido de la Revolución Democrática a la alcaldía de Temixco.
Pero a decir de algunos de sus cercanos colaboradores, el hombre sostiene que sólo ha sido el primer paso y que la promesa del gobernador Graco Ramírez Garrido es entregarle la titularidad de Sedeso en el corto plazo, o sea apenas va llegando y ya dice que desplazará a Blanca Estela, lo cual nos parece una grosería, porque se tendría que manejar con institucionalidad y respeto.
El señor amenazó con irse del partido, incluso sumarse a las filas del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), por lo menos eso afirman quienes le rodean. Logró finalmente negociar algunas posiciones en la conformación de la fórmula a la comuna, pero quería más de lo que merecía.
Hasta donde sabemos, quien logró tranquilizarlo y ponerlo en su justa dimensión fue Rodrigo Gayoso Cepeda, parece que le habló fuerte y le mostró que en las encuestas se quedaba muy atrás de la diputada federal Gisela Mota, quien finalmente se quedó con la candidatura.
La cosa es que continúa radicalizado, es decir no muestra voluntad para sumar fuerzas, a través de algunos de los liderazgos que lo cobijaron se sabe que estaría incluso induciendo voluntades hacia otras trincheras, entre ellas el Partido Revolucionario Institucional, que a decir verdad, pareciera muy lejos de tener posibilidades reales de recuperar la alcaldía.
David venía casi solo hará cuestión de tres meses hacia atrás, nos consta que en Temixco se daba por hecho que sería el abanderado por la presidencia, porque no se apreciaba enemigo enfrente, además de que llevaba todo el apoyo desde gobierno estatal, la cercanía con el mandatario es real y consideró que eso sería suficiente para no tener problema alguno en lo de la unción, pero la diputada vino de atrás hacia adelante, aquí parece haberse cumplido aquello de que “caballo que alcanza gana” y en cuestión de tres meses o menos lo rebasó.
Quiso reaccionar y lo apoyaron para eso, dispuso de ayuda institucional mediante la entrega de despensas, sin embargo tampoco fue suficiente, pero como quiera que sea no puede quejarse de abandono, dispuso de todo el respaldo, pero le hizo mucho daño el autosecuestro, el efecto fue contrario a lo previsto, eso lo hundió y dejó fuera.