La Comisión Estatal de Seguridad Pública emite un comunicado, en el que da fe de los hechos, pero sostiene que “se detuvieron a seis personas que pertenecen a una empresa de seguridad privada, por portación de armas de fuego sin los permisos correspondientes” y agrega el calibre y la serie de las mismas, además de mencionar que fueron puestos a disposición de autoridades federales.
Sin embargo, Montes Cuén sostiene que el domingo pasado, secuestradores que forman parte del grupo de delincuencia organizada “Guerreros Unidos”, pretendían perpetrar un plagio, mismo que fue repelido por nuestros elementos, se logró la detención de uno de ellos, pero agentes del Mando Único llegaron a rescatarlo".
Luego menciona que “tras verse exhibidos, el grupo delincuencial buscó desquite inmediato, vía el Mando Único, intentaron ejecutarme, pero nuevamente fueron evadidos, sin embargo montaron un operativo para detener a mis escoltas, la mayoría militares con años de desempeño y desde luego con todos sus documentos en regla, es mentira que no traían permisos para portar sus armas”.
Bueno, acabó diciendo que fueron liberados por intervención del comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, y que ya se interpuso la denuncia correspondiente ante la Procuraduría General de la República (PGR) en contra de los presuntos responsables de todo esto, entre ellos el comisionado Jesús Alberto Capella Ibarra,
Incluso señaló que ellos por propia mano desarrollaron una investigación y ubicaron las casas de seguridad en las que ocultan a los secuestrados, incluso que uno de los delincuentes dejó su licencia de manejo y lo pudieron ubicar, comprobando la relación y complicidad con el Mando Único. Esas casas de seguridad se ubican, según él, en la colonia Granjas Mérida.
Pero insistimos, la versión de cada parte es muy distinta. Oficialmente se trata de delincuentes que traían armas sin tener el permiso respectivo, de acuerdo a los agredidos, disponen de elementos sólidos para afirmar que por lo menos en esta región de la entidad, el Mando Único obedece a los intereses de los mañosos.
Si en verdad hay denuncias en la PGR, se tendrá que ir investigando que hay en el fondo de todo esto, porque necesariamente una de esas partes está mintiendo. El caso lo amerita y lo señalado por Montes Cuén es por demás delicado, porque dijo que no le tenía miedo a los delincuentes.
La cosa es que el propio aspirante a diputado federal goza de mala fama, igual que Alfonso Barrera Urióstegui, otro personaje bastante similar en comportamiento, gustan del lucimiento y el protagonismo, más si se trata de jalar reflectores con motivos electorales y en situaciones como estas se llega a tener dudas sobre la veracidad de sus argumentos.
Según él, el Mando Único pretendía entregar a sus escoltas a Guerreros Unidos a fin de que fueran ejecutados, en un caso similar al ocurrido en Iguala, Guerrero, y que sólo la intervención oportuna del gobierno federal en la materia, pudo evitar cosas mayores.
Si en verdad son liberados los seis retenidos, empezaría a tomar fuerza la hipótesis de que era un encargo, de otra manera, se les habría tenido que aplicar la ley. Pero los que se dicen agredidos, deberán por su parte hacer prosperar la versión de que en todo esto hay complicidades de policías y ladrones.
Por cierto, el señor llegó con un chaleco antibalas a la rueda de prensa que ofreció, desde luego, acompañado por decenas de “seguidores” o trabajadores, entre ellos el presidente estatal del Partido Humanista, Jesús Escamilla Covarrubias. Incluso hizo esperar a los representantes de los medios de información más de media hora, la cita era a las 12 del día, arribó pasada la media hora.
El argumento fue que se trata de una recomendación de las instancias federales, a partir de que “intentaron quitarme la vida” y luego dijo que se quedará en la entidad, participará en la elección sin importar lo que pueda pasar. Ahora hay que esperar la reacción oficial, tras tan severos señalamientos.
La cosa es que hay muchos elementos para considerar que en particular, el corredor Jiutepec-Emiliano Zapara sigue siendo “foco rojo” y refugio de grupos de la delincuencia organizada, los que continúan operando sin muchas dificultades y eso sí lleva a considerar que deben contar con protección de alguno de los tres niveles de gobierno.
Ya ni Temixco, que en su oportunidad aparecía como el espacio más álgido en materia de inseguridad y los delincuentes gustaban de ir a tirar ahí a sus víctimas, hoy parece más tranquilo, aunque como decía el edil Miguel Ángel Colín Nava, las dificultades están en colonias alejadas del centro.
Es hasta cierto punto entendible porque Zapata y Jiutepec muestran un elevado nivel de delitos graves, a pesar de la implantación del Mando Único, para nada hay un trabajo coordinado entre cada uno de esos municipios y el estado, todo comienza por las diferencias políticas, que han mantenido un fuerte forcejeo casi en todos los terrenos.
Pero lo ocurrido parece ir mucho más allá de diferencias menores, aquí son cosas mayores, estamos en medio de un choque de grupos armados, con o sin licencia para portar las armas, que estuvieron a punto de escenificar una masacre entre sí, imagínese, grupo de delincuencia organizada, Mando Único, militares adscritos a una corporación de seguridad privada, pero de alto nivel en el entrenamiento de estrategias de combate personal.
Y no obstante lo delicado del caso, si quedan en libertad los seis detenidos por el Mando Único, no quedará responsable alguno de lo acontecido y como quiera que sea, en todo lo anterior se cometieron delitos graves que hay que sancionarlos si se presume de estado de derecho.