Corrientes identificadas con Maricela Sánchez y Amado Orihuela Trejo protagonizaron sendos escándalos en la sede de su Partido; tomaron las instalaciones y causaron destrozos a través de la militancia afín. Decía uno de los diputados locales que Sánchez Cortés presiona porque quiere la segunda posición en la lista de aspirantes a diputados plurinominales, además de espacios en la mayoría de los ayuntamientos a nivel del cabildo.
Esto indudablemente le pega a su propia hija, Maricela Velázquez Sánchez, candidata a la presidencia municipal de Cuernavaca, pero la madre como que no mide las consecuencias y es quien genera inestabilidad, cuando ya habían hecho la tarea más grande, definir la candidatura a la capital estatal sin mayores consecuencias, es más, inéditamente alcanzaron acuerdos de unidad con la mayoría de los grupos y corrientes.
Pero no es sólo eso, en vísperas de la inscripción de sus candidatos, se venía resolviendo de manera apresurada el apego a la equidad de género en la nominación de cuadros. Ya con experiencias pasadas, priistas de buena parte de los municipios empezaron a presionar para intentar meterse en las fórmulas, a sabiendas de que, luego del pasado fin de semana cuando el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (Impepac) cerrara la etapa de inscripciones, nada se podría hacer.
Total, que ante el endurecimiento del Instituto Nacional Electoral (INE) en lo que respecta a la paridad de género, debieron bajar del caballo a cerca de una docena de candidatos que ya habían sido oficializados. De manera natural, ya llevaban dos cuadros femeninos, entre ellos, a Velázquez Sánchez en Cuernavaca; en cinco municipios más la elección es de acuerdo a usos y costumbres, de tal manera que sólo requerían equilibrar en 26 alcaldías, algo así como 13 féminas.
Previo el cierre de registros, el tricolor se enfrentó a tres conflictos muy marcados, primero, la arremetida de Sánchez Cortés que buscaba colarse a la segunda posición en la lista de plurinominales locales y que alentó a sus huestes para ir a tomar la dirigencia.
Dos, “cuadros distinguidos” de la mayoría de los municipios que exigían hablar con el dirigente estatal, Rodolfo Becerril Straffon, para demandarle un lugar en la fórmula y tres, el asunto de la equidad de género que llevó a remover a algunos que ya consideraban amarrada su posición.
Como cada tres años el PRI llega con serias dificultades de unidad, amenazas de desbandada hacia otras trincheras, la urgencia de desarrollar un intenso trabajo para recuperar la unidad, pero un visible debilitamiento que pone en riesgo presidencias, distritos locales y federales.
¿Quién está detrás?
Pero hay algo curioso en torno a las decisiones tomadas de última hora en ese instituto político, personajes que parecen ser acaudalados empresarios que son los que orientan el rumbo, porque finalmente lo que expusieron durante una reunión en conocido restaurante del centro de Cuernavaca pareciera haberse cumplido cabalmente, hablaron precisamente de bajar de las candidaturas a dos en especial, Rafael Reyes Reyes en Jiutepec y al de Cuautla.
El lenguaje era casi en clave, uno de ellos le decía al otro, “oye, ¿y ya hablaste de todo esto a aquel?”, el otro le respondía, “desde luego y está de acuerdo”. Luego aterrizaron un poco más y comenzaron a hacer análisis y valoraciones, incluso a futuro, ambos coincidieron en que “las mujeres propuestas garantizan mayor votación; entre Cuernavaca, Cuautla y Jiutepec se puede alcanzar cerca del 60 por ciento de la votación a nivel estatal en esta elección, si se alcanza el propósito, sería el primer paso para recuperar la gubernatura en el 2018”. Ellos se manifestaron a favor de Juanita Guerra para la Heroica.
Y desde luego que entraron también al terreno del financiamiento electoral, entre otras cosas dijeron que “a ver cómo desatoramos a los delegados de las dependencias federales, porque Graco Ramírez los tiene amarrados para que no puedan hacer nada a favor de los candidatos del PRI, eso nos puede pegar, y mucho”.
Esta conversación se dio el día 11 de los corrientes, al día siguiente, el 12, nos enteramos ya, que en efecto, lo que esos hombres de traje y con aspecto de acaudalados habían polemizado, se cumplía casi al pié de la letra, o sea, que ciertamente tienen el control y el poder de decisión, aunque evidentemente no son parte de las estructuras estatales y nacionales del tricolor.
Por cierto y algo que parece empatar muy bien con la realidad, se refirieron, fue la oportunidad a la candidatura de Fernando Martínez Cué a la diputación federal por el primer distrito y advirtieron que “el gobernador está haciendo todo lo posible por no dejarlo llegar, ya le puso una gente para buscar hacerle daño, habrá que desarrollar una estrategia muy inteligente en este caso”.
¿Quiénes eran?, nunca pudimos saberlo, pero ante los resultados posteriores es claro que son clave en las decisiones y proyectos electorales del PRI, no sólo frente al proceso electoral del 2015, sino ante lo que viene, la justa del 2018 por la gubernatura. Buscan lograr resultados y una proyección de mediano alcance.
El aspecto de los mismos hacía pensar que se trata de hombres de negocios, de esos que suelen financiar procesos electorales, apoyar a candidatos rentables con el compromiso de que una vez obtenidos los resultados esperados, se van a cobrar las facturas, ya sea con posiciones administrativas o mediante contratos de proveeduría u obra pública. Pero ¿a quién se referían con eso de, “ya hablaste con aquel”?, es de suponerse que con un dirigente de primera línea, ya sea estatal o del CEN, como para que sus “sugerencias” se cumplieran cabalmente.